La base de Bétera libera a Estonia

Estonia ha sido invadida por Bothnia y el Cuartel General de la OTAN en Bétera asume la misión militar para liberar al país aliado. Es el escenario simulado en el que estos días se entrenan centenares de hombres y mujeres de la base valenciana. El simulacro es la prueba definitiva para que la Alianza Atlántica reconozca el aumento de capacidades de mando del acuartelamiento, que en pocas semanas podrá ya dirigir fuerzas de tierra, mar y aire en misiones reales.

El corazón de este ejercicio militar, bautizado como Trident Jaguar 14, es Menorca. Hasta allí se han desplazado 1.400 militares de veinte países de la OTAN. La mayoría de ellos, el cerebro de las operaciones, pertenecen a la base valenciana.

El escenario ficticio de la intervención militar se denomina Skolkan y está situado en el norte de Europa. Engloba a seis países independientes que antaño formaban parte del extinto imperio Skolkan. Uno de ellos es Bothnia, que adquirió su independencia en 1949, se estableció como estado socialista e históricamente ha manifestado su enemistad hacia Estonia, a la par que reclama las aguas del Golfo de Finlandia como soberanas.

Este contexto está aderezado con intereses por recursos naturales, la presencia de grupos terroristas y la opresión de minorías étnicas, germen de una crisis internacional en la que Bothnia ataca Estonia. El país, miembro de la OTAN, invoca el artículo 5 del tratado del Atlántico Norte. La Alianza envía al cuartel de Bétera para dirigir una gran operación militar con la que repeler la invasión y tratar de devolver la estabilidad al país.

En este panorama, los militares de Bétera deben responder ante eventos inesperados: atentados, revueltas, escaramuzas, ataques a convoyes, protestas... Toda una serie de posibilidades en las que todo se hace como se haría realmente. De ahí el despliegue desde Valencia a la isla balear con los vehículos, campamentos, ordenadores y equipos que se emplearían en el caso de que un país aliado sufriera esa invasión.

Para la simulación del despliegue por mar se ha movilizado también a la Fuerza de Asalto y Apoyo Naval de la OTAN. El buque de mando de la VI Flota Norteamericana, el USS Mount Whtney también está en Menorca durante estos días, al igual que los examinadores de la OTAN que se encargarán de dar el visto bueno a la nueva y crucial preparación del cuartel de Bétera.

En pocas semanas, el acuartelamiento valenciano estará ya disponible, durante un año, para ser movilizado en misión real con las mayores competencias asignadas por la Alianza desde su creación.