Urgente Herido muy grave un joven tras ser apuñalado en el pecho en el viejo cauce del río en Valencia
Antonio Tejero, en una imagen de archivo. EP

Antonio Tejero, en estado muy grave en un hospital de Carcaixent

El autor del golpe de estado del 23-F permanece ingresado tras haber recibido la extrema unción y acompañado por familiares mientras circulan falsos rumores sobre su muerte

Arturo Checa y Manuel García

Valencia | Alzira

Jueves, 23 de octubre 2025, 14:49

Antonio Tejero, el teniente coronel condenado por el golpe de estado del 23-F, permanece ingresado en estado muy grave en un hospital privado de Carcaixent, tal y como han confirmado a LAS PROVINCIAS fuentes sanitarias y gubernamentales.

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El golpista habría recibido ya la extrema unción, a manos de uno de sus hijos, sacerdote, y se encuentra acompañado por sus familiares en el centro sanitario. Su estado crítico ha hecho circular rumores sobre su fallecimiento, publicados incluso por algunos medios de comunicación.

Tejero se hallaba hasta ahora residiendo en casa de una hija en Alzira y esá ingresado en el mismo hospital en el que ya pereció su mujer hace unos años.

El hospital privado mantenía este jueves su tranquilidad habitual pese a los rumores surgidos sobre el estado de salud de Tejero. El centro sanitario está enclavado en un lugar apartado y tranquilo, a unos 14 kilómetros de Alzira, en pleno valle de Aguas Vivas

La noticia del estado del golpista del 23-F no ha causado mucho revuelo en el centro. Hay algunos familiares de pacientes en los pasillos, apenas una chica tomando un café en la cafetería, donde aprovecha la calma para trabajar con su ordenador, y varias personas esperando a ser atendidas en sus consultas.

Desde la gerencia, a pregunta de LAS PROVINCIAS, apuntan que no desean realizar manifestaciones y se remiten a la Conselleria de Sanidad. Reconocen que han recibido un buen número de llamadas de medios de comunicación pero insisten en que no pueden ofrecer información sobre las personas ingresadas.

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Algunos de los pacientes incluso se sorprenden cuando se les comenta qué persona, conocida a nivel mundial por su participación en el intento de golpe de Estado de 1981, está ingresada en el mismo centro sanitario. «Había leído que había muerto», responde sorprendido un vecino.

Algunos pacientes se sorprenden al saber quién está ingresado en el hospital de Carcaixent: «Había leído que había muerto»

Nacido el 30 de abril de 1932 en Alhaurín el Grande (Málaga), Tejero era en 1981 teniente general de la Guardia Civil, cuerpo al que ingresó en 1951 y de donde fue expulsado tras protagonizar el golpe de Estado del 23-F. Fue condenado por rebelión militar a 30 años de cárcel, aunque finalmente cumplió solo la mitad de la pena y fue puesto en libertad en 1996.

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Antes del 23-F, Tejero participó en la denominada 'Operación Galaxia', una intentona golpista gestada en 1978 por un grupo de militares que consistía en asaltar al Gobierno durante una reunión en el Palacio de la Moncloa, aprovechando que el Rey se encontraba fuera de España de viaje oficial a México. El complot fue desarticulado antes de su ejecución, y el teniente general fue juzgado y condenado a siete meses de cárcel, lo que no le impidió continuar su carrera en el Instituto Armado hasta el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

«¡Quieto todo el mundo!»

Además de ser el rostro del golpe fallido del 23-F, es conocido por su frase «¡Quieto todo el mundo!», con la que interrumpió la votación que estaba teniendo lugar en ese momento en el Congreso de los Diputados, la investidura como presidente del Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo, que iba a suceder al entonces dimitido Adolfo Suárez. Desde ese momento, los 350 diputados pasaron más de 17 horas secuestrados en la Cámara Baja.

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Tejero irrumpió en el Hemiciclo a las 18.23 horas acompañado de más de 250 guardias civiles armados ordenando a los presentes que se tirasen al suelo. «¡Al suelo!», gritó el teniente general subido a la tribuna del Congreso, desde donde disparó varias veces al techo. Todos los diputados se agacharon excepto tres: Adolfo Suárez, su vicepresidente, Manuel Gutiérrez Mellado, y el líder del Partido Comunista (PCE), Santiago Carrillo.

La asonada, que contaba con el apoyo de sectores militares contrarios al Estado de las Autonomías, la legalización del PCE o algunas reformas del Ejército, fue orquestada por el propio Antonio Tejero, el entonces segundo jefe del Estado Mayor del Ejército, Alfonso Armada; y el capitán general Jaime Milans de Bosch, que decretó el estado de excepción en Valencia y sacó los tanques por sus calles.

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El golpe se empezó a desmoronar tras el mensaje televisado de madrugada del Rey Juan Carlos I, que ataviado con el uniforme de capitán general de las Fuerzas Armadas mostró el apoyo de la Corona a la Constitución y a la democracia. Sin apoyo militar ni político, Tejero no tuvo más opción que rendirse. Pasadas las 12.00 horas del 24 de febrero, los guardias civiles abandonaron el Congreso y liberaron a los diputados.

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