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Un lujo llamado farmacia

Poblaciones como Millares sufren el ocaso de los establecimientos en zonas poco habitadas

Jose Forés Romero

Lunes, 2 de febrero 2015, 19:55

Millares. Canal de Navarrés. 395 habitantes censados. Aunque en realidad son menos los moradores habituales de esta población que en su día a día se ve seriamente afectada por la burocracia. Los trámites relacionados con el paro o la hacienda pública , incluso con las especialidades médicas, se realizan en municipios tan dispares y lejanos como Xàtiva, Torrent o Requena. . Al menos su servicio médico , compartido con Dos Aguas , funciona perfectamente.

Eso sí, en pleno ocaso de las farmacias rurales, este pueblo, sin ser una de las afectadas por la nueva legislación (las localidades de menos de 250 habitamtes de la región están abocadas a cambiar sus establecimientos de venta de fármacos por el servicio de botiquín) sufre los problemas de abastecimiento y servicio con la farmacia que lleva Jorge Sayegh, desde hace siete años. « En este tiempo ha habido momentos buenos y otros no tanto, pero aquí estamos aguantando», explica el boticario.

La crisis y los problemas económicos ,que llevaron a estos establecimientos a paros y protestas en grandes ciudades, se multiplican severamente en Millares. «Las ventas son las mismas pero el precio es menor, en los momentos de huelgas me sentía menos solo, pero yo no podía protestar, no podía dejar cerrado esto», lamenta Jorge.

Aquí se entremezcla el servicio habitual de las farmacias de las urbes con otro más cercano, el que resuelve dudas con los medicamentos y el copago, el que lleva a sus casas los productos más pesados y que con estas y otras coyunturas especiales provocan que el negocio pase a ser casi secundario con los problemas que ello acarrea al empresario farmacéutico. «Se considera un lujo tener farmacias en esta clase de poblaciones de tan pocos habitantes, es más un afán de servicio, por eso están», explica el empresario que pidió reducción de jornadas (abre lunes, miércoles y viernes) para hacer sostenible el negocio.

El futuro pinta negro. Las guardias establecidas no casan con la realidad según expone Jorge.« Las farmacias rurales por su situación geográfica necesitaría una legislación diferente. La solución no para por estar 24 horas todos los días del año porque no es viable» sostiene Sayegh.

Quizá la asociación de establecimientos pueda verse como una solución. Eso y la conexión entre administración y sector que puedan garantizar el servicio y por qué no el negocio a todos los implicados.

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