Lim promete a Marcelino que luchará por Guedes

Lo más importante del cónclave fue el compromiso que Marcelino García Toral arrancó de Lim de que se va a tratar de hacer todo lo posible por conseguir que Guedes siga vistiendo de blanquinegro. Las necesidades económicas del PSG ponen al extremo en buena disposición, pero otra cosa bien distinta es que el Valencia tenga capacidad económica suficiente para pensar en ficharlo. Fue Lim el que consiguió la cesión en verano y el que ahora se ha marcado como reto esta operación, mucho más compleja por el valor que ha adquirido este año a las puertas de un Mundial.

Jugadores llegaron el último verano al Valencia, aunque se hizo efectiva también la compra de Orellana y Zaza.

Al hotel de lujo de la playa de Valencia donde ahora suele hospedarse Lim cada vez que viene a la ciudad fueron llegando en diferentes comitivas los invitados. Por un lado Anil Murthy y el consejero Kim Koh, por otro la dupla Alemany-Marcelino. Un almuerzo y cuatro horas de reunión sirvieron para exponer en diversos grados las posibilidades de unos y las exigencias de otro. Ya había advertido Marcelino en un par de ocasiones que su intención siempre ha sido la de no andarse por las ramas con el máximo accionista. «Si nos reunimos, hablaremos. Siempre fue respetuoso conmigo y si sale la conversación, le daré mi opinión como siempre he hecho. Con honestidad y sinceridad», decía el entrenador.

Al parecer y según la versión de algunos de los presentes, la reunión transcurrió en un torno cordial y de bastante sintonía. Lógico por otra parte. Se habló de cuestiones generales pero también de aspectos algo más concretos. Por lo que trasladaron Alemany y Longoria, que son quienes conocen bastante bien cómo está el mercado actualmente, los precios de los futbolistas que encajarían en el próximo Valencia de Marcelino son inalcanzables. Es decir, parece que se volverá a vivir un verano similar a los anteriores, con operaciones de última hora a la espera de que los precios estén a la altura de las posibilidades.

En octubre, en el último cónclave que se celebró de este estilo, Marcelino le dijo a Lim que hacía falta apuntalar la plantilla y en el mercado de invierno se produjo el desembolso de 14 millones de euros por Coquelin, que salvando la desgraciada lesión ha aportado un grado de experiencia y eficacia en el centro del campo.

Pues bien, ayer tuvo una nueva oportunidad para exponerle al dueño cómo quiere su Valencia de Champions. Y ahí lógicamente entran diversas variables que a estas alturas son difíciles de pronosticar, porque desde mayo hasta el 31 de agosto el mercado futbolístico puede aportar muchas sorpresas. De cualquier forma y con el mutismo que escogieron las partes para no pisarse públicamente los dedos ante el máximo accionista, ya se sabe los principales puntos de atención que deportivamente hablando afectan al Valencia 2018-19: fichar lo que se pueda y vender lo menos posible.

Después de la profunda revolución que hubo el verano pasado, las necesidades ahora van encaminadas a darle a Marcelino una plantilla mucho más consistente teniendo en cuenta que se va a pasar a tres competiciones, y ya se ha visto que hay futbolistas de este grupo que no cuentan para nada. Fue el propio técnico el que habló de que ningún futbolista de esta plantilla tenía la etiqueta de imprescindible, dando a entender que todos podían en cualquier momento figurar en el expositor de ventas. Vender se va a vender, eso es impepinable.

Lim tiene por delante un gran reto. Decidir si se sigue alimentando el sueño de quedarse en propiedad a Gonçalo Guedes, en contra de lo que piensan los ejecutivos de la entidad; o si se evita lanzarse a una operación de cierto riesgo teniendo en cuenta que este 2018 es un año de serios compromisos económicos (Bankia, la multa de la Unión Europea y quién sabe si Porxinos).

Guedes va a dar bastante que hablar este verano y equipos interesados no le faltan. En Italia se apuntaba al firme interés del Nápoles, el mismo equipo que ha empezado a manejar el nombre de Marcelino como opción al banquillo.

«No me gustan las plantillas largas. Creo que deberíamos evitar tener 25 jugadores. Desde mi punto de vista, todo lo que sea pasar de 22 jugadores es tener inseguridad». El esbozo de lo que desea Marcelino ya está dado. Sólo falta plasmarlo a la realidad y encajarlo con el fair play financiero.

La primera de las pruebas que demostrarán el talante del nuevo proyecto será la ejecución de compra (25 millones de euros) de Kondogbia, una cuestión que se da por hecha (hay margen hasta el 31 de mayo). La presencia de su hermano y agente este domingo en Mestalla refuerza la teoría de que está todo bien encauzado. Caso aparte será lo del Inter con Cancelo. El Valencia necesita ingresar 45 millones por ventas. Lim se marchará hoy de Valencia habiendo marcado las pautas necesarias, aunque él fue quien consiguió el año pasado traer a Guedes y el único que puede conseguir retenerlo ahora.