Las adorables ITV
TIENDA DE CAMPAÑA ·
En no sé qué cadena veo a una pareja que ha convertido un viejo camión de bomberos en un bar ambulante y recorre la campiña ... inglesa vendiendo copas. No hace mucho, en esa misma serie sobre británicos raritos, salió un tipo que había adaptado un motor Rolls Royce de aviación como habitáculo excéntrico y se lo llevaba de aquí para allá, para dormir. La televisión ilustra mucho. Viendo cosas así, comprendo por qué Gran Bretaña ya no está en la Unión Europea; y por qué, si preguntas, no saben lo que es la ITV.
Días atrás estuvo de moda el escándalo de las ITV valencianas, a costa del desmedido deseo de «nacionalizar» que agobia a algunos consellers nacionalistas. Como sale caro arramblar con un hospital, han puesto el foco en las ITV, porque la concesión que Zaplana hizo en 1997 no les ha parecido clara, y además caduca después de un cuarto de siglo. El próximo jueves, día 23, sin excusa ni pretexto, la larga mano de la administración entrará a controlar los talleres, si hace falta con la Policía Autonómica por delante.
Es ahí cuando recuerdo que el taller donde viví la última inspección, lucía mucho peor, con más abandono y achaques, que mi cascado Qashqai. ¿Para qué invertir en algo que nos van a quitar? Los precios habían bajado, es verdad; pero es porque hacían una prueba menos, la de los humos, que tanto inquieta a Ribó. Salí echando humo, pero con mi pegatina: como tantas cosas de España, lo importante no es llevar un coche a punto, sino llevar en el cristal el numerico bien visible, por si acaso la Guardia Civil.
Así andamos en la España de las tecnologías y las simulaciones: peleando por intervenir un procedimiento de control que interviene en la libertad en aras de lo que llaman seguridad vial. Controlemos a los controladores... y apropiémonos de los beneficios de otra tontuna europea. Porque fue la Europa más aburrida la que inventó ese modelo bobo que España adoptó enseguida, llena de fervor. En diciembre de 2022, justo cuando acababan las concesiones valencianas del sector, terminó el plazo para que toda Europa tuviera sus ITVs funcionando. Y esta es la hora en que solo cinco países -Italia, Austria, Lituana y Croacia, más España- la tienen instalada. Francia, qué cosas, mantiene su veto al ansioso proyecto europeo de intervención pública en la libertad de los ciudadanos.
Mientras tanto, observemos las calles. Los patinetes, que sabemos que pueden incendiarse si son mantenidos mal, se mueven por donde les viene en gana: y solo Benidorm está ensayando obligar a que circulen llevando un seguro. Lo demás, empezando por las bicicletas, es Sodoma y Gomorra: yo he visto pasar velocípedos de cuando Alfonso XIII era niño, sin frenos y con un trozo de palo de escoba por manillar.
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