El exjefe de la Policía de Aguas de la CHJ solicitó duplicar la plantilla de agentes medioambientales antes de la dana
Ricardo Domínguez desveló en el Senado que propuso al organismo de cuenca tener 120 efectivos en el servicio para vigilar cauces de la demarcación del Júcar
Mientras la jueza que instruye la causa de la dana, Nuria Ruiz Tobarra, pregunta a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) por la actuación de ... sus policías de Aguas y su papel en la vigilancia de cauces el pasado 29 de octubre de 2024, el organismo que dirige Miguel Polo admite que sí estaban desplegados aunque elude aclarar el paradero de estos efectivos durante la fatídica jornada. Aún con la negativa a responder al requerimiento de la magistrada, que ahora pone el foco de la investigación en el desempeño del ente gubernamental el 29-O, la reciente comparecencia en el Senado del exjefe de este servicio, Ricardo Domínguez, aportó una novedad importante: el responsable del área solicitó duplicar la plantilla de agentes medioambientales hasta los 120 guardas fluviales antes del desastre.
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«Recuerdo que hay propuestas mías de un mínimo de 120 agentes medioambientales en la confederación», afirmó Domínguez en la comisión de investigación de la dana en la Cámara Alta durante el interrogatorio del senador de Vox Fernando Carbonell Tatay. De las palabras del entonces jefe de la Policía de Aguas, que se jubiló el pasado 6 de noviembre, una semana después de la riada, se desprende que ya había expuesto esta petición para ampliar la plantilla en más de una ocasión. Eso sí, no especificó cuántas veces ni cuándo formuló estas cuestiones. Nadie le repreguntó al respecto.
El argumento utilizado por el anterior jefe de la Policía de Aguas para excusar las limitaciones en las labores de control sobre el dominio público hidráulicos es el mismo que empleó la CHJ en su último informe remitido al Juzgado de Instrucción 3 de Catarroja: la vasta extensión de la demarcación del Júcar cuyo ámbito implica a «ocho o nueve provincias».
En el escrito que ya se encuentra en manos de la jueza, la Confederación expone que hay 57 efectivos de la Policía de Aguas en plantilla: 42 agentes medioambientales y 14 guardas fluviales. De ellos, 50 estuvieron operativos el 29-O, aunque sólo uno -el destinado a Utiel- extendió su horario laboral más allá de las 17:00 horas del día de autos, según reveló la CHJ en un informe enviado a Les Corts.
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Este medio centenar de trabajadores debe estar pendiente de una cuenca de 42.756 kilómetros cuadrados que se expande sobre cinco comunidades autónomas y ocho provincias. Esta extensión «comprende una longitud de cauces de más de 46.000 kilómetros». A efectos de inspección sobre el dominio público hidráulico, el conjunto de la cuenca se divide en cuatro zonas, ocho subzonas y 41 sectores. A su vez, cinco de estos sectores de dividen en dos subsectores «por tener una carga de trabajo más alta». Cada demarcación cuenta con un agente y un responsable de zona y los sectores tienen un promedio de 995 kilómetros cuadrados sobre los que cada agente ejerce su función de vigilancia en solitario con un vehículo todoterreno o todocamino.
Agentes medioambientales de la Generalitat
Por otro lado, a preguntas del senador del PSC José Manuel de la Vega sobre si le parecía adecuada la decisión de la dirección general de Medio Natural y Animal de la Generalitat de no desplegar a sus agentes medioambientales en aquellas zonas en las que se había establecido la preemergencia, Domínguez explicó que «cada uno sabe lo que tiene que hacer con lo que tiene».
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«Lo que sí le puedo decir es que las comunidades autónomas en general, no la valenciana, sino cualquier otra, Castilla-La Mancha, de las que yo conozco, multiplican por diez los efectivos de agentes medioambientales que tienen las confederaciones. Es decir, si la Confederación del Júcar tiene diez personas en una provincia, en esa provincia la comunidad autónoma tiene cien agentes. Esa es más o menos la proporción», alegó el exjefe de la Policía de Aguas de la CHJ para deslizar la responsabilidad de vigilar los cauces hacia la Generalitat cuando se producen situaciones de emergencia.
Sobre el hecho de que los agentes medioambientales de la Confederación no estuvieran al pie del cañón en las horas más decisivas dela tragedia, el responsable del servicio comentó que le sigue pareciendo «normal» que no estuvieran desplegados porque las funciones del servicio «son las que son»: «No tenemos labores de policía local o protección civil. Me parece lógico que cuando se hace de noche, allí no pintamos nada».
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«Que no estemos en campo no quiere decir que no estemos. Esa gente que parece ser que Miguel Polo dijo que se fueron a su casa no quiere decir que se fuera a su casa y se olvidara. Yo estaba en mi casa, pero delante del ordenador», especificó Domínguez sobre las sombras que se han sembrado acerca del desempeño la Policía de Aguas de la CHJ durante el 29-O, especialmente cuando nadie les movilizó para reportar el estado de los cauces mientras los medidores del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) empezaron a ser devorados por la corriente.
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