Cerco a las chatarrerías ilegales

«Se trata de señores que, sin ningún tipo de autorización, plantan cuatro palos en un descampado, un cartel donde pone 'compro chatarra', y ya tienen montado el negocio». Así describen desde la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER) una «lacra» que está castigando con especial incidencia la Comunitat, como es la creciente proliferación de chatarrerías ilegales que, además de incumplir cualquier normativa medioambiental, estas 'campas' se nutren de materiales, cuanto menos, de dudosa procedencia, alimentando el robo y el mercado negro de metales como el cobre o el aluminio.

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