Medio siglo de visitas a la provincia

La relación del Rey JuanCarlos con la provincia de Alicante ha tenido una doble vertiente: por un lado, las visitas puramente protocolarias como Jefe de Estado; por otro, las relacionadas con una de sus grandes pasiones: la vela. Entre la primera y la última visita de Juan Carlos de Borbón a la Costa Blanca ha pasado medio siglo, cincuenta años justos en los que pisó tierras alicantinas como cadete, como Príncipe y como Rey.

Corría el mes de junio de 1958 cuando un jovencísimo Juan Carlos de Borbón se acercó a Alicante por primera vez. En aquella época era cadete de la Academia General del Aire de San Javier, en Murcia. Llegó acompañado de otros cadetes, se alojó en el Hotel Carlton, en cuyo libro de visitas firmó, y disfrutó como el resto de jóvenes militares de alguna salida festiva, baile incluido, pero también dedicó tiempo a visitas más protocolarias, incluido el Ayuntamiento de Alicante.

Siete años después, en febrero de 1965, Juan Carlos volvió a la provincia en una amplia visita de varios días que le llevó a conocer diferentes fábricas de la provincia en Crevillent, Elche, Ibi y Alicante. Ya se había casado son Sofía de Grecia (1962) e incluso había nacido la primera de las infantas, Elena (1963), pero Franco aún no le había designado como sucesor, algo que se producirá en julio de 1969.

La tercera visita de Juan Carlos de Borbón a Alicante fue en junio de 1974 con motivo de su participación en la travesía Palma de Mallorca-Alicante. El Príncipe, junto con el resto de la tripulación del Shere-Khan, arribaba a medianoche al Club de Regatas de Alicante después de una travesía de 34 horas. Allí fue recibido por el gobernador civil, el alcalde de Alicante y otras autoridades. Al día siguiente marchó en avión a Madrid y regresó el día 22 para realizar el trayecto de vuelta entre Alicante y Palma.

En su cuarta visita a la provincia de Alicante no solo había sido designado sucesor, sino que ya había sido proclamado nuevo Jefe de Estado.El ya Rey Juan Carlos I regresó a la provincia el 3 de diciembre de 1976. Lo hizo acompañado por la Reina Doña Sofía y vivió una maratoniana jornada que empezó en Dénia, para recorrer posteriormente, con pequeñas estancias, las localidades de Alcoy, Elda y Petrel, donde inauguraron sendos edificios, y Elche, donde asistieron al bautismo de una palmera dedicada en su honor.

Finalmente, en Alicante hubo una recepción en el Ayuntamiento, donde salieron al balcón para saludar a los alicantinos. Celebraron también una sesión de trabajo en la Diputación de Alicante para, posteriormente, visitar la concatedral de San Nicolás, donde entraron bajo palio, para ver la imagen de la Virgen del Remedio, patrona de la ciudad.

«En el almuerzo en el Castillo de Santa Bárbara -relataba entonces La Verdad- hubo menú de productos alicantinos» servido por Meliá y consistió en mariscos (langostinos y cigalas de Guardamar), arroz a banda con all i oli, postres (turrones de Jijona, peladillas y piñones de Alcoy, pasas de Denia, almendras de Villajoyosa, dátiles de Elche, naranjas de Orihuela y manzanas de Villena) y café granizado.

Este viaje formaba parte de un itinerario más amplio que llevó a los Borbones a visitar las provincias de Valencia y Castellón en días precedentes. Toda la provincia se movilizó ante la inminente llegada de los Reyes. Miles de personas aclamaron a los Reyes en todas las poblaciones por donde discurrió la comitiva real: Denia, Alcoy, Alicante, Petrel, Elda, Monforte del Cid, Monóvar, Novelda y Aspe.

La Familia Real, con la única ausencia del Príncipe Felipe, regresó en junio de 1983. El Rey, acompañado de la Reina y de las infantas Elena y Cristina, dedicó una jornada a la provincia con una apretada agenda. Por su lado, acudieron a las inauguraciones de una ampliación del aeropuerto de El Altet, una residencia sanitaria en Elda y el Casino de Alicante y después asistieron a la entrega, por parte de las infantas Elena y Cristina, de las banderas a las fragatas de combate que llevan sus respectivos nombres y que estaban atracadas en el puerto de Alicante.

La siguiente visita, en octubre de 1994, tuvo un marcado carácter económico. Los Reyes se desplazaron a la provincia para asistir a la inauguración de Expocalzado, certamen que todavía se celebraba en los pabellones de IFA. Los Reyes se reunieron en aquella ocasión con los empresarios del calzado, así como los de otros sectores económicos de la provincia. Don Juan Carlos elogió entonces el carácter emprendedor del empresariado de la provincia, y en particular del ilicitano. Hubo placa conmemorativa en la fachada del Ayuntamiento de Elche, medalla de oro y saludos desde el balcón mayor del edificio consistorial. En aquella ocasión hubo más de 20.000 ilicitanos en las calles de la ciudad que dieron la bienvenida a los monarcas.

Unos meses después, el 18 abril 1995, los Reyes vuelven a la provincia para presidir la entrega de los Premios Nacionales de Diseño. El Rey Juan Carlos aprovechó que Alicante había sido elegida poco antes como sede de la Oficina de Armonización del Mercado Interior (marcas, dibujos y modelos) de la Unión Europea para pedir a las empresas españolas que incorporasen el diseño industrial y las nuevas tecnologías a sus procesos de producción como único camino para mejorar posiciones en los mercados exteriores.

En el otoño de 1997 los Reyes visitaron la ciudad de Alicante para recorrer los barrios más afectados por la riada y saludar a los vecinos en unos momentos tan complicados.

En mayo de 1999 los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía visitan por primera vez el acuartelamiento Alferez Rojas Navarrete, en Rabasa, donde presiden la jura de bandera de 768 nuevos soldados profesionales.

Dos años después, el 2 de junio de 2001, Alicante acogió el Día de las Fuerzas Armadas con un espectacular desfile presidido por los Reyes y en el que participaron más de 2.000 soldados. El acto incluyó un ejercicio de rescate de un rehén civil durante un conflicto bélico simulado en la playa del Postiguet. En estas mini-maniobras participó la estrella de la Armada, el portaaviones Príncipe de Asturias, junto a varios helicópteros Chinook, así como aviones F-18 y Harrier AV-8, y dos unidades de especialistas buceadores y paracaidistas. La exhibición, que se desarrolló a escasos metros de donde se bañaban miles de turistas y alicantinos, incluyó desembarcos, incursiones helitransportadas y lanzamientos de precisión en paracaídas.

El 28 de junio de 2003 volvieron los Reyes a Elche para presidir la final de la Copa del Rey disputada en el estadio Martínez Valero que enfrentó al Recreativo de Huelva y al Mallorca (0-3).

En septiembre de 2004 el Rey Juan Carlos preside los actos de celebración del décimo aniversario de la Oami, un acto en el que destacó que la creación de la oficina ha contribuido a «alcanzar una Europa mejor»

Un año después, el 18 de mayo de 2005, el Rey Juan Carlos vuelve a realizar una visita de trabajo al Mando de Operaciones Especiales (Moe), con sede en el acuartelamiento militar de Rabasa. El Rey estuvo acompañado por el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general José Antonio García González; el general jefe de la Fuerza de Maniobra, Juan Ortuño; y el general jefe del Moe, Alfredo Cardona.

En el año 2008 se produjeron las tres últimas visitas del Rey Juan Carlos a la provincia de Alicante. El 18 de mayo visitó en el puerto de Alicante la base del equipo español de vela que unos meses después iba a participar en la Volvo Ocean Race, cuya salida presidió Juan Carlos I el 11 de octubre de 2008. Dos días antes el Rey y la Reina presidieron la entrega de los Premios Jaime I en el Castillo de Santa Bárbara.

Aunque otros miembros de la Familia Real, como la Reina Sofía, el Príncipe de Asturias y Doña Letizia o la infanta Elena han visitado la provincia con motivo de diferentes actos oficiales, el Rey Juan Carlos no ha vulto a la Costa Blanca desde aquel 11 de octubre de 2008.