

Secciones
Servicios
Destacamos
En junio del año 2021, el desbordamiento del río Ahr causó en Centroeuropa importantísimos daños, con pérdidas de vidas humanas y también afecciones materiales. En ... octubre de 2024, una catástrofe semejante devastó la provincia de Valencia, con consecuencias de alta similitud. En respuesta, el Gobierno de España anunció un cuantioso paquete de ayudas valorado en 16.600 millones de euros, más otros 2,2 del Consell. El total es una cifra apabullante pero, a la vista del trágico impacto que causó la dana, la pregunta surge de manera natural: ¿es mucho o poco? ¿Suficiente o escaso? La comparación, en este caso, es odiosa. Sólo en el estado alemán de Renania-Palatinado, el más damnificado por aquella tragedia, la inversión alcanza los 30.000 millones de euros. Casi el doble, como se desprende de la siguiente recopilación estadística de la catástrofe valenciana, según el Informe de Diagnóstico del Plan de Recuperación Económico y Social de la Comunitat Valenciana de la Generalitat. A saber, 306.163 damnificados, 228 muertos, 2.641 heridos, 1.656 casas declaradas no habitables, 11.242 casas afectadas, más de 500 kilómetros de carreteras afectados, 99 kilómetros de vías férreas interrumpidas, más de 64.000 empresas afectadas y 17.800 millones en daños totales.
La cifra nace del estudio que ha emprendido Eveline Lemke, experta en gestión ambiental, que durante aquel episodio de inundaciones ocupaba el cargo de ministra de Economía de ese estado. Lemke, que participó recientemente en una jornada organizada por LAS PROVINCIAS sobre el proceso de reconstrucción de la zona cero, facilitó al auditorio que siguió su intervención en Fundación Bancaja una serie de datos que ha ido recopilando para ofrecer asesoramiento a los damnificados valencianos como pista para recuperar la normalidad perdida el 29 de octubre. Con una advertencia preliminar: el estudio comparativo es muy pertinente porque las analogías entre ambos desastres naturales saltan a la vista; para empezar, la extensión del terreno dañado en uno y otro caso son prácticamente idénticas. A continuación, desglosa en estos términos su investigación.
Lemke recuerda como primer hito en el proceso comparativo que, como ha ocurrido en Valencia, también en su país se creó luego de la crecida del río Ahr una serie de comisiones de investigación en el ámbito parlamentario. El caso llegó igualmente a instancias judiciales, para determinar las responsabilidades políticas, con el resultado de más de 4.000 páginas de documentos oficiales con informes sobre las actividades impulsadas por los distintos organismos. De ahí nace su primera observación: «La superficie geográficamente afectada en Valencia y en Alemania Occidental es absolutamente comparable. Los daños y los kilómetros de carretera, también» A continuación, detalla la cuantificación de los daños: «En nuestra región de Renania-Palatinado, 141 personas murieron, 766 resultaron heridas y 17.000 familias perdieron sus propiedades». Más datos que pueden ayudar a que Valencia se haga una idea de la dimensión de aquella catástrofe: «Quedaron 347 edificios totalmente destruidos y 3.000, parcialmente, así como 74 kilómetros de carreteras destruidos, otros 20 de líneas ferroviarias y hubo 1.600 empresas que se vieron afectadas». Como consecuencia, Lemke anota que se perdieron alrededor de 20.000 puestos de trabajo. «Los daños a las empresas se estiman en 560 millones de euros», añade.
La experta alemana aporta además una prolija documentación procedente de fuentes oficiales del estado de Renania-Palatinado al respecto de la inversión en distintas áreas de actuación durante el proceso de reconstrucción, que por cierto aún continúa. «Para hacer frente a emergencias agudas», recuerda, «el Gobierno federal y el estado federado de Renania-Palatinado, a partes iguales, han proporcionado ayuda en forma de asistencia financiera rápida por un total de 167,25 millones de euros hasta finales de 2021». Un auxilio que detalla en estos términos: «Para los afectados a nivel privado se podría pagar una ayuda de emergencia de hasta 3.500 euros por hogar. Tras la liquidación final y los reembolsos, se abonó un total de aproximadamente 35,1 millones de euros en ayuda de emergencia». «Se presentaron más de 22.600 solicitudes, de las cuales más de 17.400 fueron aprobadas. No hay solicitudes pendientes», explica. Y en ayudas de emergencia para municipios hasta finales de 2021, «se habían pagado un total de 118,85 millones de euros en ayudas de emergencia para apoyar financieramente a los municipios y asociaciones de municipios en la reparación inicial de la infraestructura municipal, la limpieza y el desmonte, y otras medidas relacionadas con la prevención de riesgos y la reparación de daños».
Lemke desgrana acto seguido el sistema de abono de las ayudas: de la cantidad total, 60 millones de euros de ayuda de emergencia se pagaron a los distritos afectados y a la ciudad independiente de Tréveris a principios de agosto de 2021 «sin que nadie la solicitara», puntualiza. «La parte correspondiente al distrito de Ahrweiler», prosigue, «ascendió a unos 42,5 millones de euros». Y además, el distrito de Ahrweiler recibió otros 59 millones de euros en ayuda de emergencia, «por lo que el importe total de la ayuda de emergencia pagada asciende a aproximadamente 101,5 millones de euros». No fue la única derrama oficial en beneficio de los habitantes de la zona más dañada. También se aprobó una ayuda de emergencia adicional a los municipios por los servicios prestados en 2021 por un importe de 7.919.030 euros, «de modo que se abonó un total de 126.769.030 a los municipios»; de nuevo el Gobierno federal y el estado de Renania-Palatinado aportaron cada uno el 50%.
¿Y qué ocurrió en Renania con el tejido empresarial devastado por la riada? La experta alemana responde que desde organismos oficiales ya se han pagado 13,1 millones de euros en ayudas de emergencia a las empresas, después de que las autoridades «sometieran las solicitudes a un control de plausibilidad que, entre otras cosas, determinó si la empresa estaba afectada».
Las cifras reunidas en la investigación que aporta Lemke especifica también cómo, «para amortiguar la carga adicional sobre los servicios públicos municipales», el Estado dedicó 30 millones de euros en el Presupuesto de 2022 para pagos equitativos a los municipios afectados por la inundación. «Estos fondos podrán utilizarse, en particular, para compensar parcialmente diversas cargas que no pueden financiarse mediante el fondo de reconstrucción», señala. «También pueden utilizarse para compensar parcialmente a los municipios por las pérdidas de ingresos resultantes de la inundación», dice la experta alemana, quien anota que está prevista igualmente una ayuda de emergencia aprobada a finales de 2022 por importe de 7.919.030 euros. «Las decisiones sobre futuras solicitudes se tomarán en 2023», informa.
El estudio de Eveline Lemke es muy exhaustivo. Incluye por ejemplo el desglose de las cantidades que en forma de donaciones llegaron a los vecinos damnificados, que se suman a los diez millones de euros incorporados al Presupuesto estatal de 2022 para gastos de personal adicionales causados por las inundaciones. «El presupuesto para 2023/24 prevé 3 millones de euros para 2023 y 1 millón para 2024», afirma, para recordar a continuación cómo el estado de Renania-Palatinado abrió una cuenta de donaciones para las víctimas tras la tragedia, con resultados elocuentes: «Hasta el 26 de junio de 2023, se habían depositado en esta cuenta aproximadamente 19,55 millones de euros». De ellas, más de 19,54 millones de euros se pagaron en nueve tramos entre el 26 de julio de 2021 y el 26 de junio de 2023 a los distritos afectados y a la ciudad de Tréveris, «que distribuirán las donaciones a los necesitados a su propia discreción».
El resultado de esa inmensa red de apoyo financiero se especifica en ayudas para el desarrollo para municipios y otros proveedores de infraestructura pública, particulares, asociaciones, fundaciones, comunidades religiosas, empresas y profesionales autónomos, así como agricultura. Son recursos para la reconstrucción de municipios y otros proveedores de infraestructuras públicas que los afectados incluyen en todos sus planes de acción: en total, más de 4.500 medidas «con un volumen total de alrededor de cuatro mil millones de euros». «Los planes de acción», detalla Lemke, «pretenden ofrecer una perspectiva de las medidas de reconstrucción necesarias y los gastos asociados en los próximos años». Las medidas enumeradas en los planes de acción deberán ser solicitadas por los municipios y otros proveedores de infraestructuras públicas antes del 30 de junio de 2026. Con un matiz relevante: la ejecución de la construcción de todos los proyectos incluidos en los planes de acción «llevará varios años».
En el ámbito de la recuperación de infraestructuras (como carreteras, caminos, calles o dotaciones como escuelas), se aprobaron solicitudes de ayuda por un total aproximado de 419,2 millones de euros hasta el 13 de junio de 2023. «De esta cantidad, ya se han abonado a los municipios unos 284 millones de euros», asegura. «La diferencia entre los importes aprobados y los no pagados todavía se debe a que los fondos sólo pueden retirarse, como mínimo, doce meses antes de que venzan los pagos», según Lemke. «Si se toman decisiones sobre medidas que solo se implementarán en el futuro, el acceso a los fondos solo se podrá realizar en una fecha posterior». Con una observación adicional: «En ocasiones los municipios también renuncian a la opción de acceder a fondos en previsión de próximos pagos y sólo lo hacen una vez que éstos ya se han efectuado». Además, los municipios han registrado más de 1.700 medidas para restaurar infraestructuras municipales; del total de aproximadamente 1.700 millones de euros de financiación prevista, hasta el 14 de junio de 2023 se habían presentado 208 solicitudes para infraestructuras municipales en las áreas de «instalaciones de gestión de agua y residuos e instalaciones para el manejo de sustancias peligrosas para el agua», así como de «instalaciones de protección contra inundaciones y cursos de agua». De ellos, se aprobaron a los municipios unos 111,37 millones de euros y se abonaron 66,53 millones de euros.
En las inundaciones de Renania, cinco hospitales y dos clínicas de rehabilitación resultaron gravemente dañados; de ellas, se acordó restaurar seis instalaciones, con una financiación total de 76.960.768,33 euros. De esta cantidad, 54.187.399,94 euros se destinarán a la reconstrucción de tres consultorios y una clínica de rehabilitación. «La diferencia se debe a la pérdida de ingresos y a la adopción de medidas temporales urgentes, como ayudas de emergencia y subsidios de alquiler», reza el estudio.
En el caso del sector agrario, hubo 97 solicitudes por un montante de daños verificado de poco menos de 30,3 millones, con este resultado: se han aprobado un total de 14.439.530 euros, de los que se han abonado 14.318.661 euros. Un oxígeno financiero al que se suman distintas partidas para las zonas dañadas. Las administraciones de cada distrito recibieron 318 solicitudes para un total de 914 hectáreas de zonas dañadas; hasta el momento se han abonado ayudas por un importe total de 2.247.949 euros.
Hasta el 12 de junio de 2023, en Renania se habían aprobado un total de 11.390 solicitudes por un volumen de aproximadamente 140 millones de euros por daños en el contenido del hogar, con una tasa de aprobación del 96 por ciento de todas las solicitudes completas (11.840). Sólo en el sector de la construcción se aprobaron 3.077 solicitudes de reconstrucción de edificios de viviendas dañados o destruidos por un volumen de 496,5 millones de euros, con la particularidad de que «el pago de anticipos y posteriores retiros de fondos se realizó muy rápidamente en pocos días, de modo que la liquidez estuvo disponible rápidamente».
Eveline Lemke
Exministra del estado alemán de Renania-Palatinado
¿Resumen? Más bien inquietante para la zona cero valenciana. De la comparación entre la reacción de las administraciones a ambos desastres naturales se deduce, según Lemke, que «es previsible que los fondos previstos no sean suficientes; por ejemplo, para construir protección técnica contra futuras inundaciones y proteger la región de forma sostenible». También agrega una perspectiva sobre este particular: a su juicio, «sin el movimiento de aproximadamente un millón de metros cúbicos de tierra y la construcción de presas y cuencas de retención podrían ocurrir daños similares en el próximo evento de la misma magnitud». «Entonces, la región sería inhabitable», opina.
También sostiene su parecer de que «los recursos financieros para estas tareas no están resueltos». Y se pregunta: «Si no tenemos suficiente dinero, ¿cómo podemos esperar que sea suficiente para que Valencia pueda permitir una vida sostenible y a largo plazo en las zonas propensas a inundaciones?». Y más interrogantes. Por ejemplo, si existen estimaciones de costos suficientes que incluyan también la ampliación y renovación de la infraestructura hídrica y de otro tipo. «Incluso los sistemas de alcantarillado son demasiado pequeños para hacer frente al aumento de las precipitaciones».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.