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Rodrigo disputa un balón con varios jugadores del Espanyol.

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Rodrigo disputa un balón con varios jugadores del Espanyol. Manuel Molines

El Valencia CF ya es tercero y subiendo

Los de Marcelino adelantan al Real Madrid y tienen al Atlético en el punto de mira

HÉCTOR ESTEBAN

Valencia

Domingo, 8 de abril 2018

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El Valencia CF recibe al Espanyol en el partido correspondiente a la jornada 31 de la Liga, a las 20:45 horas en Mestalla.

Tras el 1-1 del Real Madrid-Atlético, el conjunto blanquinegro se juega dormir en tercera posición si gana al Espanyol.

Once de Marcelino García Toral: Neto, Montoya, Garay, Paulista, Gayà, Soler, Parejo, Kondogbia, Guedes, Rodrigo y Zaza.

Once visitante: Pau López, Navarro, Gerard, C. Sánchez, Jurado, Dídac Vila, Melendo, David López, Piatti, Hermoso y Darder.

Sigue el partido en directo en lasprovincias.es.

LA PREVIA

Durante gran parte de la temporada, Marcelino se resistió a hablar de la Champions. Para qué, pensaba el asturiano, si después de dos temporadas mirando más hacia abajo que hacia arriba era suficiente con entrar en Europa. Los números, sin embargo, iban varios pasos por delante de Marcelino y cuando el Valencia CF se hizo amo y señor de la cuarta plaza, distanciando al quinto de turno cada vez más, el técnico no tuvo más remedio que renovar su discurso. A las puertas de medirse al Espanyol, el mata-gigantes de la presente temporada, las palabras de Marcelino introdujeron un nuevo objetivo para éstas últimas ocho jornadas: la Champions y algo más. «¿El derbi madrileño? Siempre que se enfrentan dos rivales directos quiero un empate. Lo miramos de reojo», admitía Marcelino.

Cuando el Valencia salte esta noche al césped de Mestalla para buscar su noveno partido consecutivo sin hincar la rodilla, ya sabrá el resultado del Santiago Bernabéu. Muchas combinaciones son buenas para el conjunto blanquinegro, pero la más efectiva es ésta: si el Real Madrid pierde contra el Atlético, el Valencia se pondrá tercero siempre y cuando consiga derrotar al Espanyol. Si gana el equipo de Zidane el Valencia verá otra puerta abierta: la de la segunda plaza. Esa pelea se pondría al rojo vivo porque el Atlético sumaría 67 puntos, el Real Madrid 66 y el conjunto blanquinegro -siempre bajo el supuesto de lograr hoy el triunfo- alcanzaría los 65.

Esa cifra, por cierto, sería récord personal en una Liga para Marcelino García Toral. «No sé si es mi mejor temporada, es difícil decirlo. Aquí he tenido la suerte de disponer de una grandísima plantilla que nos ha colocado en esta situación por compromiso y trabajo», analizaba el asturiano para entregarle el mérito a sus futbolistas. Durante la comparecencia se vio a un Marcelino complacido y ambicioso. Entonó el técnico del Valencia ese «tenemos que volver a ganar, siempre pensar en ganar. No cansarnos de ganar. Querer ganar y volver a ganar. Esa es la mentalidad que debemos tener».

Bajo esa premisa vuelve el Valencia a Mestalla, donde asienta gran parte del éxito de la temporada. Las últimas semanas sirvieron para borrar la sensación agridulce del durísimo mes de enero. Marcelino y sus futbolistas activaron hace ya ocho jornadas una velocidad de crucero que le vale para firmar grandes partidos (como el del Pizjuán) o sacar el triunfo (Leganés) cuando el juego le es esquivo. Mejor o peor se ha acostumbrado el Valencia a sumar de tres en tres y esta noche tendrá enfrente a un Espanyol que ha rendido este curso por debajo de las expectativas (está decimocuarto, con 36 puntos) aunque se consolidó como experto en arruinar la fiesta a los grandes. En la 2017-2018, los blanquiazules derrotaron al Barça en Copa del Rey y al Real Madrid y al Atlético en Liga.

Respecto a la convocatoria del Valencia, ya no hay demasiadas vueltas que dar. Un partido por semana obliga a Marcelino a apostar por los mejores cada partido y eso lleva haciendo desde la eliminación en las semifinales de la Copa del Rey. Por lesión se lo pierden Francis Coquelin y Toni Lato. Las molestias musculares del canterano le impidieron entrenar los últimos días. «No vamos a arriesgar lo más mínimo», dijo Marcelino sobre Lato, que de jugar hoy podría haber complicado esa dolencia en el muslo izquierdo.

Sí sorprendió la ausencia de Jeison Murillo por segunda jornada consecutiva. Según la versión del club, el colombiano necesita recuperarse al 100% en lo físico. Murillo estuvo tres meses KO y a su regreso volvió directo al once por la lesión de Garay. El plan de los médicos con Murillo saltó por los aires debido a la ausencia del argentino. Los técnicos consideran que durante esta fase, con Garay, Paulista y Vezo sanos, es un buen momento para que Murillo se ponga al mismo ritmo que sus compañeros. Aún así, la ausencia del colombiano se debe a una decisión técnica. Ya lo advirtió Marcelino tras el encuentro de Butarque. «No tiene ningún problema físico, ni de ningún otro tipo. Creíamos que tenían que venir estos jugadores», dijo el asturiano para valorar la ausencia de Murillo. Junto al central, se queda fuera por decisión técnica Nacho Vidal, descarte habitual del entrenador.

En principio, el Valencia saldrá hoy con el once de gala y los dos únicos puestos en cierta duda son el lateral derecho y la delantera. Vezo y Santi Mina opositan a los puestos de Montoya y Zaza, respectivamente. No obstante, Marcelino aseguró que no iba a guardarse nada pensando en el Camp Nou. Y eso que hasta cuatro futbolistas (Gabriel Paulista, Rodrigo, Mina y Gayà) no jugarían la semana que viene contra el Barcelona si hoy ven la amarilla.

Quique 'empezó' este duelo contra el Valencia recibiendo un gran elogio de Marcelino, quien considera al técnico del Espanyol «uno de los mejores de la Liga». El segundo capítulo fue peor para el madrileño, que no pudo dirigir ayer la sesión de entrenamiento de los 'pericos' víctima de un proceso viral. Quique, que suma ocho partidos seguidos sin ganarle el Valencia, se quedó a descansar en Barcelona y hoy llegará por su cuenta a Mestalla.

Su Espanyol afronta el choque con el objetivo de maquillar su imagen después de los últimos compromisos y dar un golpe encima de la mesa derrotando al último grande que le queda pendiente en esta temporada. El partido de ida acabó en derrota blanquiazul (0-2), pero el grupo catalán recuerda ese choque con buenas sensaciones. La gran ausencia en la convocatoria del Espanyol es la del central costarricense Óscar Duarte mientras que Víctor Sánchez no juega por acumulación de amonestaciones.

El Valencia se mide por su ambición. Marcelino ha inoculado en la plantilla la virtud de la exigencia permanente. Salir a cada partido como si fuera el último de la Liga es lo que permitirá al Valencia superar sus objetivos. Al inicio de la temporada la Liga de Campeones era más un deseo que una realidad. Hoy es casi un hecho. Lo cómodo, con el botín en el bolsillo, hubiera sido dejarse llevar. Pero este Valencia es voraz. Al Real Madrid ya se le ve por el retrovisor y el Atlético está en el punto de mira. Quedan siete jornadas de Liga para aprovechar cualquier tropiezo de los de Simeone. Sin aquella crisis de invierno, donde la Copa del Rey exprimió la exigencia y las fuerzas, el Valencia de Marcelino sería hoy seguro el segundo de la Liga, el primero de los mortales tras el invicto Barcelona. El Valencia ha sumado 25 de los últimos 27 puntos en juego. El dato es demoledor y más al final de la temporada.

El partido ante el Espanyol quizá no fue un manual de buen juego pero, como ya pasó en Butarque, la pegada fue suficiente para llevarse los tres puntos. Los catalanes presentaron oficio y peligro. Dos consecuencias del bueno juego que plantearon en Mestalla. Hubo muchos momentos en los que en el dominio del balón fueron superiores al Valencia pero no convirtieron en gol el peligro. Los locales, que viven un idilio permanente con Mestalla en esta temporada de reconciliación, hicieron del contragolpe una vez más su camino más recto al éxito.

Es cierto que de inicio el partido pudo cambiar el guion previsto sobre la pizarra. A los 20 segundos, Gerard Moreno alimentó la moviola con un gol que Gil Manzano anuló por fuera de juego. El delantero del Espanyol arrancó entre los centrales desde una posición con un punto de partida para la polémica. Si hubo posición ilegal fue por milímetros. El tanto del delantero perico hubiera cambiado el partido en el caso de subir al marcador. Y esos son los errores defensivos que Marcelino no tolera. Seguro que en el descanso hubo un pequeño toque de atención a la línea defensiva, que se mostró a un gran nivel durante el resto del partido para achicar las llegadas del rival.

El Espanyol fue un gran equipo en la primera mitad. Gerard Moreno, al que Marcelino tuteló en el Villarreal, es un ariete con calidad y mucho peligro. Un tipo que tendría cabida en el embarque al Mundial de Rusia si no fuera por el dulce estado de otros delanteros como Rodrigo y Iago Aspas. El club catalán estuvo afinado en todas sus líneas. El canterano Melendo fue el complemento perfecto para Gerard.

Lo mejor que le pudo pasar al Valencia fue marcar pronto. Un tanto que contuvo el zafarrancho inicial del Espanyol. Guedes exhibió su mejor versión, esa que enamoró al inicio de la temporada, enredó las piernas de Marc Navarro y buscó la diestra para poner el balón en el segundo palo. La pelota fue donde tenía que ir, donde se entrena en Paterna para que entrara Rodrigo Moreno y cabeceara dentro de la portería. El internacional suma su decimoquinto gol de la temporada y un argumento más para ser fijo en la lista mundialista de Lopetegui. En las últimas jornadas la pegada de los de Marcelino es un veneno mortal.

La ventaja puso el partido donde el Valencia quería. El balón para el Espanyol, bien protegido por Sánchez y con la creación de Darder y Jurado a flor de piel, y las contras para el Valencia. El partido quizá mereció algún gol más antes del descanso pero Neto y Pau López se encargaron de despejar cada una de las oportunidades.

La gran diferencia entre los dos equipos tenía un nombre: Kondogbia. La incorporación del francés al Valencia en agosto se puede considerar como el gran 'robo' de la temporada a nivel europeo. Es inexplicable que el Inter de Milán prescindiera de un jugador de las prestaciones del galo, al que Deschamps debería llevar al Mundial si quiere que aumenten sus posibilidades de ganar el torneo. Kondogbia vive a una pelota pegado, abarca lo imposible y es el pulmón que oxigena el trabajo de sus compañeros. Sus piernas de ébano son kilométricas. El futuro del Valencia pivota en la permanencia de un futbolista que ahora mismo vale más de 25 millones de euros.

Valencia CF

Neto, Montoya, Garay, Gabriel, Gayá, Carlos Soler (Ferran Torres, m.88), Parejo, Kondogbia, Guedes (Andreas Pereira, m.81), Rodrigo y Zaza (Santi Mina, m.78)

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RCD Espanyol

Pau López, Marc Navarro, David López, Hermoso, Didac Vila, Darder, Carlos Sánchez (Granero, m.64), Jurado (Leo Baptistao, m. 61), Piatti, Melendo (Sergio Garcá, m.83) y Gerard Moreno

  • GOLES: 1-0, m.6: Rodrigo

  • ÁRBITRO: Gil Manzano (Colegio extremeño). Mostró tarjeta amarilla a Carlos Soler, Kondgbia y Garay por el Valencia y a Carlos Sánchez y Leo Baptistao por el Espanyol

  • incidencias: partido correspondiente la trigésimo primera jornada disputado en Mestall ante 36.300 espectadores. El entrenador del Espanyol, Quique Flores, no viajó a Valencia al padecer un proceso viral. Estuvo en el banquillo el segundo entrenador, Antonio Díaz

La segunda parte mantuvo el guion. Quique Sánchez Flores, ausente en Mestalla por un virus intestinal, trasmitió sus órdenes desde el salón de casa, y el Espanyol nunca le volvió la cara al parido. Los pericos han sido uno de los mejores equipos que han pasado por Mestalla esta temporada. Muy parecido al Celta de Unzué. Nunca especularon con el resultado y siempre fueron de cara a por los tres puntos.

El Valencia, pese al agobio que generó el empuje blanquiazul, no se sintió incómodo en un escenario que le permitió armar el contragolpe con cierta soltura. No hay mejor arma de destrucción masiva que la aceleración de Guedes, que poco a poco recupera su mejor versión. Las dos bandas del Valencia son modelos diferentes en la ejecución. El luso es un motor de explosión. Desbocado en ocasiones por un exceso de juventud que a veces le confunde para elegir la mejor opción.

Soler, en cambio, es un trabajador más sordo en unos terrenos a los que no se termina de ceñir. La sobresaliente calidad del canterano siempre convierte su examen en un notable alto. El paso del tiempo hará justicia con la labor de Soler, que ha sacrificado la vistosidad por el bien colectivo. Como augura Fernando Gómez, el chico está para marcar una época si su voluntad es permanecer en Mestalla.

El triunfo es un paso más en la escalada de este final de temporada. El objetivo de la Champions lleva en volandas a un equipo que no ha tocado todavía su techo.

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