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Gran manifestación de duelo en el entierro de Granero. :: lp
El toro 'Poca pena' mata al torero Granero en Madrid

El toro 'Poca pena' mata al torero Granero en Madrid

Su entierro, el 9 de mayo, constituyó una de las más grandes manifestaciones de duelo que se han conocido en Valencia

V. LLADRÓ

Lunes, 20 de abril 2015, 23:55

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Acababa de cumplir los veinte años y prometía ser uno de los toreros más grandes de la historia, pero un toro de la ganadería del Duque de Veragua, 'Poca pena', acabó con su vida y sumió en la consternación a toda España, sobre todo a su tierra valenciana, y no sólo a los aficionados al toreo. Manolo Granero murió el domingo 7 de mayo de 1922 en Madrid, cuando lidiaba el cuarto morlaco, el segundo de los que le correspondían, en una corrida junto a La Rosa y Marcial Lalanda, su gran rival.

En su amplia información sobre la tragedia, LAS PROVINCIAS contó detalladamente lo sucedido en la edición del martes 9 (los lunes no salían los diarios en aquella época), la fecha en que llegó el cadáver del diestro a Valencia y tuvo lugar el entierro.

La fatalidad vino a jugar su papel, como suele acontecer tantas veces. Por lo que contó el periódico aquel 9 de mayo, Granero no quería torear en Madrid. Al parecer arrastraba cierto disgusto sobre el comportamiento de la afición de la capital, que le había premiado mal en ocasiones recientes. Además arrastraba una lesión de brazo por un percance menor que sufrió en la corrida del Domingo de Ramos en Valencia. Pero las obligaciones con los empresarios y las promesas de nuevos compromisos hicieron que su tío, que hacía de representante, le conminara a cumplir. Así que Granero salió de todas formas dispuesto a triunfar.

En el primer toro se lució, fue ovacionado y dio una vuelta al ruedo. Cuando salió el segundo, el cuarto de la corrida, 'Poca pena', se vio que llevaba peligro. Según la crónica especializada publicada en el diario era «jabonero, bastote, cornalón y, lo que es peor: buey». Al darle los avíos para ir a matar, su mozo de estoque le advirtió de que se andara con cuidado porque 'el veragüeño estaba para darle un disgusto'. Momentos después, el toro enganchó a Granero por un muslo, lo volteó, lo dejó sentado junto al burladero y le propinó una cornada que le entró por el ojo derecho y lo mató en el acto. El diestro entró cadáver en la enfermería.

El día 9, a las nueve de la mañana, llegaron a la estación del Norte de Valencia sus restos mortales en un féretro de caoba con plata vieja. Una muchedumbre aguardaba en medio de una enorme manifestación de dolor que se extendió todo el día, hasta su entierro multitudinario, presidido por autoridades y 113 coronas de flores.

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