Borrar
Urgente Bertín Osborne y Taburete, entre los artistas de los Conciertos de Viveros 2024
Guedes trata de marcharse de Mario Gaspar y Víctor Ruiz durante el encuentro en el Estadio de la Cerámica.

Ver fotos

Guedes trata de marcharse de Mario Gaspar y Víctor Ruiz durante el encuentro en el Estadio de la Cerámica. AFP

De nuevo en la elite de Europa

El Valencia se deja llevar después de certificar su entrada en la Champions

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Sábado, 5 de mayo 2018

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El Villarreal CF recibe al Valencia CF en el partido correspondiente a la jornada 36 de la Liga, a las 20:45 horas en el Estadio de la Cerámica.

Los de Marcelino García Toral ya son equipo de Champions. El Betis ha caído en el campo del Athletic con lo que los blanquinegros tienen la plaza en la Liga de Campeones confirmada.

Once del Valencia: Neto, Vezo, Paulista, Garay, Gayà, Soler, Parejo, Kondogbia, Guedes, Rodrigo y Santi Mina.

Once del técnico del Villarreal, Javi Calleja: Asenjo, Álvaro, Víctor Ruiz, Mario, Rukavina, Trigueros, Raba, Rodrigo, Samu Castillejo, Cherysev y Bacca.

Sigue el partido en directo en lasprovincias.es.

LA PREVIA de Toni Calero

Casi cuatro años estuvo Marcelino dirigiendo al Villarreal. Subió a los amarillos de Segunda a Primera, puso su granito de arena para instalar al equipo en la élite del fútbol español y, a escasos días de disputar la previa de la Champions contra el Mónaco, fue despedido. «No soy rencoroso. Surgió un desencuentro, los dirigentes toman decisiones y decidieron prescindir de mí», reflexionó el técnico, que apuesta por pasar página y quedarse «con todo lo bueno» que vivió como entrenador del Villarreal.

Hoy regresa al que fue su estadio con el Valencia a centímetros de la Liga de Campeones. El conjunto blanquinegro desperdició su primera oportunidad por no saber ganar al Eibar y esta tarde dispone de dos balas más: la primera, a las 16:15 horas, puesto que si el Betis no consigue derrotar al Athletic, el Valencia será matemáticamente de Champions. Si los de Setién se llevan los tres puntos, el Valencia está obligado a sacar al menos un empate del Estadio de la Cerámica para concretar el objetivo.

Ha apostado Marcelino por repetir la liturgia de convocar a todos los disponibles. Sólo se quedaron fuera de la lista el lesionado Francis Coquelin y Javi Jiménez, que después de su grave lesión tendrá minutos mañana en el Mestalla-Sabadell. Un total de 21 futbolistas se desplazarán a Vila-real y antes del choque el técnico realizará tres descartes. «Independientemente de lo que ocurra en San Mamés, nuestra idea es afrontar este partido sin mirar resultados de otros equipos», apuntaba el técnico del Valencia, que estará arropado en el Estadio de la Cerámica por 1.100 seguidores. El derbi llega con morbo por ese regreso de Marcelino, la clasificación para la Champions que el Villarreal consiguiera en Mestalla la pasada temporada y los siete futbolistas que esta tarde serán protagonistas y han vestido las dos camisetas.

Más allá de eso y teniendo en cuenta que el Valencia tiene por delante tres partidos para conseguir el punto que le meta en Champions, el club blanquinegro ya piensa y trabaja en la próxima campaña. El presidente Anil Murthy pasó ayer por la ciudad deportiva para charlar con el responsable del Área Técnica, Pablo Longoria. Y Marcelino espera que del entendimiento entre los ejecutivos y los técnicos salga una plantilla de mucho nivel pensando en la 2018-2019. «Todos tenemos la seguridad de que la plantilla del próximo año será más fuerte que la actual», aseguró el asturiano, quien volvió a agradecer a Peter Lim que «siempre apoye» las decisiones tomadas desde el punto de vista deportivo: «En la reunión fue cordial y amable, analizamos la trayectoria del equipo, hablamos de fútbol, de jugadores y de la vida. Me insistió bastante en que certifiquemos la Champions y luego será el momento de planificar con detalle el futuro».

En esos planes entra, desde luego, Geoffrey Kondogbia. «Entre nosotros dialogamos sobre situaciones deportivas, no contractuales», dijo para referirse a la opción de que el Valencia pague 25 millones al Inter de Milán por el centrocampista francés. «Es obvio que nadie puede dudar de que Kondogbia es un pilar imprescindible para tener un equipo con mayor potencial la próxima temporada», admitió el asturiano. Cuando se consiga el objetivo habrá otro asunto por cerrar: la ampliación de contrato del propio Marcelino, que finaliza su vinculación con el club en junio de 2019. «Nunca en ninguna reunión con Peter hablamos de mi contrato o de cantidades económicas. Nunca. En esta última no ha sido una excepción», explicó el técnico.

En el hotel, a media tarde, mientras los jugadores estaban en el comedor tomando la merienda y sin muchos aspavientos ni muestras de euforia desmedida. Así entró el Valencia en la Champions este sábado, sin necesidad de tener que volvérsela a jugar, en esta ocasión con el Villarreal. El primer gol de San Mamés apartaba todavía un poco más al Betis de cualquier aspiración y sellaba el final del trayecto para el Valencia. Nueve meses después de que la Liga arrancara con aquel 1-0 de un caluroso 18 de agosto, se dio por concluido el trabajo a falta de tres jornadas para el final del campeonato. El derbi, tan morboso y jugoso por aquello de que siempre queda reflejado para las estadísticas y por esa carga de rivalidad, pasaba por el condicionante de Bilbao a tomar un cariz menos pasional.

Al Valencia le sobró este partido. En realidad y aunque pueda resultar dañino, también le van a sobrar los dos que faltan. Va a tener Marcelino que darle una vuelta de tuerca a su labor sicológica para evitar la relajación general de su gente después de una temporada más que notable. Los puntos de Vila-real ponen a los amarillos en Europa mientras que al Valencia le queda la labor de moldear este final de película, que tuvo por ejemplo el agradecimiento de los jugadores a los aficionados blanquinegros que se habían desplazado para apoyar al equipo. Parejo y Jaume tuvieron el detalle de insistir una y otra vez a sus compañeros para que volvieran a dirigirse al fondo donde estaban situados sus fieles. No hay queja alguna. Todos contentos. Por eso cuando después de entrar en el vestuario, ya concluido el partido, salió todo el grupo de nuevo al césped para aplaudir y festejar los cánticos de los aficionados, que seguían en el graderío haciendo lo que han hecho durante las ahora 36 jornadas disputadas.

Poner por este 1-0 un borrón al equipo es actuar con demasiada contundencia. A veces no es fácil a falta de tan poco para las vacaciones seguir exigiendo ese plus de motivación que a lo largo del campeonato han demostrado los futbolistas. De ahí que este y los dos encuentros que faltan haya que encuadrarlos de una manera un tanto especial. El Valencia lleva cinco partidos consecutivos sin conocer la victoria, pero aún así ha tenido margen de sobra para meterse en la zona noble europea.

Aunque Marcelino preparó este duelo como el resto de partidos, el comportamiento de su gente fue diferente. La alineación, por ejemplo, es la que el entrenador ha decidido encajar cada vez que al Valencia le toca jugar lejos de Mestalla. Y la prueba es la presencia de Vezo en ese lateral derecho que, visto lo visto, le está haciendo más daño que otra cosa. El portugués tardó 30 segundos de partido en poner cara de circunstancias ante la colada de Cheryshev. Hasta en cuatro ocasiones le sacó los colores el ruso y si no lo intentó más veces fue también por el bajón físico que sufrió el villarrealense, consciente de su mayor velocidad ante el defensa. Por ahí encontró el Villarreal el filón en un primer tiempo que no tuvo un exagerado nivel pero en el que se vieron opciones para marcar, tanto por un bando como por otro. Sobre todo del lado valencianista. Rodrigo y Santi Mina lo tuvieron muy fácil, sobre todo el segundo.

Aún se estará preguntando el gallego cómo no se le ocurrió cualquier otra opción ante la salida desesperada de Asenjo. No se había llegado todavía a la media hora y mientras la afición amarilla protestaba una falta sobre Trigueros, Parejo montó la contra y de un pelotazo dejó a Mina en unan alocada carrera con los centrales desplazados. Tuvo tiempo de sobra para pensar qué hacer y eso a veces es el mayor peligro para los delanteros. Demasiado margen. Al final el meta desbarató el remate inocente del delantero, que a partir de ese momento pasó al más absoluto anonimato.

En realidad, el Valencia nadó durante muchos minutos en aguas tranquilas. Sabedor de que la apariencia del empate le beneficiaba, el equipo anduvo más preocupado de mantener las líneas y no perder nunca la situación dentro del terreno de juego que de buscarle las cosquillas a la defensa local. Rodrigo, salvo el remate que tuvo muy intencionado, corrió como un alma en pena durante todo el partido, prueba de que el equipo no tenía entre sus prioridades la del riesgo. Ni había intensidad suficiente ni imaginación.

De ahí también que hiciera falta en un par de ocasiones que Neto apareciera con su guante para sostener a su gente. Está claro que si Marcelino ya ha advertido de que va a tener un equipo mejor en la Liga de Campeones que viene, el portero va a ser un pilar básico y con Neto queda demostrado que en esa faceta no hay por qué preocuparse lo más mínimo. Con el comienzo tan dudoso que tuvo guardameta brasileño, ahora nadie parece dudar de su verdadera valía. Otra cosa es cuando su defensa tenga rivales de mayor envergadura que los que ha podido tener hasta ahora.

Porque en el gol de Mario Gaspar a falta de cinco minutos se demostró que para mantener un mínimo de rigor hace falta un poquito más si uno no quiere quedarse con cara de circunstancias. El Villarreal quiso ganar y lo acabó logrando. No es que bordara un fútbol de alta escuela ni barriera por completo el tran-trán en el que el Valencia quiso convertir el partido, pero ese gramo de más que aportó le fue suficiente para quedarse con los puntos.

Para los dos capítulos que faltan todavía Marcelino debe administrar a quiénes da el premio de jugar. Todos han aportado su granito de arena, algunos de manera más testimonial que otros pero es tiempo de celebración y de pensar en saborear un futuro entre los grandes.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios