Los cazadores de Serra colaboran en defender a un anfibio autóctono amenazado

El pasado 9 de julio se reintrodujeron 50 gallipatos en una charca natural situada en el coto de Serra, dentro del parque natural de la Sierra Calderona. Su ubicación privilegiada y sus características idóneas para su supervivencia (10 metros de diámetro, 50 centímetros de profundidad y capacidad de 15.000 litros), la han convertido en la candidata perfecta para la realización del proyecto, que cuenta con la colaboración de la Conselleria de Medio Ambiente.

A la suelta también asistieron la consellera de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, técnicos del Parque Natural Sierra Calderona y la Asociación de familiares y personas con enfermedad mental (AFEMPES).

Estos pequeños anfibios de aspecto prehistórico se reproducen y crían en la Fundación Oceanogràfic, para posteriormente ser liberados en el medio natural con el fin de perpetuar la especie.

El presidente de la sociedad de cazadores “Alto Pino” de Serra, Roberto Dolz, se muestra entusiasmado con la participación en el proyecto: “Aunque esta balsa fue construida para abastecer a la fauna, tanto cinegética como no cinegética, para nosotros es un honor contribuir a la preservación de especies endémicas dentro de nuestro acotado”. “Nos hemos comprometido a mantener la balsa en condiciones idóneas, llenas y limpias, y estamos sufragando la totalidad de los gastos, algo que para el club es un desembolso importante”, concluye.

El gallipato se conoce popularmente como “ofegabous”, porque se pensaba que vacas y toros podían morirse si se tragaban uno de estos animales al beber en las charcas. “Este anfibio, el único que existe con cola en nuestra Comunitat, puede alcanzar hasta 30 centímetros de longitud. De ojos pequeños pero saltones tienen, afortunadamente, una gran capacidad de reproducción”, destacan fuentes de la Fundación Oceanográfico de Valencia.

La Federación de Caza agradece el compromiso de la Sociedad de Cazadores “Alto Pino” de Serra por la preservación de especies amenazadas, que demuestra una vez más que los cazadores son los mayores implicados en el cuidado de la naturaleza y mantenimiento de nuestros montes.