El auditor de IFA alerta de que presenta «incertidumbres para poder continuar»
El director de la entidad explica en la memoria de 2013 que el patrimonio neto aún asciende a 4,3 millones de euros, por lo que «no nos hallamos en causa de disolución»
Bernat Sirvent
Sábado, 10 de enero 2015, 01:09
Que la Institución Ferial Alicantina (IFA) atraviesa una delicadísima situación económica y financiera no es ningún descrubrimiento a estas alturas. Pero que el auditor Deloitte ponga negro sobre blanco los guarismos a 31 de diciembre de 2013, el último ejercicio contable cerrado, supone un importante toque de atención hacia el Patronato de IFA, que el próximo miércoles se reunirá, presidido por el conseller de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, para analizar qué viabilidad tiene la plataforma ferial y comercial inaugurada en la partida ilicitana de Torrellano en la década de los años 80 por el entonces presidente de la Generalitat, Joan Lerma.
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La auditoría fue firmada por la técnico de Deloitte Beatriz Martín el pasado 6 de noviembre, después de que en el último comité ejecutivo de IFA dos de sus miembros, el edil de Empresa y Empleo de Elche, Luis Ángel Mateo Miralles, y el abogado experto en marcas y presidente del CEEI de Elche y vocal designado por el Ayuntamiento de Elche, Enrique Martín, se negaran a firmar la formulación de cuentas anuales al considerar, precisamente, que no habían sido preceptivamente auditadas. El trabajo ya ha sido entregado por Deloitte para su análisis y votación en el Patronato del miércoles, una reunión que ha ido posponiéndose desde el pasado julio.
La auditora plantea salvedades de calado a la cuenta de resultado anual formulada y presentada por el director de IFA, Antonio Galvañ. El presidente de IFA ese año fue, hasta el 8 de septiembre, cuando fue relevado por el empresario ilicitano Manuel Román, Moisés Jiménez Mañas, actual presidente de la patronal Coepa, cuyo tesorero es, precisamente, el propio director de IFA. Textualmente, su informe lo concluye la experta en estos contundentes términos: «Las circunstancias anteriores indican la existencia de una incertidumbre significativa sobre la capacidad de IFA para financiar y continuar con sus operaciones y, en consecuencia, su capacidad para realizar los activos y liquidar los pasivos por los importes y según la clasificación con que figuran en las cuentas anuales abreviadas, que han sido preparadas asumiendo el principio de continuidad de la actividad, la cual está condicionada a la continuidad del apoyo financiero y operativo de las instituciones».
Es decir, que sin la inyección permanente hasta ahora del brazo financiero de la Generalitat, el IVF, difícilmente tiene viabilidad IFA a muy corto plazo. La auditora hace varias puntualizaciones. El inmovilizado material de IFA incluye 48,6 y 17,9 millones de euros que corresponden al Proyecto IFA Arena y a terrenos y construcciones asociados al Pabellón II «para los que no nos ha sido posible evaluar la razonabilidad de su valor neto contable al 31 de diciembre de 2013 al no disponer de información actualizada de su valor de mercado elaborada por un experto independiente». La auditora subraya que «dado el retroceso en los precios del mercado inmobiliario en los últimos años, es probable que con una tasación se hubieran puesto de manifiesto minusvalías en los activos». Ya lo advirtió Deloitte el año pasado. Precisamente la directora general de Comercio de la Generalitat, Silvia Ordiñaga, y el tesorero de IFA, Juan Jesús Vicente, firman la cuenta anual presentada por Galvañ el 19 de junio al comité de dirección «a excepción de la falta de tasación de activos». El auditor también tira las orejas al director de IFA al reconocer como más valor de los terrenos adquiridos y de las construcciones en curso los gastos financieros asociados, así como gastos de publicidad y promoción del proyecto IFA Arena, por 3,7 y 1,7 millones. Pero el auditor advierte de que «el marco financiero aplicable a la entidad no permite la activación de estos gastos, lo que supondría aumentar el excedente negativo de 2013 en 1.777.000 euros y reducir las reservas en 3.767.000 euros». Otra salvedad que hace Deloitte es que IFA clasifica como pasivo no corriente dos préstamos de 20 y 3,8 millones que tenían su vencimiento el 15 de junio de 2014. Fueron aplazados a 2015 unos días antes de su vencimiento, con anterioridad a la formulación de las cuentas de 2013, pero «de acuerdo con principios contables de general aceptación en España el saldo de los préstamos debería clasificarse en el pasivo corriente». Los fondos propios de IFA son negativos en 5 millones. Pero la dirección asegura que las pérdidas de 2013 (850.985 euros) «no reducen de forma considerable el patrimonio neto, ya que el mismo asciende a 4,3 millones, por lo que no estimo que IFA se halle en causa de disolución». Este diario trató ayer, sin éxito, de conocer la opinión del actual presidente de IFA.
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