Los enfermeros avisan de que faltan 300 UCI para cumplir el requisito

La Comunitat precisa 300 camas más en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de sus centros hospitalarios para cumplir los protocolos establecidos por el Gobierno para abordar el proceso de desescalada del Covid-19, según advirtió ayer el Sindicato de Enfermería Satse. Al respecto, recordaron que el Ejecutivo estableció en mayo que cada comunidad debía tener entre 1,5 y 2 camas en las UCI por cada 10.000 habitantes para pasar de fase o, al menos, tener acceso o capacidad de instalarlas en un plazo máximo de cinco días. Frente a ello, la situación de la región es de 0,75 camas por cada 10.000 habitantes.

En base a estas indicaciones, y según los resultados del estudio de Satse, la Comunitat contaba con entre 380 y 400 camas en estas unidades antes del Covid. Durante la pandemia, el sindicato calcula que se pudieron habilitar hasta 800 camas más, que se instalaron de forma provisional y urgente en las Unidades de Reanimación Post-anestésica URPA, las Unidades de Reanimación REA y en los propios quirófanos que se habilitaron como UCI improvisadas.

Con la desescalada y la vuelta a la normalidad asistencial, los quirófanos, URPA y REA «deben recuperar su uso habitual», por lo que la formación vuelve a insistir en la necesidad de aumentar, de forma estructural, el número de camas en las UCI en las que se proporciona una asistencia intensiva integral las 24 horas del día a los pacientes más críticos o con alto riesgo de presentar complicaciones.

El Sindicato de Enfermería ya había denunciado en varias ocasiones la falta de camas de UCI de la Comunitat y la falta de boxes de aislamiento en estas UCI, «un problema debido al déficit estructural (falta de camas hospitalarias) y, sobre todo, a la falta de personal de enfermería en estos servicios».

En concreto, Satse viene denunciado que todos los hospitales tienen déficit de plantillas de UCI, pero eran los hospitales de La Plana (Castellón), Villajoiosa, Elche y Orihuela en Alicante y los hospitales Arnau y General de Valencia los que en peor situación se encontraban, «con sus trabajadores sobrepasados por la presión asistencial normal, por la falta de plantilla y tras tres meses de situaciones de estrés y una elevadísima carga física y mental durante la pandemia, que los han colocado al límite, trabajando muy por encima de sus posibilidades para evitar que repercuta en la salud de los pacientes críticos».

Ante esta situación, Satse subraya que una de las prioridades de la Conselleria de Sanidad debe ser dotar de estructura UCI las 300 camas que son y serán necesarias ante posibles rebrotes de la Covid-19 en los próximos meses. Y, sobre todo, ajustar los ratios de enfermería para que no se superen, en ningún caso, los dos pacientes por enfermera.