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Per l'Horta rechaza la ampliación de la V-21 por destruir 200 parcelas

El colectivo pide la paralización de la iniciativa por responder a «un modelo viejo de movilidad» y por incluir el acceso norte al puerto

I. D.

Viernes, 15 de septiembre 2017, 00:17

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valencia. Primero fue Podemos y, ahora, el colectivo Per l'Horta quienes han mostrado su rechazo al proyecto de ampliación de la V-21 entre el barranco del Carraixet (Alboraya) y Valencia, que el Ministerio de Fomento licitó a mediados de agosto por 28,9 millones.

Per l'Horta justificó ayer su posición por la destrucción de huerta, en concreto 80.087 metros cuadrados de huerta, es decir, 198 parcelas repartidas entre las partidas de Saboia, Miracle, Mar, Vera, Calvet y Masquefa, entre Valencia y Alboraya, además de «condenar a cuatro edificios de la huerta, en especial al centenario Forn de la barraca».

Para el colectivo, los «12 segundos por trayecto», que el ministerio calcula que se obtendrán de mejora «en ningún caso justifica la inversión proyectada y la pérdida de tierra productiva». Por ello, instó a las autoridades valencianas a que se posicionen en contra y reclamen la paralización porque se ha proyectado «de espaldas» a ellas.

En este sentido, según Per l'Horta, el proyecto del tercer carril de la V-21 incluye «aspectos muy polémicos» que deberían llevar a una «firme oposición» del Ayuntamiento y la Generalitat, como es la conexión de la V-21 con el acceso norte al puerto de Valencia para derivar el tráfico de camiones, o el paso para la nueva plataforma ferroviaria de alta velocidad entre Valencia y Castellón, cuyo estudio informativo se licitó la semana pasada.

No son los únicos aspectos criticados por la entidad, ya que también resaltó que el proyecto tiene una fase incompleta de participación ciudadana, que «se cerró sin ninguna aportación», cuenta con la oposición de Alboraya y no incluye ningún informe ni del Consistorio del cap i casal ni del Consell.

Además, el proyecto «sigue el modelo viejo de movilidad basado en el predominio de los vehículos privados, totalmente contrarios a los nuevos modelos, basados en la mejora de la movilidad sostenible», citando como ejemplo la peatonalización de varias zonas de Valencia.

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