Médicos y funcionarios ven «caótica» la desescalada por áreas de salud del Consell

El hecho de hacer esta división por departamentos o zonas concretas puede suponer que, por ejemplo, si Requena presenta malos resultados en la evolución de la pandemia pueda quedar aislada del municipio de Utiel, ubicado a apenas 15 kilómetros. Lo mismo ocurriría con Alcúdia de Crespins y Canals, separados únicamente por la vía del tren. En el caso de los negocios hosteleros, por ejemplo, también podría darse el caso de que en una localidad sin restricciones un restaurante tenga que quedarse cerrado porque el propietario resida en otra población que sí ha sido sometida a aislamiento.

Desde la Conselleria de Sanidad evitaron ayer concretar algo más sobre el plan, puesto que el Consell todavía no tiene claro cómo se producirá esa desescalada por departamentos de salud, en caso de que el Gobierno central les autorice para hacerlo. Lo que sí saben en la Administración autonómica es que la Generalitat sólo acudirá a esta fórmula de departamentos de salud en el caso de las malas noticias, es decir, cuando una zona tenga un alto índice de contagios o un rebrote. En ese caso, se focalizarán nuevas medidas sólo en ese área de salud y no en toda la provincia, para no perjudicar a las zonas que sí cumplen con los marcadores. Es decir, si municipios de una determinada zona, dentro de un departamento de salud, tienen un alto índice de casos, sólo se retrasará el pase de fase en ese departamento. En el caso de grandes ciudades, se tomarán como una única unidad. Por tanto, la Generalitat todavía tiene que hilar muy fino su plan y descartar algunas de las ideas iniciales si quiere que tenga éxito.

«La desescalada se está haciendo como un pollo sin cabeza. No tiene mucho sentido que se haga por departamentos, el virus no ve las fronteras de los departamentos ni de las áreas de salud. Debería hacerse a nivel nacional y, puntualmente, aislar las zonas donde existan problemas, que es lo que están haciendo otros países», explica el secretario general de CESM-CV. «Tenemos gente que vive en una provincia y trabaja en otra, o en distintos departamentos sanitarios, o no se ha empadronado todavía donde vive y su centro de salud sigue estando en otro departamento». La fórmula de formación pasa por «hacer infinidad de test, dotar al personas con los equipos de protección adecuados y llevar a cabo una concienciación continua de la población». Además, «hay cosas esenciales, como que se mantengan hasta final de año los contratos a sanitarios que se han hecho hasta ahora para, si tenemos nuevos brotes, tener una disponibilidad de médicos suficientes, sobre todo teniendo en cuenta que estamos a un nivel muy alto de contagios de sanitarios».

«Si no hay mayor concreción, tampoco es valorable, pero geográficamente, ¿cómo se lo vamos a explicar a la población? Es de risa, lo veo rizar el rizo», apunta el presidente autonómico de Sanidad y vicepresidente regional de CSIF. «Lo que sí tengo claro es que Atención Primaria debe seguir haciendo teleasistencia para que los profesionales no se conviertan en focos de infección», un ámbito sanitario que ha sido el foco de contención de la pandemia de coronavirus.

«La principal ventaja del plan de desescalada por departamentos es que va a favorecer la proximidad de la atención a la ciudadanía, pero debe desarrollarse con una adecuada coordinación con Salud Pública para identificar rápidamente si en algún sitio está pasando algo», señala la secretaria general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CC OO PV. Frente a ello, ve el inconveniente de establecer limitaciones de movilidad por municipios o departamentos. «No vivimos donde trabajamos. Si aparece un foco en un departamento o en tres, y coincide que el origen del contagio es la empresa donde trabajan los afectados, ahí es donde debe intervenir Salud Pública, que es la que hace seguimiento de los contagios y los contactos».

«La desescalada en Especializada se debe hacer de una forma gradual, manteniendo la seguridad y los entornos laborales más seguros posibles. Y para eso es fundamental la realización de test a todo el personal sanitario, puesto que un gran número de estos profesionales han estado trabajando o trabajan en salas Covid-19. Es necesario saber si el sanitario que va a atender a la población es o no un portador asintomático del virus para evitar focos de contagio e infección en los hospitales. La improvisación nos puede pasar factura al ser los profesionales vectores de riesgo», señala el secretario de acción sindical de la CV de Satse.

Si finalmente la desescalada se aplica por departamentos de salud «en Valencia y poblaciones de alrededor puede ser muy caótico» porque dependiendo de donde viva una persona puede depender del Hospital General, del Peset, del Clínico, de La Fe o del Arnau. ¿Cómo sabe la policía de qué departamento es cada ciudadano? ¿Van a llevar una guía de municipios y calles por departamentos de salud? ¿Estarán pidiendo la documentación a todas las personas que estén por la calle y comprobar que se encuentran dentro de los límites de su departamento de salud?». El vicepresidente del área de Administración Local del sindicato CSIF considera que la desescalada «va a ser un lío porque alguno puede decir: 'voy al bar a tomarme una caña, que estoy dentro del 30%', con lo cual va a ser muy complicado ver la gente que de verdad tiene algún motivo real para salir a la calle dentro del Estado de Alarma. No sabemos nada todavía, pero tenemos claro que el control se va a dificultar muchísimo».

El Consell sigue manteniendo que la desescalada por departamentos es la mejor opción para dejar atrás las medidas de confinamiento, según justificó ayer la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra. La también portavoz del Consell explicó que tener como referencia los departamentos de salud permitiría al Gobierno valenciano controlar a menor escala «si hay picos o nuevos brotes» y aislar a zonas de menor tamaño que no se vean afectadas. «No vamos a partir municipios», aclaró para evitar polémicas en el caso de que una misma ciudad tenga varios departamentos. Oltra vino a decir que las demarcaciones de salud, a través de las figuras de los responsables gerentes y en coordinación con Sanidad, serán las que delimiten las medidas que permitan al Consell «anticiparse» en el caso de que haya nuevos casos en zonas de menor tamaño que la provincia. La propuesta va dirigida a posibles rebrotes en un punto concreto, ya que «no tiene sentido que se vean afectadas personas que viven a centenares de kilómetros» en la misma provincia. Un ejemplo sería la comarca valenciana del Rincón de Ademuz, con el hospital de referencia en Llíria, al que para ir «hay que pasar necesariamente por Castilla-La Mancha».

El departamento centralizará los municipios bajo su paraguas de influencia, «pero sin partir familias». «Los departamentos de salud son los que primero tienen la evidencia epidemiológica», dijo, y advirtió de que «nadie se va a desorientar» por lo que pidió calma y paciencia a la población. En todo caso, «sea cual sea la demarcación por provincias, comunidades o departamentos», se va a flexibilizar sin «trazar fronteras infranqueables en ningún caso», progresivamente y a partir de la necesidad de movilidad y la libre circulación.

Recordó también que, en caso de ser autorizados a desescalar por departamentos de salud, éstos deberán cumplir unos indicadores marcados por el Gobierno central para poder avanzar de fase. «No podemos dar fechas», advirtió porque no se sabe si habrá cosas que podrá hacer toda la Comunitat, o sólo algunas áreas de menor tamaño. «Es cuestión de ir probando, como ha pasado en otros países». «Lo que ahora queremos es controlar la trazabilidad» como se hizo al principio, y para ello, el Consell prefiere hacerlo con una escala menor en el mapa, distinta a las provincias.

El presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu) considera que «lo mejor es que se tome la decisión». Y a su juicio quienes deben hacerlos son los «expertos» en cuestiones sanitarias. Insiste en que si consideran que la vuelta a la normalidad se aplica de manera escalonada por departamentos de salud, que sean los especialistas quienes lo deciden, pero «que se adopte la decisión». Móner, además, manifiesta que lo que haga responda a criterios de «salud pública y no a razones de interés de la política».

El Defensor del Mayor de Valencia considera que lo conveniente para afrontar el regreso a la calle es «empezar a hacer test» para determinar qué personas «son las que están sanas y quiénes están afectados». «Ahora no sabemos si estamos enfermos y lo que no podemos hacer es salir a la calle sin saberlo». En su opinión, una de las opciones podría ser que los test se realizaran por segmentos de edad.