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PACO MORENO
VALENCIA.
Sábado, 23 de diciembre 2017, 00:08
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El lago de la Albufera se encuentra algo más aliviado pese a la grave sequía gracias a una aportación extraordinaria desde el embalse de Tous autorizada por la Confederación del Júcar a petición del Ayuntamiento y la Conselleria de Agricultura. El nivel había llegado a una cifra alarmante por la falta de lluvias e impedido incluso la perellonà, la tradicional inundación de los campos de arroz.
La concejal del grupo popular Maria Àngels Ramón-Llin preguntó en el pleno por el bajo nivel del agua y las soluciones puestas en marcha por el gobierno municipal, dado que la falta de perellonà afecta incluso a la migración de las aves, que suelen hibernar en los arrozales.
El concejal de Devesa-Albufera, Sergi Campillo, indicó a LAS PROVINCIAS que el pasado 15 de noviembre se solicitó una aportación extraordinaria desde el embalse de Tous a la Confederación Hidrográfica del Júcar, que la aprobó con una cantidad de dos hectómetros cúbicos, un caudal ya en el lago.
El edil destacó que es la primera vez que la entidad estatal autoriza un aporte directo que no sea del sobrante del riego agrícola. La petición fue realizada de manera conjunta por la Conselleria de Agricultura y ha permitido llevar el nivel hasta los 12 centímetros, que equivalen a 30 centímetros sobre el del mar.
«Había llegado a estar a cero», recordó el edil, para quien una de las consecuencias de la llegada de un agua de tan buena calidad es facilitar la nidificación a miles de aves migratorias, que tienen con la inundación de los arrozales una despensa perfecta durante un tiempo.
«La inundación de los tancats es importante para la biodiversidad», señaló el concejal. La altura adecuada es de 25 centímetros (43 sobre el nivel del mar), aunque con lo que ha conseguido de momento se logra un periodo de tranquilidad. El Ayuntamiento presentó en las alegaciones al Plan de Cuenca del Júcar que este tipo de aportaciones sean regladas y no se consideren extraordinarias, por los beneficios que originan a la flora y fauna, ayudando además a la pesca y la agricultura en el parque natural.
Lo estipulado de momento es que la Albufera reciba 128 hectómetros cúbicos anuales, producto de sobrantes de riego y las escorrentías de la lluvia. Este año, debido a la escasez de lluvias, se han alterado todas las cifras de las aportaciones, lo que ha terminado afectando a la perellonà. El presidente de la Comunidad de El Palmar, José Caballer, destacó el beneficio del aporte para el trabajo diario de los pescadores.
«Se ha notado y mucho una mejoría en el lago», consideró. Para Campillo, los niveles tan bajos en invierno son «consecuencia de la reducción, prácticamente a cero, de las aportaciones al lago desde el sistema Xúquer fuera de la época de cultivo de los arrozales, especialmente durante el otoño y el invierno», añade en la respuesta a la concejal del grupo popular.
Campillo reconoció que hay mucho trabajo pendiente en la reconstrucción de las motas, los cerramientos de los arrozales que se encuentran por debajo del nivel del lago, los conocidos como tancats. El Ayuntamiento probó hace años hasta la reconstrucción de matas, pequeñas islas de vegetación en la Albufera.
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