Begoña Florido expone en el Museo de Benicarló

Sus reflexiones sobre la vejez han desembocado en esta muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 31 de marzo, en la que intenta acercarse a la ancianidad con ternura. «Es una etapa ineludible de la vida», señala Florido para quien la sociedad todavía no sabe como afrontar esta situación.

«Estamos en una sociedad infantilizada que intenta esconder cualquier alusión a la vejez», reflexiona Begoña Florido que se muestra preocupada por el hecho de que cada vez hay más ancianos y «el problema es que no se sabe cómo atenderlos».

Los modelos de los cuadros son personajes reales. Desde su madre, amigos o su suegro. Son gente próxima a esta pintora que con su trabajo intenta ofrecer una mirada llena de cariño y belleza del proceso de envejecimiento. «La exposición tiene dos partes contrapuestas. Por un lado, están los retratos, mientras que por el otro se encuentran los paisajes», señala la autora, que ha intentado plasmar en ambos los sentimientos que le embargaron durante esta etapa vital.

«Cuando mi madre enfermó, yo trabajaba en Benicarló. Los paisajes son los que yo me encontraba cuando iba y venía entre las dos ciudades en los múltiples viajes que realicé», puntualiza.

Begoña Florido es licenciada en Bellas Artes y da clases de dibujo en un instituto de Educación Secundaria de Valencia tras pasar varios años enseñando en Benicarló. A lo largo de su carrera como pintora ha realizado diversas exposiciones tanto individuales como colectivas.