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La ilusión puede con todo lo demás

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Notoria presencia de seguridad en unas cabalgatas de Reyes tan concurridas como siempre

P. PARDO / ORTS / LARROSA

Viernes, 6 de enero 2017, 00:33

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La Noche de Reyes se vivió como toda la vida, con las imágenes de los niños boquiabiertos y la golosa impaciencia por coger caramelos en las cabalgatas. Al cierre de esta edición, los pequeños dormían plácidamente en sus camas esperando el amanecer para descubrir los presentes que les habían traído los Magos de Oriente y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad desplegados por las cabalgatas de la provincia regresaron a sus dependencias sin incidentes destacables.

El refuerzo de efectivos tras los atentados yihadistas en Berlín y Estambul pasó desapercibido para los pequeños a pesar de que los adultos que les acompañaban sí notaron un incremento de vigilancia y unas medidas especiales. Sobre todo, en la disposición y distribución de efectivos, puesto que los cordones de seguridad se reforzaron en el perímetro de los recorridos para evitar el nuevo 'modus operandi' de atentar con vehículos pesados contra muchedumbres, como en Niza.

En Alicante, la Policía Local aumentó el despliegue habitual con más efectivos coordinados con la Policía Nacional. Las bocacalles que se dirigían al recorrido estuvieron bloqueadas no solo con coches patrulla, sino también con grúas municipales y hasta camiones de bomberos, algo inédito hasta la fecha. Todo ello completó la colocación de maceteros y otros obstáculos en las calles peatonales en días anteriores.

El intrincado recorrido del cortejo real en la capital provincial obligó a un esfuerzo extra, puesto que los Reyes llegaron primero a la Zona Volvo del puerto con una patrullera de la Guardia Civil y, ahí, bajaron para saludar a los pequeños y trasladarse hasta la Plaza de Toros para un segundo encuentro con los niños y volver a marcharse para iniciar la cabalgata en la plaza de los Luceros. Es decir, tres zonas a proteger por los agentes municipales y de Policía Nacional.

En Elche, el incremento de la seguridad también se hizo evidente a lo largo de todo el recorrido de la Cabalgata, ampliado este año. El dispositivo policial estuvo integrado por 250 agentes municipales y nacionales, que vigilaron la evolución del acto tanto junto al desfile como en las calles adyacentes, con un cordón perimetral para impedir el acceso de vehículos a las cercanías del itinerario.

Asimismo, dentro del desfile se reforzó la seguridad con vigilantes privados contratados por el Ayuntamiento, especialmente en torno a las carrozas. Personal de Protección Civil y las ambulancias de DYA completaron el dispositivo. Todo ello contribuyó a que el desfile se desarrollase sin incidentes.

El corte a la circulación por el recorrido de Luceros, Alfonso el Sabio, Rambla de Méndez Núñez, Altamira y Plaza del Ayuntamiento en Alicante se produjo desde las cinco de la tarde hasta pasadas las ocho. Sin embargo, desde mediodía ya había personas reservando asientos en primera fila para seguir la cabalgata y recoger alguno de los 30.000 juguetes que se lanzaron, aparte de los dulces.

El Ayuntamiento de Alicante sopesa para el año hacer reserva de asientos mediante entradas o algún sistema para evitar que la familias tengan que pasar horas guardando el sitio.

Pero este fue el menor de los problemas para padres y abuelos, más preocupados de que sus hijos y nietos no perdieran oportunidad de ver a sus personajes preferidos y coger alguno de los regalos que les lanzaron. Al final, miles de alicantinos salieron a las calles sin miedo alguno a disfrutar de la tradición.

También en Elche la cabalgata rompió todos los moldes en cuanto a la gente que acudió a presenciarla, tanto por el superior número de sillas colocadas en el aumentado trayecto, al haberse prolongado a Puente Ortices y Maestro Albéniz, como por la gente que se colocó detrás, en varias filas, y en las bocacalles del trayecto. La comitiva, con más de 650 integrantes, partió a las 19 horas desde Reina Victoria, encabezando la Policía Local motorizada. Seguía el grupo de patinadores, una plataforma de luz y sonido, el espectáculo Moon Light y los zancudos.

Después, once carrozas, multitud de populares personajes infantiles, personajes bíblicos y los boatos de Melchor, Gaspar y Baltasar, en sus respectivos carruajes. Todo ello sin presencia de animales. Durante todo el trayecto la lluvia de caramelos fue incesante. Desde el inicio hasta pasar el tercer rey transcurrieron 35 minutos. A la llegada al Belén Viviente, junto al Palacio de Altamira, se produjo el saludo de los Reyes a los niños ilicitanos y se lanzó un castillo de fuegos artificiales. Mientras, en varios puntos de la ciudad se quemaban las tradicionales 'atxes'.

El desfile alicantino, por su parte, se organizó en tres partes: la primera más lúdica donde participaron personajes de dibujos animados como la Patrulla Canina, Dora la exploradora o los protagonistas de películas como 'Frozen', junto con grandes hinchables con los robots de la saga' Star Wars'. Uno estuvo a punto de irse contra el público a mitad de Alfonso el Sabio, pero lo controlaron a tiempo.

Estos nuevos personajes se intercalaron con algunos más tradicional como 32 'nanos' y 8 'gegants' de las collas del Gigi y Felipe Sanchís, que cerraron el primer tercio. La segunda parte, religiosa, la conformarán diez carrozas históricas, entre ellas las de los tres Reyes Magos, así como diferentes bandas de música y danza, que dieron paso a una tercera con empresas colaboradoras.

La comitiva llegó a la Plaza del Ayuntamiento, donde fueron recibidos por el alcalde, Gabriel Echávarri, y la Corporación. Desde el balcón se dirigieron a los niños para pedirles que se fueran a la cama para esperar la mañana. Ellos se marcharon contentos y sus padres, tranquilos.

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