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Parte del barrio de las Moreras. jesús signes
El atasco de licencias en Valencia se agrava con 2.500 nuevas viviendas pendientes de permiso

El atasco de licencias en Valencia se agrava con 2.500 nuevas viviendas pendientes de permiso

Cs exige que se agilicen las autorizaciones para permitir una bajada de impuestos y Urbanismo aduce que en un mes han entrado las mismas peticiones que en 2015

PACO MORENO

VALENCIA.

Viernes, 21 de septiembre 2018, 00:52

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Una propuesta del portavoz municipal de Ciudadanos, Fernando Giner, para la bajada de una serie de impuestos derivó ayer en la denuncia de que el Ayuntamiento tiene unas 2.500 viviendas de nueva planta pendientes de concesión de licencia de obras. El colapso afecta a barrios como Campanar, Malilla, Quatre Carreres y las Moreras.

Giner señaló que los datos proceden de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Comunitat, que ha denunciado varias veces la lentitud del Ayuntamiento en la tramitación de los permisos y con cuyos responsables se entrevistó recientemente. Aseguró que el plazo medio para conseguir una licencia es de 15 meses y que el «embudo perjudica a muchos sectores, además de reducir los ingresos en tributos del Consistorio».

La agilización de estas licencias, dijo, es algo «necesario y urgente» para desatascar una situación que se arrastra desde hace años. Por citar una comparación, el gobierno municipal reconoció en noviembre de 2017 decía que había acumuladas 1.194 viviendas, mientras que la Asociación de Promotores cifraba el acumulado en 1.600 casos.

Los promotores estiman que cada piso de nueva planta supone la creación de tres empleos

Fuentes de esta entidad ratificaron la estimación de 2.500 viviendas, para destacar que el Ayuntamiento «está perdiendo unos 15 millones de euros por el Impuesto de Construcciones que podría cobrar». Indicaron que la situación actual genera en Valencia un «retraimiento de la inversión y una inseguridad jurídica total».

Esto último se debe a que hasta que no se consigue la licencia de obras, los promotores no pueden poner los pisos a la venta, ni siquiera comenzar los trámites en el Registro o contratar los materiales con los proveedores. «Es una situación que se debe resolver con urgencia», comentaron a LAS PROVINCIAS.

El concejal de Desarrollo Urbano de Valencia, Vicent Sarrià, dijo por su parte que en los últimos años han aumentado los recursos en el Ayuntamiento para agilizar las licencias, para precisar que las peticiones van en aumento. «Sólo en el mes de agosto han entrado tantas como en el conjunto de 2015», señalaron. El edil matizó que «todos los edificios no son iguales y, por lo tanto, cada licencia tiene sus diferencias».

Giner citó barrios como Campanar, Malilla y Quatre Carreres como los que sufren un mayor retraso

Destacó que algunos proyectos «se tramitan más rápido y otros tienen más complejidad, con cuestiones que deben subsanarse».

Desde los promotores insistieron en que el gobierno municipal «debe tener una cifra clara de lo que tiene pendiente, eso para empezar. A partir de ahí, ir resolviendo lo más rápido posible». Cada vivienda de nueva planta, consideraron, supone la creación de tres empleos. «Estamos hablando de miles de puestos de trabajo, eso es lo más importante».

El Ayuntamiento ha reforzado con la contratación de personal los servicios responsables de la concesión de licencias, aunque la realidad es que la lista de espera crece cada vez más. Al margen se encuentran las licencias de actividades para negocios, donde también hay una espera prolongada.

Giner presentó las alegaciones a las ordenanzas fiscales, donde propuso una rebaja de impuestos en base al crecimiento económico favorecido al desatascarse las licencias de obras. «Si Ribó no ha venido a bajar los impuestos, Ciudadanos sí. Valencia se está empobreciendo por su modelo equivocado», alegó.

En su opinión es posible «bajar los impuestos, salir del plan de ajuste y, por supuesto, ejecutar las inversiones», dijo tras proponer bajadas de impuestos que supondrán un ahorro de 100 euros por familia.

La propuesta de Ciudadanos contempla una bajada del 7% de todos los recibos de IBI que tendrán todas las viviendas y pequeños comercios y un descenso del 20% en el impuesto de tracción mecánica, a excepción de vehículos de grandes cilindradas (más de 20 caballos fiscales).

«Apostamos por la cultura en la ciudad y, por ello, vamos a bajar un 45% el recibo del IBI y un 50% el IAE a la cultura. Queremos ayudar a los teatros y cines de la ciudad», detalló. Además, propone recuperar las bonificaciones que quitaron a más de 1.000 familias numerosas en la ciudad en el recibo del IBI y el cheque escolar universal para los niños de 0 a 3 años.

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