La Marina

Según la edil resolver la situación financiera del municipio pasa por acometer el problema primero desde dentro. "Hay que optimizar recursos humanos y financieros, buscar nuevas maneras de financiación, aplicar una estricta política de recaudación, contención del gasto y revisión y fiscalización del gasto municipal", reseñó. "Sólo entonces podremos pedirle a la población el enorme esfuerzo de pagar más impuestos".
Vasbinder incidió en la necesidad de redactar un plan financiero y, "aunque sea muy farragoso, solicitar subvenciones europeas para revitalizar el comercio después de las obras".
Su compañero de partido, Paco Catalá, añadió que el Ayuntamiento debe plantearse ya el estudiar de una manera seria las estrategias para encarar el futuro e invertir en formación, en dinamizar el comercio y ofrecer unos servicios locales a la altura del turista que se persigue, además de abrir nuevos mercados como la tercera edad. Catalá espera que en tiempos de vacas flacas el ejecutivo "elija con precisión a donde enfocar las inversiones y contenga todo el gasto superfluo".
Y es que al portavoz del partido, Oscar Antón, le parece de lo más injusto que se suban las tasas para recaudar más y por otro lado se mantengan 16 cargos de confianza, unos sueldos fijados en años de bonanza económica, demasiadas dedicaciones o se permita que los departamentos municipales gasten "lo que no tienen".
"El 80% de las facturas que se aprueban en el pleno van con informes desfavorables de intervención porque son para pagar cosas que la concejalía no tenía presupuestadas a principio de año", recalcó el concejal, quien pidió que "empiecen a cuestionarse algunos gastos o convenios que ya no se pueden mantener".
Antón se mostró indignado al ver como el alcalde, Eduardo Monfort, "se ha permitido el lujo de tratar de desviar la atención de la ciudadanía hablando del puerto dos días antes de subir 25 tasas municipales". "Es vergonzoso", tachó el concejal "aunque lo parezca esto no es una república bananera y hay que ser responsable".