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Almendros en flor en un campo de Elche.

La plantación de la almendra se multiplica tras alcanzar su cotización cifras históricas

Muchos invernaderos han agotado las existencias de plantones debido a la alta demanda no solo en las comarcas alicantinas, sino también en Castilla-La Mancha

Bernat Sirvent

Viernes, 9 de mayo 2014, 18:16

Los máximos registrados en la cotización en el mercado de la almendra, fruto seco muy apreciado no solo por la industria turronera de Jijona sino, en general, por la pastelera de toda España e incluso por importantes mercados europeos como el francés y el alemán, han abocado a cientos de agricultores alicantinos a explorar las posibilidades de este cultivo o a ampliarlas.

Tanto es así que en no pocos invernaderos de la provincia se han agotado ya los plantones de las principales variedades como marcona, comuna o llargueta, según explica a este diario el responsable de frutos secos de La Unió de Llauradors, José Juan Cano.

«Puede que los agricultores hayan visto la luz, pero pueden confundirse o desencantarse, porque la cotización de la almendra sufre grandes oscilaciones», explica a este diario.

No obstante, este fuerte repunte, del que este diario ya informó hace un año tras colapsarse el mercado del fruto seco por los desvíos masivos desde California hasta los mercados emergentes de Asia (India y China) en detrimento de la Unión Europea, podría perdurar unas cuantas campañas más.

El precio de la variedad marcona ha marcado récords históricos de 9 euros el kilogramo de pepita repelada. En origen para el agricultor, en cáscara se ha pagado a 2 euros, algo inédito desde hacía años, pues apenas sí dejaba el fruto seco rendimiento para cubrir los costes de producción al pagarse a solo sesenta céntimos de euro (cien de las antiguas pesetas).

La alta demanda de plantones, especialmente de las variedades marcona, comuna y llargueta (más estas dos últimas al ser la planta más resistente a las sequías y las heladas, según Cano), se produce no solo por parte de agricultores alicantinos, que han hallado un hueco de mercado para diversificar sus producciones o ampliarlas.

También se está realizando una fuerte petición de compras por parte de agricultores latifundistas de Castilla-La Mancha, adonde la almendra está menos implantada en muchas zonas por las bajas temperaturas del invierno e incluso en los inicios de la primavera, cuando se acaba la floración y se inicia el cuajado del fruto.

Además, la almendra es uno de los pocos cultivos leñosos que no dispone de seguro o con franquicias muy bajas para el riesgo de las heladas, el que más castiga las producciones, como ocurrió, sin ir más lejos, el pasado año en amplias zonas de las comarcas del Alto Vinalopó, la Foia de Castalla y l"Alcoià.

Los precios son récord, aunque Cano recuerda que «ahora se vuelve a la normalidad en la cotización y ello genera ilusión en los productores». En 1986 se vieron los mejores precios en España, con mil pesetas por kilo en grano (seis euros actuales en contravalor, como se ha pagado la marcona el pasado invierno) y casi 250 pesetas con cáscara.

A partir de entonces el precio comenzó a bajar, creció la importación desde California, llegó la sequía en los años 90 y el abandono masivo del campo por parte de los jóvenes que "emigraron" al ladrillo en pleno "boom" inmobiliario.

En marzo del pasado año, el presidente del Consejo Regulador Turrón de Jijona y de la Cámara de Comercio de Alicante, José Enrique Garrigós, ya advirtió de la apreciación del valor de la almendra por falta de "stocks" en Europa debido a la importación masiva que realizaba de California (el mayor productor mundial que fija el precio de referencia) los países emergentes asiáticos, principalmente China e India.

La producción de la provincia se eleva a unas 3.000 toneladas en grano. La provincia cuenta con unas 52.000 hectáreas de cultivo. Las explotaciones alicantinas cerraron la campaña 2012, la última cuantificada, con 2.517 toneladas de pepitas. La floración anticipada no se ha producido, a diferencia del año anterior, en este tramo del invierno, pese a las suaves temperaturas que registra la provincia.

Pero el agricultor no estará tranquilo hasta que pase el 15 de marzo, fecha en la que el pasado año se estropeó en muchas zonas hasta el 50% de la cosecha. Según la asociación empresarial Almendrave, que concentra a los principales almacenistas, importadores y exportadores de España, el 90% de exportación del país se dirige a Europa, sobre todo a Alemania (25%), Francia (25%) e Italia (10%), aunque también Reino Unido, Países Bajos y Bélgica.

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La plantación de la almendra se multiplica tras alcanzar su cotización cifras históricas