«Ves las cifras y piensas: ¿Y si yo soy el siguiente número?»
Asunción Porta. Jubilada de 79 años ·
Asunción Porta es de esas jubiladas imparables. Fallera, aficionada de Mestalla, cocinera, jardinera, costurera... Pero toda la vitalidad de la maestra de 79 años se frenó forzosamente por el coronavirus. Como muchas otras personas mayores, soltera y sin hijos, se vio abocada a un confinamiento en soledad. Y para colmo un catarro común se cruzó en su camino e hizo saltar las alarmas. «Ves las cifras y piensas: ¿Y si yo soy el siguiente número?», reflexionaba con temor.
Así revive el encierro la maestra: «Me sentí desorientada, indecisa y preocupada. Me tiré dos meses encerrada sola en casa. Salía una vez a la semana a comprar y sin separarme del sistema de telealarma por si acaso». Cruz Roja llamaba periódicamente para interesarse por ella. «Jamás en mi vida había estado tanto tiempo encerrada en casa. Para colmo pasé un catarro y me asusté, pero los médicos me dijeron que no era más que un constipado. Con cuatro pastillas se me fue». Lo más duro «fue no poder ver a los niños de mi familia, en especial a mi sobrina recién nacida, hasta tres meses después». Mientras, el aluvión de muerte de mayores le abrumaba. «Pensaba que podía perderme todo lo que quiero y eso no lo soportaba muy bien. Por eso tomé todas las precauciones posibles al salir». Mientras, Asunción se amparaba en la lectura, la labor o el WhatsApp.
La que fuera maestra se siente «indignada por la poca atención que en algunos momentos se dio a las personas mayores durante el confinamiento»
«Cada día dicen una cosa»
Tras un verano de respiro en su casa familiar de veraneo, «hoy siento mucha incertidumbre». En cuanto al Gobierno, «no sabe por dónde va, cada día dicen una cosa distinta y hay más contagios». También le apena no poder disfrutar más de sus sobrinos. «Sus padres no quieren que esté en contacto precisamente para protegerme. Pero es triste», valora. El futuro «lo veo muy incierto». En esta etapa le hubiera gustado «viajar, salir con amigas... Tal y como están las cosas ni nos vamos a poder juntar en Navidad». Asunción se siente «indignada por la poca atención que se dio a las personas mayores durante el confinamiento».
Testimonios
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