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Patricia Villaescusa es una joven recién llegada a la docencia. Lleva tres cursos de especialista de Pedagogía Terapéutica en el Colegio Asunción de Nuestra Señora en Riba-Roja como nos explica mientras toma asiento en el sofá de LAS PROVINCIAS. Va a charlar cara a cara con Juanjo Villanueva, un veterano profesor de Marianistas que está a punto de jubilarse: dos experiencias distintas de cuyo contraste surgirá la luz que ilumine ese espacio incierto, a menudo sombrío, llamado educación.
Su conversación versa sobre múltiples enfoques. La presencia de la tecnología en las aulas, la relación con el alumnado, el papel que debe jugar la familia... Y sobre todo cuál tendría que ser el rol que ejerce el profesorado, cómo influir desde su magisterio. En resumen, como explica Patricia, «educar en el asombro y no perder de vista no dejar de lado ese punto de vista». O como sostiene, Juanjo: «Lo que hay que mantener es un nivel de expectativas alto con el alumnado: si la mayor parte de ellos tiene éxito escolar, nosotros nos exigiremos más para que ellos aprendan más».
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