El PP de Xàbia aseguró ayer que nunca ha dicho sí a cambiar el empedrado de la plaza de la iglesia por bloques de granito. Es más aseguró que la única vez que se les habló sobre el asunto fue en el mes de mayo para advertir que la muestra presentada por la empresa era un desastre, "que se tenían que mirar alternativas, que el granito costaba 120.000 euros más y no tenía subvención alguna", señaló Miguel Savall.

"No se decidió nada. Teníamos que mirar las muestras antes y la siguiente noticia que tuve fue que ya se había encargado el granito de la China", apostilló Savall.

Un material que el PP no está dispuesto a consentir que se use para cubrir las tres plazas del casco antiguo. De hecho, en una reunión de urgencia celebrada esta semana para decidir qué se hacía tras la polémica desatada, tanto los populares como el PSPV se negaron en rotundo a que desaparezca el empedrado. Sin embargo, Nueva Jávea volvió a salir en auxilio de Bloc Centristes y apoyó la propuesta.

Según el PP, el clima de crispación respecto al asunto provocó que el edil de Obras, Toni Torres, "amenazara con suspender las obras". Algo que consideran una "bravuconada" puesto que esto supondría perder la subvención europea. Dos millones de euros que para el PP "peligran" dado el ritmo que llevan los trabajos.

No obstante, el PP no cree que estos retrasos deban de servir de excusa para permitir la desaparición de emblemático de la villa. "Hay muchas empresas que suministran bloques prefabricados con mosaicos de piedras" aseguró. De hecho Savall recordó que cuando ostentaba la delegación de obras, la plaza de la ermita de Santa Llúcia se empisó con este tipo de material "en cuatro días y con solo dos obreros".

Para el popular la realidad es que el equipo de gobierno "como en todas los problemas de las obras, no se ha preocupado de buscar materiales dignos para las plazas de Xàbia, sino que le sobró con que la empresa adjudicataria le dijera que era muy difícil de encontrar piedras y caro".