Un año de angustia por los desaparecidos de la dana: «Siguen buscando a Eli bajo el barro del barranco»
El descubrimiento del cadáver de quién parece ser el vecino de Pedralba, renueva las esperanzas de las familias de Elizabeth y Francisco, las otras dos personas rastreadas desde la riada
La aparición de lo que parece ser el cadáver de José Javier Vicent, desaparecido por la dana del pasado 29 de octubre, reabre las ... esperanzas de los familiares de las otras dos personas que continúan desaparecidas (Elisabet Gil y Francisco Ruiz) de recuperar los restos de sus familiares.
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El vecino de Pedralba apareció ayer martes en Manises. A falta de la confirmación oficial por ADN o por pruebas odontológicas, parece ser que se trata del desaparecido que durante el día de la dana se encontraba con su hija, una joven de 30 años con síndrome de Down, en una casa de campo de Pedralba cuando fueron sorprendidos y arrastrados por la riada.
Después del hallazgo de este cadáver, dos personas son las que permanecen desaparecidas. Una es Elisabet Gil, de 38 años de edad y vecina de Cheste, que viajaba en un coche junto a su madre con destino al Hotel La Carreta, donde ambas trabajaban. Iban a bordo de un Ford Focus que conducía Elvira Martínez (61 años), que fue hallada sin vida días después en el barranco del Poyo en el término de Quart de Poblet. Elisabet murió también aquel día, pero su cuerpo no fue localizado.
Francisco Ruiz Martínez desapareció en la zona del polígono de Montserrat cuando acompañaba a sus dos nietos de cinco y diez años, que afortunadamente consiguieron sobrevivir. «Al parecer los subió al techo del vehículo, pero cuando llegaron los policías él ya no estaba allí. El agua debió arrastrarle cuando iba en busca de ayuda», relató el alcalde de la localidad, Sergio Vila. El vecino de Montroy estaba al cuidado de sus nietos aquel día, porque su hija y madre de los niños tenía que ir a trabajar a una peluquería en Torrent.
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Ernesto Martínez, tío de Elisabet Gil, no pierde la esperanza de encontrar a su sobrina. «No la pierdo nunca», afirma. Martínez recalca que la búsqueda continúa: «Es encomiable la labor que están realizando las fuerzas de seguridad con la búsqueda», apunta.
Y es que la están buscando entre el barro. «Cada vez es más difícil de localizar porque ahora lo que queda son huesos y pelos. La labor que realizan es casi de arqueología». En este sentido, indica que que «se está desmontando el barranco hasta que llegan a la piedra para intentar encontrarla. Yo sigo la operación paso a paso».
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El familiar de esta desaparecida sostiene que «me están diciendo que la tienen que encontrar por amor propio y que la van a encontrar». La Guardia Civil procedió a la geolocalización del móvil de su sobrina a partir de los dos vídeos que envió mientras subía el agua. «En el último, que dura trece segundos, se ve la cementera de la A-3 y el agua ya les llegaba a los retrovisores. Imagina cómo debía ser la situación», ha añadido. Los restos de su hermana y madre de Elisabet aparecieron en el barranco apenas a un kilómetro de distancia.
Martínez considera que su sobrina sigue dentro del coche porque llevaba el cinturón puesto. Momentos antes de que el Ford Focus fuera arrastrado por la riada, Elisabet grabó dos vídeos con su móvil desde el interior del vehículo. Las imágenes fueron analizadas por la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias (UME) para acotar el área de búsqueda, pero la víctima y el coche siguen sin aparecer.
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También apunta que «nadie merece quedar en una cuneta, en un descampado. Cada vez siento más empatía por las familias de los desaparecidos en la Guerra Civil que llevan años buscando a sus familiares».
Samuel, el hijo de Paco, también sabe que la Guardia Civil sigue buscando a su padre. Pero las esperanzas que tienen de que lo encuentren son pocas. Ha pasado casi un año. Aunque es cierto de que después del descubrimiento del cadáver del que parece ser José Javier Vicent, «hay un pequeño rayo de esperanza. He leído la noticia esta mañana y me ha permitido recuperarla en parte».
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La búsqueda de los restos de su padre continúa. «La Guardia Civil llama a mi hermana cada cierto tiempo», explica pero señala que las esperanzas son pocas. «La diferencia es que en el Magro, la zona donde desapareció mi padre, es más difícil encontrarlo. No se hacen tantos trabajos de mantenimiento y limpieza como en el Turia», describe en referencia de cómo se ha encontrado el cadáver del que puede ser José Javier.
Samuel recuerda que su padre iban desde Montroy a Montserrat cuando les sorprendió la avenida de agua y tuvo la valentía de subir al techo del vehículo a sus dos nietos con lo que consiguió salvarles la vida ya que el coche se quedó fijado por una palmera y pudieron ser rescatados por efectivos de las fuerzas de seguridad. Parece que a José Javier el agua pudo arrastrarle cuando iba en busca de ayuda. Parece ser que fue arrastrado hacia el barranco de Montroi, que enlaza con el río Magro, aunque por toda la zona se realizaron batidas sin resultado.
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