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J. A. M.
VALENCIA.
Miércoles, 16 de octubre 2019, 00:52
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Una garrafa de cinco litros de agua y unos cartones en el suelo. Estas son, según el escrito del fiscal, las únicas medidas de precaución que adoptaron los dos trabajadores de la empresa de instalación de paneles solares para intentar evitar un posible incendio durante sus tareas de instalación de paneles solares en lo alto de la Caseta de Mir de Cortes de Pallás.
Obviamente, no fue suficiente y con el empleo de la sierra radial y la soldadura, el desastre quedó servido en bandeja. «No adoptaron las más elementales precauciones», lamenta el acusador en su escrito. Y es que, sencillamente, no se podía utilizar ningún artefacto capaz de producir fuego. La única precaución que había que tomar ese día era, sencillamente, no hacer nada. Si planeaban serrar y soldar, debían haber esperado, según el fiscal.
«El nivel 3 de preemergencia de incendios conlleva la prohibición de utilizar aparatos de soldadura u otros que puedan ocasionar riesgo de incendios», describe el Ministerio Público. En diferentes circunstancias meteorológica, habría sido precisa una autorización administrativa para trabajar con este tipo de instrumentos a menos de 500 metros de una zona forestal como es la partida Collado Azahar. «Los acusados y su empresa carecían de dicha autorización», asegura José Antonio Nuño.
Y sucedió el desastre: «Al usar la radial y la soldadura en estas condiciones, elementos metálicos candentes se proyectaron sobre la vegetación reseca y eso dio lugar a la ignición». Nada cerró el paso del fuego desde la parcela al monte.
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