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Dénia mantiene el pulso al Consell

Dénia mantiene el pulso al Consell

La reversión se atasca mientras vuelven las protestas al Palau de la GeneralitatLa Junta de Personal asegura que la consellera Ana Barceló ha trasladado que será difícil que Sanidad gestione el área antes de las elecciones

D. GUINDO

VALENCIA.

Viernes, 22 de marzo 2019, 00:36

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El departamento de salud de Dénia está manteniendo un auténtico pulso con el Consell. Por un lado, el personal sanitario, que ayer volvió a concentrarse a las puertas del Palau de la Generalitat para exigir que el presidente Ximo Puig cumpla su compromiso y la gestión de este área de salud, en la actualidad en manos de la UTE Marina Salud bajo el modelo de concesión, vuelva a ser pública. Por otro, las dificultades que la Generalitat está encontrando para llegar a un acuerdo con las empresas concesionarias (DKV y Ribera Salud) que permita que antes de las próximas elecciones autonómicas del 28 de abril la Conselleria de Sanidad se haga con la dirección del departamento de salud.

Así las cosas, más de medio centenar de profesionales sanitarios protestaron en la mañana de ayer en la plaza de Manises para mostrar su decepción de que la anunciada reversión todavía no se haya llevado a cabo, desde que en 2016 el Gobierno autonómico asegurara que se acometería en esta legislatura. También quieren que todo el personal dependa directamente de la Generalitat, en una fórmula similar a la empleada en la reversión del hospital de Alzira, y rechazan la creación de una empresa pública, como se ha llegado a plantear. Tras la concentración, el subsecretario de Sanidad, Juan Ángel Poyatos, recibió a representantes de los trabajadores y, según fuentes del colectivo, les trasladó que continúan las negociaciones con las empresas concesionarias para adquirir las acciones de la UTE, pero que debían ponerse de acuerdo en el precio. Trató de tranquilizarles indicándoles que hasta el último pleno del Consell sería posible suscribir el acuerdo, por lo que todavía hay margen para llevar a cabo la operación. Agregaron también que Poyatos les indicó que una de las empresas propietarias había pedido más dinero y que la Conselleria de Hacienda no veía con buenos ojos subir más el precio.

Ya por la tarde fue el turno de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, que presidió un encuentro con representantes de la Junta de Personal. La máxima responsable trasladó a los profesionales que será difícil que el proceso cristalice antes de los comicios, tal y como estaba previsto. Por un lado, Sanidad todavía desconoce los importes de las liquidaciones de 2017 y 2018, puesto que se llevan a cabo bianualmente y las cifras no llegarán hasta mayo, de ahí que el adelanto electoral ha hecho un flaco favor al proceso. Sin estos datos, la valoración de las empresas resulta difícil de concretar. Por otra, Barceló se posicionó contraria a que, en la negociación, se incluyan otra cuestiones, como la prolongación de otras concesiones que llegó a plantear Ribera Salud, por lo que va a ser complicado que, en el poco más de un mes que resta para los comicios, la conselleria llegue a un acuerdo que satisfaga a todas las partes y que cuente con la máxima seguridad jurídica. Por tanto, si PSPV sigue al frente del Consell tras el 28 de abril, continuarán las negociaciones pero si hay cambio de Gobierno, la operación quedará en el aire.

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