La gripe en la Comunitat, en su cotas más bajas en años

Las altas temperaturas que han acompañado al invierno son sin duda una de las cuestiones más comentadas de los últimos meses. Y no menos conversaciones ha motivado que la gripe se retrasa o que su presencia entre los valencianos se mantiene en cotas muy bajas. ¿Podría ocurrir que la incidencia del virus se mantuviera como hasta ahora hasta el final del invierno? ¿Cuándo llegará la gripe a los centros de salud valencianos?

La experiencia de la presente temporada difiere del comportamiento del virus en años pasados, según se desprende de los datos de la Red Centinela Sanitaria de la Conselleria de Sanidad. Varios ejemplos demuestran que llegada la fecha actual la gripe había emprendido la ruta ascendente e incluso ya contaba en su haber con los picos más altos, como ocurrió en las campañas 2010-2011 y 2009-2010.

El último dato de este invierno -2015-2016-, correspondiente a la segunda semana de enero, descubre una tasa de incidencia de 13,3 casos por 100.000 habitantes, un escenario de cotas muy bajas en el que aún no se detecta el ascenso. El año pasado, en esa semana la tasa era de 25 afectados por 100.000 habitantes.

Hace unos días, la subdirectora general de Epidemiología de la Conselleria de Sanidad, Hermelinda Vanaclocha, destacó que la gripe en la Comunitat lleva «un mes de retraso como mínimo». Adelantó que se prevé que esta campaña el virus se presente con menor fuerza.

El viernes pasado, la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III daba a conocer que la incidencia media en España es de 45,5 casos por 100.000 habitantes, pero la Comunitat se encuentra entre las autonomías por debajo de esa media, junto a Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía, La Rioja, Ceuta, Melilla y Madrid, según Europa Press.

Un recorrido por los informes de la Red Centinela descubre entre los ejemplos que ilustran el retraso de este año y las diferencias de incidencia el periodo 2014-2015, cuando la presencia del virus se disparó en los primeros siete días de enero de 2015 y ofreció el pico de la temporada -312,7 casos- a final de mes. Una situación parecida fue la del invierno 2013-2014. En la primera semana de enero repuntó la gripe, manteniéndose creciente hasta alcanzar el máximo a final de ese mes.

En 2012-2013, la segunda semana de enero de 2013 ya marcó la diferencia. Fue entonces cuando se desencadenó el aumento hasta alcanzar el máximo -350 casos- en febrero. El temido virus tampoco faltó a la cita 2011-2012, si bien en este caso la subida se registró en la tercera semana de 2012 y la tasa máxima en la séptima. El hecho de que el aumento arrancara en la tercera semana del año podría, en tanto que aún se desconocen esos datos, llevar a que coincidiera el inicio con la presente, pero habrá que esperar los resultados de la Red Centinela.

Virus madrugadores

En el periodo 2010-2011 la gripe madrugó. En diciembre emprendió la ruta de ascenso que la llevó a un máximo de 150 casos por 100.000 habitantes en febrero. En 2009-2010 todavía fue más madrugadora. No esperó a que terminara noviembre de 2009 y a mediados de ese mes despuntó hasta alcanzar su récord en diciembre. En la segunda semana de enero -fecha de referencia de la presente temporada- prácticamente había desaparecido de las consultas médicas. La campaña precedente, 2008-2009, inició el ascenso en los últimos siete días de 2008 y en la tercera semana de enero el índice llegó a 230 afectados. En el invierno 2007-2008 los pacientes empezaron a llegar las consultas médicas en noviembre y en las dos primeras semanas de enero de 2008 la tasa se situó en 139 y 123 casos, dos resultados bastante alejados de los de la presente temporada.

En el invierno 2006-2007, a las alturas de enero en la que nos encontramos la gripe ya estaba creciendo. La campaña previa, la de 2005-2006, fue una de las más parecidas a la actual, de las que menos pacientes acercó a los ambulatorios. Reinó la paz en torno a la gripe. A juzgar por los informes citados la tasa fue baja durante toda la temporada. La línea que la describe se mantuvo constante, sin grandes altibajos. Lo más significativo fueron las tasas de 53,5 y 43,6 casos en las semanas ocho y 14 de 2006.

Este recorrido por la última década de la gripe permite conocer cómo se ha comportado el virus, pero queda por ver la trayectoria que ahora emprende. Los especialistas no apuestan por ninguna fecha. Javier Díez, experto en vacunas de Fisabio, fundación de investigación de la Generalitat, asegura que es «impredecible» la ruta que tome. Advierte que en el escenario en el que actúa este año puede influir que el virus sea menos fuerte y por eso no gana presencia.

La subdirectora general de Epidemiología de la Conselleria de Sanidad señaló que normalmente desde que entra el virus hasta que la onda alcanza el pico suelen transcurrir unas tres o cuatro semanas. Pero recalcó que aunque se han hecho muchos estudios «no se puede determinar cuándo se registrará este pico».

Vanaclocha hizo hincapié en que la llegada del frío favorece la extensión de la epidemia, tanto porque el virus vive mejor con las bajas temperaturas como porque con el frío los ciudadanos «se concentran más en sitios cerrados y se ventilan menos las habitaciones».