Hacienda reclama 52 millones al Consell por el IRPF de los funcionarios

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, anunció ayer que durante las últimas tres semanas ha recibido 41 malas noticias. El Gobierno central pretende cobrar al Consell la «friolera» de 52,5 millones de euros en concepto de intereses de demora por las cantidades impagadas a la Agencia Tributaria de las retenciones de IRPF de la nómina de los funcionarios durante el mandato Alberto Fabra al frente del Consell. El Ejecutivo anterior dejó una deuda con la Agencia Tributaria que supera los 402 millones de euros, derivada del impago a la AEAT de las retenciones en concepto de IRPF practicadas en las nóminas de los funcionarios. A la Conselleria de Hacienda han llegado 41 notificaciones reclamando las penalizaciones, a pagar antes del 5 de enero. Según la documentación remitida a la Conselleria, se trata de 13,45 millones de intereses de 2012; unos 27,5 millones de 2013 y otros 11,5 millones de intereses de 2014, que suman unos 52,5 millones de euros en concepto de intereses de demora por el retraso en el abono de las cantidades del IRPF.

El equipo del ministro de Hacienda de Hacienda, Cristóbal Montoro, ayer en Valencia, confirmó que los intereses de demora «es algo que va inherente a los aplazamientos». Es una operación «pactada dentro del marco legal», recalcó Rosana Navarro, la secretaria general de Coordinación Autonómica y Local del Ministerio de Hacienda. Navarro explicó que siempre que hay un aplazamiento de pago hay unos intereses pero que la Generalitat no se encuentra «ni en situación de apremio, ni de embargo».

Navarro confirmó la notificación de la reclamación durante una comparecencia del ministro Montoro para explicar la llegada a la Comunitat del FLA permitirá pagar más de 112.000 facturas. Sin embargo, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no se sintió ayer aliviado por el anuncio.

Puig lamentó que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ofrezca «una limosna, un aguinaldo de Navidad», cuando el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) es «la exigencia de un dinero que es de todos los valencianos». Para el presidente de la Generalitat, la visita de ayer de Montoro es, además de «una falta de respeto institucional a la Generalitat y a los valencianos», un acto «electoralista» que «no atiende a los requerimientos reales de la Comunitat».