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El futuro tras el coronavirus

El futuro tras el coronavirus

Punto de inflexión. La crisis puede suponer un antes y un después. Expertos piden aprovechar lo que se ha aprendido, volver a invertir en sanidad y cambiar hábitos vitales

l. sORIANO / j. bATISTA / j. sANCHIS

Sábado, 11 de abril 2020, 00:40

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La pandemia marcará un antes y un después. Es un sentir común. Pasará mucho tiempo antes de que esto se olvide pero ya se empieza a ver la luz al final de túnel, aunque aún pueda quedar lejos, y las consecuencias de esta crisis empiezan a ser patentes. Desde distintos sectores se intenta ver que es lo que va a pasar a corto y medio plazo, cómo volverse a poner a pleno rendimiento y las afecciones que tendrá para la sociedad y economía.

Desde el mundo de la educación subrayan que tras el confinamiento sacaremos en positivo que se va a producir una mejoría en las competencias digitales de todos los actores, es decir, en el uso de las nuevas tecnologías en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Los expertos señalan que también se aprenderá a valorar mejor el trabajo que se realiza desde diferentes los ámbitos y a apreciar de verdad la importancia de los pilares del Estado de Bienestar. Además, destacan que la experiencia puede servir para fomentar la enseñanza de contenidos realmente esenciales y para espolear la autonomía del alumnado y la responsabilidad respecto a su propio aprendizaje. Además, señalan que lo importante no es sólo el manejo, sino también mejorar la metodología de la enseñanza online, distinta a la presencial. «La crisis puede ser la oportunidad para implantar de verdad la nueva educación del siglo XXI», recalcan. También coinciden en que para ello será necesario invertir en una infraestructura digital robusta y trabajar para que nadie se quede atrás. La crisis ha evidenciado que lo mejor del sistema sanitario son los profesionales, como lo ha señalado la presidenta del Colegio de Médicos de Valencia, Mercedes Hurtado. Los expertos también advierten de que se han evidenciado problemas como la falta de una cultura de prevención o la desprotección con la que han trabajado los facultativos.

El sector turístico observa con honda preocupación una crisis que les ha golpeado con toda su fuerza. Consideran que sólo cuando haya una solución médica podrán empezar a recuperar. Aún así confían en la fortaleza de la marca de la Comunitat y consideran que no será necesario cambiar el modelo. El mundo de los intelectuales coincide en que esta crisis tiene que llevar a una honda reflexión de como se está viviendo. En este sentido consideran que muchas cosas van a cambiar, empezando por los hábitos de consumo en los que habrá que recortar los excesos.

Apuntan que prácticas como la costumbre de grandes viajes van a desaparecer y que es conveniente plantearse el papel de los ancianos, que no pueden ser relegados a una residencias. En el lado opuesto también puede haber consecuencias positivas como es el hecho de que se están tejiendo redes solidarias, de apoyo mutuo, que no existían.

EDUCACIÓN

  1. Enrique Castillejo. Pte. Colegio de Pedagogos

    «Debemos construir la educación del siglo XXI»

El presidente del Colegio Oficial de Pedagogos y Psicopedagogos de la Comunitat alerta del riesgo de que suba el fracaso escolar, «ya alto en el escenario de presencialidad, donde el alumno está controlado y estimulado», y cree que la lección debe servir para «construir la educación del siglo XXI». Apuesta por digitalizar «de verdad» los centros, al profesorado, con formación en metodologías didácticas online, y al alumnado, que no tiene por qué saber desenvolverse bien en un entorno de trabajo. «La revolución tecnológica en la escuela necesita previsión e inversión», dice.

  1. Juan Juliá. Exrector de la Politècnica

    «Se necesita mayor atención a la ciencia española»

«Estamos aprendiendo el valor de todo aquello que debemos preservar, especialmente desde lo público, y que conforma los pilares fundamentales del Estado del Bienestar», señala Juliá. Destaca que la universidad española están bien preparada para la enseñanza online y considera que tras la crisis se le concederá «aún más importancia a la digitalización, por lo que debemos garantizar el mejor acceso a ella». También apuesta por «preservar aún más la igualdad de oportunidades» y por «dedicar mayor atención y medios a la investigación científica en España».

  1. Joaquina Barba. Directora de colegio público

La presidenta de la Asociación de Directores y Directoras de Infantil y Primaria de Valencia cree que se ha evidenciado «que la unión es el mejor recurso para resolver crisis» y «la gran responsabilidad» de docentes, alumnos y administración. De cara al futuro, apuesta por revisar los currículums «escogiendo los contenidos esenciales, fomentar el trabajo por ámbitos, «revisar el trabajo emocional en las aulas para fomentar la autonomía personal de los alumnos frente el aprendizaje» y por dedicar más tiempo al uso de las TIC en la enseñanza. También cree que las familias han de implicarse más, trabajando «codo a codo» en el aprendizaje, y que la administración ha de invertir más en recursos digitales y valorar mejor el trabajo de los equipos directivos.

Enrique Castillejo, Joaquina Barba y Juan Juliá.
Imagen principal - Enrique Castillejo, Joaquina Barba y Juan Juliá.
Imagen secundaria 1 - Enrique Castillejo, Joaquina Barba y Juan Juliá.
Imagen secundaria 2 - Enrique Castillejo, Joaquina Barba y Juan Juliá.

SANIDAD

  1. Mercedes Hurtado. Presidenta Colegio de Médicos

    «El futuro pasa por invertir, investigar y contratar personal»

La presidenta del Colegio de Médicos de Valencia tiene claro que el futuro tras el coronavirus «será complejo e incierto. Habrá una crisis sanitaria, listas de espera y se necesitará dotación económica». Señala que «pensábamos que teníamos una sanidad buena y ha quedado claro que lo es por el personal». En esta idea coincide Mari Luz Gascó, secretaria general autonómica del sindicato de Enfermería (Satse), que añade que «tenemos los mejores profesionales del mundo, pero no la mejor sanidad. Hace falta cambiar la ratio y tener más enfermeros por pacientes, más UCI y material». Por su parte, Mercedes Hurtado apunta que «ha faltado previsión y material para proteger al personal». Tiene claro que el futuro pasa por «no hacer recortes sanitarios. También es vital la inversión en investigación y salud pública y es urgente invertir en recursos humanos, contratar a más gente». Añade que «hay que aumentar la producción local, para no depender de terceros y prevenir porque no hay enemigo pequeño».

  1. Antonio Llombart. Pte. Academia de Medicina

    «Se debe proteger a los sanitarios, innovar y prevenir»

Antonio Llombart preside la Real Academia de Medicina y la fundación IVO y, a título particular, opina que es «optimista. Aunque tarde, las medidas tomadas están resultando porque la ciudadanía responde de forma ejemplar». Explica que «hay un buen sistema sanitario, pero hay áreas que sufren como las UCI. Visité Holanda y y tienen zonas cerradas pero preparadas. Con el ébola y el Sars ya tuvimos un toque y no se tuvo en cuenta porque creían que no nos iba a afectar, pero la globalización tiene ventajas e inconvenientes». Indica que es esencial «invertir en asistencia, investigación y en prevención. En Francia se dedica a la investigación sanitaria 5.000 millones, en España 30» y añade que «se ha abandonado a los sanitarios en su protección, cuando necesitan apoyo para evitar bajas».

  1. Juan Rojo. Profesor titular Psiquiatría UV.

    «Habrá cuadros de depresión de los que están en primera fila»

Juan Rojo reconoce que «me produce cabreo el descuido que se ha tenido con los que están en primera línea, tanto médicos, enfermeros, policías o bomberos. No se puede permitir la falta de material adecuado». También opina que «hay que mejorar el protocolo para residencias y personas mayores. El derecho a la vida o sanitario es para todos, no por edades. No se pueden dejar morir». Añade que «se sabía desde enero el problema y han empezado tarde a pedir material. Hay que crear un protocolo de abastecimiento sanitario en empresas locales». Añade que tras el COVID-19 «habrá un cuadro de descarga de todos los profesionales que han hecho un gran esfuerzo y habrá cuadros de ansiedad y depresión». Y reconoce que la UE «ha funcionado mal».

José Mir.
José Mir.

  1. José Mir. Cirujano hepático emérito La Fe

    «Es necesario tener una cultura de la prevención»

No duda en afirmar que «el pueblo sí sabe afrontar catástrofes con solidaridad. El pueblo está por encima de los políticos, que son los que posiblemente no estaban a la altura». Al igual que Rafael Cantó, vicepresidente del sindicato Csif, y que Andrés Cánovas, secretario general del Sindicato Médico, opina que «si se hubieran tomado medidas antes, no hubiera sido igual». Mir añade que «el error ha sido no ir por delante. Se le quitó importancia y nos teníamos que haber aprovisionado. Es preciso tener industria local preparada para estos casos. Hacen faltan más UCI». Mir, al igual que Cánovas y Cantó, creen necesario una cultura de la prevención e investigación. «A nivel de UE teníamos que haber estado más unidos, falta un protocolo», concluye Mir.

Juan Rojo, Mercedes Hurtado y Antonio Llombart.
Imagen principal - Juan Rojo, Mercedes Hurtado y Antonio Llombart.
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Imagen secundaria 2 - Juan Rojo, Mercedes Hurtado y Antonio Llombart.

TURISMO

  1. Ricard Camarena. Cocinero

    «No sabemos cuándo podremos volver a abrir»

«Fuimos el primer sector afectado por la crisis sanitaria y no sabemos cuándo podremos volver a abrir», señala. Para Camarena, la hostelería «es el sector más débil». Sostiene que la situación es muy grave y apunta que hasta que no exista una solución global «no hay ningún indicio de lo que puede pasar». El cocinero muestra su preocupación por la incertidumbre que atraviesa el sector. «Nada va a ser igual después de lo que está sucediendo», añade.

También se muestra convencido de que hará «reflexiona sobre el orden de prioridades que tenemos y de por qué ha pasado algo que hace tan sólo unos meses parecía improbable».

«Estamos en manos de los científicos. Son ellos los que van a tener que dar respuesta a esta pandemia», explica. En la misma línea indica que hasta que esto no sea así «la gente no tendrá la seguridad de que puede volver con tranquilidad».

  1. Francesc Colomer. Secretario de Turismo

    «Las consecuencias serán graves pero hay que reinventarse»

El secretario autonómico de Turismo sostiene que después de la pandemia la industria turística tendrá que adaptarse al mercado y a sus cambios. Francesc Colomer señala lo complejo de la situación por las grandes incógnitas.

«Es una herida muy grave para el sector» y las consecuencias «serán muy negativas». Recuerda la fortaleza y la buena opinión de los clientes sobre la Comunitat, «Sabemos que van a cambiar los hábitos de consumo y debemos adaptarnos a la nueva realidad. Esta crisis debe servir para reinventarnos», afirma.

  1. Toni Mayor. Presidente de Hosbec

    «El sector turístico depende ahora de la ciencia»

El presidente de Hosbec señala que en estos momentos el sector turístico se encuentra «en manos de la ciencia». Para Mayor tiene que haber una solución global. «No puede ser más que general para alejar el problema, para que vuelva a florecer la economía», apunta. También tiene claro que una vez se supere este momento «el turismo volverá a tener el protagonismo que ha tenido desde hace sesenta años», subraya. «Hemos hecho los deberes en estos últimos años y tenemos unos activos importantes para remontar», resalta.

Mayor espera volver a la normalidad que quizá no sea la misma, pero se muestra convencido de que llegará de nuevo. En su opinión la pandemia no afectará a la marca Comunitat ni al modelo turística. «Nuestro cliente es muy fiel», sostiene y argumenta que se está dando calidad por lo que considera que una vez que se recupere la normalidad «el turista volverá a venir»

Ricard Camarena, Francesc colomer y Toni Mayor.
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REFLEXIÓN INTELECTUAL

  1. Juan Arnau. Filósofo y escritor

    «Hay que vivir con menos necesidades»

El filósofo y escritor valenciano Juan Arnau considera que esta crisis debería servir para «platearnos hacia dónde va nuestro sistema acelerado de productividad incesante». Para Arnau hay comportamientos inasumibles. «El planeta no puede soportar que cada familia tenga el mismo número de automóviles que una familia alemana». Apuesta por «echar el freno».

Considera que no podemos abandonar a los más mayores en una residencia. «El planeta se siente ahora aliviado al precio de un sufrimiento muy alto por parte de los ancianos», explica.

«Hay que ir a menos. Eso es indudable», sostiene. La tendencia debe ser vivir cada con «menos necesidades». En este sentido advierte sobre la costumbre de viajar continuamente a lugares lejanos en las vacaciones. «El turismo depredador es un disparate», recalca. Lo que no se puede permitir es que esta crisis nos meta el miedo en el cuerpo. «Si dejas que se instale en tu vida, resulta cada vez más difícil desarraigarlo», afirma.

  1. Enrique Anrubia. Profesor de Antropología del CEU

    «No hay que renunciar a nada, salvo a los excesos»

El profesor de Antropología de la Universidad CEU-Cardenal Herrera está convencido de que el día después del confinamiento será «más duro que hoy. Las muestras de apoyo y optimismo se resentirán y necesitaremos ser más fuertes que ahora». Invita a reconocer qué era antes superfluo y qué fundamental. «Cualquier drama es un golpe que nos devuelve a la realidad. Sin ese realismo no sabremos cuestionarnos las preguntas que necesitamos», subraya.

Para el profesor de Antropología los últimos años el Estado del bienestar que ha habido en España ha traído ciertos excesos. «No creo que debamos renunciar a nada, sino ajustar el exceso», explica y añade que «muchos divertimentos de la sociedad del espectáculos se resentirán», apunta. Según Anrubia lo que se va a necesitar es «lo que menos tenemos en tiempos de gran crisis: paciencia, fortaleza y templanza». «Frente a lo que se imagina, la situación tras la cuarentena requerirá de mucha más fortaleza y templanza», sostiene.

Enrique Anrubia, Fátima Perelló y Juan Arnau.
Imagen principal - Enrique Anrubia, Fátima Perelló y Juan Arnau.
Imagen secundaria 1 - Enrique Anrubia, Fátima Perelló y Juan Arnau.
Imagen secundaria 2 - Enrique Anrubia, Fátima Perelló y Juan Arnau.

  1. Fátima Perelló. Profesora de Sociología

    «Se están tejiendo redes de apoyo mutuo. No existían»

«Pensamos que vamos a vivir igual. Eso es imposible», afirma rotunda Fátima Perelló, profesora de Sociología de la Universitat de València, y advierte de que la «vulnerabilidad» de los grupos menos favorecidos aumentará. La pandemia también puede dejar consecuencias positivas. Es el caso de las iniciativas solidarias. «Se están tejiendo redes de apoyos nuevas», añade. «Los ídolos han pasado de ser futbolistas o músicos a los que nos cuidan como sanitarios, barrenderos o carteros», apunta. Otro de los cambios es que probablemente lleguemos «a darnos cuenta de que no necesitamos hacer largos viajes». «Esta crisis va a ser un punto de inflexión. No sólo por miedo. Junto a nosotros tenemos cosas preciosas que hasta ahora no hemos sabido disfrutar, subraya Perelló.

Adela Cortina.
Adela Cortina.

  1. Adela Cortina. Catedrática de Ética

    «La epidemia cuestiona valores que vivimos, no los que proclamamos»

«La situación social y económica empeorará tras la pandemia», afirma Adela Cortina. Para ello «hemos de ir creando sinergias en la sociedad. El trabajo conjunto es urgente», señala. Para la catedrática de Ética la epidemia «no cuestiona los valores que proclamamos, sino los que realmente vivimos», Explica que es difícil encontrar algo superior a la liberta, igualdad y solidaridad, pero ahora se «ha sacado a la luz el desajuste». Cortina indica que el verdadero problema estriba en que el país donde se inicio la enfermedad, lo silenció: «La transparencia es el remedio», aboga.

Para la también directora de la Fundación Etnor, la crisis «ha recordado que las residencias de ancianos no son centros sanitarios» y aboga por introducir regulaciones mundiales que permitan reducir los riesgos de que se repita y también por cultivar la solidaridad y el apoyo mutuo entre las personas: «La amistad cívica, la amistad entre la ciudadanía, es el más fecundo capital social».

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