El valencianismo, a medir su fuerza en las europeas

El valencianismo político inicia esta noche una carrera de fondo con un primer final de etapa previsto para el 25 de mayo. Será esa jornada cuando Valencians Per Europa, plataforma electoral formada por Accio Nacionalista Valenciana, Unio y Renovacio Politica, pasen el examen en el que medirán por primera vez en años cuál es su verdadera fuerza.

Pero las europeas no son sino una prueba de cara a los comicios municipales y autonómicos de 2015, elecciones a las que aspiran a presentarse juntos de nuevo, y a poder ser en compañía de más formaciones valencianistas de carácter local. Se han dado cuenta de que el objetivo no es otro que lograr la unión del valencianismo para obtener representación en las instituciones autonómicas de las que están ausentes desde hace casi dos décadas. Es el inicio de un proyecto que va mucho más lejos de las europeas porque a la Comunitat Valenciana le hace falta una fuerza política propia, asegura el presidente de Renovacio Politica, Benjamín Lafarga, con el asentimiento de Miquel Real, presidente de Accio Nacionalista Valenciana, y de Raül Cerdá, el presidente de Unio.

Proyecto Europa es la marca con la que se presentan estas tres formaciones (Valencianisme Per Europa es la que emplearán en la Comunitat) junto al Bloque Aragonés y el PRAO, partido implantado en provincias de Andalucía oriental. Su propuesta se articula en la supresión de los acuerdos agrícolas preferenciales con países terceros y que la UE favorezca la exportación y los cultivos propios de sus países socios. Plantean la recuperación del trasvase del Ebro y la urgente conexión ferroviaria con el centro de Europa a través de Aragón. Defienden la armonización fiscal y que el Banco Europeo se convierta en una especie de Reserva Federal norteamericana, además de la defensa de la lengua valenciana y rechazar expresamente la Acadèmia Valenciana de la Llengua puesto que está compuesta por una mayoría de miembros que niegan la existencia del idioma valenciano a lo largo de los siglos.

La campaña electoral la han planteado como dos semanas de intenso trabajo en la que la falta de fondos la van a tratar de suplir con voluntad, con el contacto directo con la gente no sólo estrechando manos, sino explicando en las calles y mercados qué son, quiénes son y qué proponen. La campaña tampoco se quedará exclusivamente en la calle, sino que entrará en los ordenadores, tabletas y teléfonos inteligentes: su página web y las plataformas sociales, en especial Facebook y Twitter, van a tratar de explotarlas al máximo para transmitir su mensaje. Critican que se permita un gasto por partido, coalición o marca de hasta seis millones de euros en esta campaña hasta el punto que lo consideran inmoral.

La lista de Valencians Per Europa la encabeza un joven de 25 años, programador informático, llamado Rubén Vañó. Mari Carmen Melián, dependienta del Mercat del Cabanyal, es la número tres y la cinco, Inmaculada Silvestre, administrativa en paro.

Si logran representación (un eurodiputado) los cinco partidos se repartirán el escaño en Estrasburgo a razón de un año cada uno de ellos. Es lo más razonable, sostiene Rubén Vañó.