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Luis Candela
Martes, 27 de diciembre 2016, 00:28
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El Juzgado de lo Penal 2 de Alicante ha condenado a un hombre que asaltó un establecimiento de venta 24 horas e intimidó a sus dueños con una navaja. El delincuente se plantó en el negocio, ubicado en la calle Bilbao de la capital alicantina, bien entrada la noche del 12 de julio de este año, a las once, y exigió el dinero de la caja registradora a la pareja. Sin embargo, su fuerte oposición al atracador y la rápida aparición de la Policía Nacional evitaron que el caco se saliese con la suya. Por ello, el juez impone al reo una pena de dos años y medio de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación en establecimiento abierto al público con instrumento peligroso en grado de tentativa.
De noche. El procesado accedió al negocio a las 23.00 horas del 12 de julio de este mismo año en busca de la caja.
Armado y ebrio. El caco se presentó con una baja, aunque también estado de embriaguez y bajo los efectos de las drogas.
Resistencia. Tanto la dueña del 24 horas, que se llevó una cuchillada, como su marido se negaron a entregar el dinero.
Huida. El reo echó a correr al ver al dueño armado con un cuchillo y al escuchar que ya venía la Policía.
Arrestado. Los agentes dieron con él instantes después de salir corriendo del local perseguido por una empleada.
En un bar. El acusado alegó no recordar nada, solo que se encontraba en un bar con el coacusado sin más.
No obstante, el procesado, defendido por el letrado Alejandro Dartis, se beneficia de que el magistrado haya apreciado la circunstancia atenuante de intoxicación por alcohol y drogas. Además e la privación de libertad, el hombre deberá pagar una multa de 180 euros por herir a la propietaria del local cuando se negó a colocar la recaudación del día en una bolsa de basura. Su negativa llevó al acusado a lanzarle una cuchillada que le provocó heridas de levedad.
Por su parte, el supuesto compinche del penado ha quedado absuelto por no haberse quedado probada su participación en el atraco. Según aseguraba el Ministerio Público, este segundo sospechoso, defendido por la letrada Vanesa Burillo, habría estado esperando en la calle vigilando para su compañero lograse hacerse con el botín sin interrupciones desde el exterior. Pese a ello, el magistrado ponente del fallo, facilitado por fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), indica que solo se le atribuye dicha tarea porque compró un par de horas antes un cargador y se le vio tras el asalto al final de la calle.
Los hechos se produjeron hace apenas medio año. El 12 de julio, el acusado, afectado por la ingesta de drogas y alcohol, decidió ganarse un dinero dando un golpe en el 24 horas. Sin embargo, la falta de planeamiento y su estado le condujo a un atraco que los mismos responsables del negocio pudieron abortar.
El hombre exigió en todo momento el dinero de la caja registradora, pero el primer escollo lo encontró en a propietaria, quien se negó, llevándose un corte de unos cinco centímetros de longitud. La mujer necesitó de diez días para sanar de la lesión. En vista de que la dueña no le hizo caso alguno, el sospechoso se dirigió a su marido. El hombre, lejos de amedrentarse ante la navaja de su atacante, sacó un cuchillo de debajo del mostrador y lo esgrimió. En ese mismo momento, su esposa le gritó que la Policía ya estaba en camino.
Superado por la situación, el caco echó a correr por la calle Bilbao mientras una empleada del establecimiento le seguía los pasos para poder frenar la escapada. Algún que otro viandante se sumó a la persecución. Fueron agentes de la Policía Nacional, que rápidamente se personaron en la zona, quienes lograron apresar al sospechoso.
Los policías se incautaron en el mismo momento del arresto la navaja empleada en el asalto a la tienda 24 horas. El atracador poco aclaró de los hechos en el juicio, celebrado el 16 de noviembre pasado, apenas aportó detalles de lo sucedido al no recordar nada. Según manifestó, el estado de afectación por la ingesta de alcohol y drogas le impedía acordarse de lo que pasó esa noche, pues sus recuerdos alcanzan hasta horas antes cuando se encontraba con el exonerado en un bar de la ciudad, según recoge la resolución judicial.
Al parecer, la memoria de su amigo absuelto, alcanza hasta el mismo momento. Según relató en la sala de vistas, se encontraba en el mismo bar con el penado, quien se fue al aseo y poco después la camarera del establecimiento le dijo que «ahí va tu amigo corriendo».
El ponente del fallo no alberga dudas, pese a esta versión, de la autoría del principal sospechoso en el suceso al contar con pruebas tales como el arma y la declaración de varios testigos que vieron salir al sujeto del negocio.
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