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«El comportamiento de las ramblas bajo condiciones de cambio climático apunta, en primer lugar, hacia un incremento de las 'flash-floods' intensas, cada vez ... más difíciles de gestionar con los instrumentos habituales de control de avenidas y, en segundo lugar, hacia una progresiva aridificación de estas cuencas mediterráneas». Como siempre, la ciencia arroja luz. En 2021, un artículo de la catedrática en Geografía Ana Camarasa ponía en negro sobre blanco lo que ahora ha ocurrido: las inundaciones en el Mediterráneo serán cada vez más graves.
Es una de las principales conclusiones del estudio «Flash-flooding of ephemeral streams in the context of climate change», remitido a la jueza de Catarroja en el marco de la investigación de la dana y que la magistrada ha pedido que le traduzcan. El análisis de los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) demuestra que cada vez es más frecuente la aparición de inundaciones derivadas de períodos de lluvia intensa en períodos menores de tiempo. Las lluvias presentan más picos de intensidad al principio de las tormentas, lo que aumenta el riesgo de inundación y disminuye la capacidad de absorción por parte de las cuencas, al producirse en períodos más cortos.
La jefa de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHJ, Aránzazu Fidalgo, reconoció el pasado jueves en el Senado que el Ministerio de Transición Ecológica no ha consensuado con el organismo las obras presentadas ese mismo día con la visita de la ministra, Sara Aagesen, a Valencia. En respuesta a preguntas del senador de Compromís Enric Morera, Fidalgo confirmó que no habían consultado las obras, aunque aseguró que el Ministerio «dispone de toda la información del Plan Hidrológico». «No me han pedido información», confirmó.
En el contexto actual de cambio climático, disminuye la cantidad de agua de lluvia que los acuíferos pueden absorber porque llueve mucho en muy poco tiempo y rápidamente los barrancos se 'empapan', con lo que esta agua se suma a los caudales de la crecida. Además del Poyo y del Carraixet, que históricamente han provocado inundaciones de gran magnitud, el estudio analiza los ríos Vernissa y la Rambla de Gallinera. A la caída de más precipitaciones en menor tiempo, se suman factores antrópicos de los últimos años han aumentado el riesgo de inundaciones. Hablamos de urbanizaciones de los barrancos, cemento en los lechos... cuestiones todas ellas que aceleran la velocidad del agua.
Se trata de la urbanización de lechos de barrancos o zonas de absorción de caudales, lo que provoca un aumento del caudal en superficie. Este factor, según Ana Camarasa en el artículo publicado en la revista Cuadernos de Investigación Geográfica, «produce un aumento de estos arroyos efímeros y un incremento en la aridificación de los sistemas fluviales». La aridificación (el arrastre de tierras fértiles y desaparición de estas y de vegetación) provoca una menor retención de caudales en posteriores crecidas.
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