El barranco del Poyo acumula 150.000 metros cúbicos de fango y residuos en la parte de la Albufera
El Gobierno retirará la basura en Catarroja y Massanassa, mientras el presidente de la junta del parque pide una limpieza de todo el humedal
Por el barranco del Poyo llegó más que agua en la dada de hace un año. El Ministerio de Transición Ecológica prevé retirar un volumen de unos 150.000 metros cúbicos y residuos en el tramo de la rambla que va desde la V-31 (Pista de Silla) hasta la desembocadura en el parque de la Albufera. Así figura en el plan presentado hace escasas fechas por la ministra Sara Aagesen y que debe entrar todavía en carga plena de trabajo.
El mal tiempo de los últimos días ha impedido llevar la maquinaria pesada que se requiere para la retirada de una cantidad de residuos y sedimentos tan ingente. Hasta la fecha, el Ayuntamiento se ha encargado de limpiar otras zonas del lago, lo mismo que la Generalitat, indicaron fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente.
El encargo del Ministerio requerirá un gasto de un millón de euros y constata el trabajo que queda por delante en el parque de la Albufera en cuanto a las tareas de limpieza. Como publicó LAS PROVINCIAS, la vegetación ha empezado a cubrir los residuos que se amontonan en las riberas de motas y tancats, sobre todo plásticos de pequeño tamaño y microplásticos.
El biólogo Javier Jiménez Romo dio la voz de alerta sobre esta cuestión, que pone en riesgo incluso a la fauna del lago dado que se trata de pequeños fragmentos. La parte norte de la Albufera, como ocurre en la desembocadura del barranco del Poyo entre Catarroja y Massanassa, resultó la zona más dañada por los arrastres de las inundaciones. Fuentes de la Generalitat precisaron que la restauración ecológica, más allá de la mera limpieza en la rambla, elevará la factura hasta los cinco millones de euros.
El presidente de la Junta Rectora del Parque de la Albufera, Carles Sanchis, señaló que la retirada de residuos (por parte del Ayuntamiento) se realizó antes de la campaña del arroz y fueron retirados plásticos de mayor tamaño. «Ahora ha concluido y con la dana de este octubre volvieron a aparecer esos plásticos, que estaban escondidos en la vegetación. Ahora es el momento de plantear una nueva acción sobre la retirada de estos residuos».
El experto indicó que lógicamente «son elementos que se van a integrar en el suelo y tienen algunos componentes que podrían pasar al suelo o la fauna. Hay que controlar eso, por lo que se necesitan unas acciones intensivas de retirada y de monitoreo del posible impacto de lo que quede».
En su opinión, sigue siendo una cuestión «preocupante y ahora que ha terminado la campaña del arroz es el momento de diseñar una campaña específica sobre esto. ¿A quién compete? En realidad a las tres administraciones y si viene ayuda de mecenazgo privado, también». Por último, comentó que hay materiales que pueden «consolidarse en el terreno, muy difíciles de retirar por su tamaño. Conforme pase el tiempo, será más complicado ofrecer una solución».