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TONI CALERO
Sábado, 3 de marzo 2018, 00:34
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Gonçalo Guedes echó a volar el 15 de octubre de 2017 en el Benito Villamarín, que asistía al duelo de banquillos entre Quique Setién y Marcelino García Toral, lo que pudo haber sido y finalmente fue para el Valencia. Allí se plantó el equipo visitante, invicto después de haber jugado contra Real Madrid y Atlético, luciendo un físico todavía imponente y una velocidad de vértigo en el contragolpe. Eran las armas favoritas del Valencia y tenía el jugador perfecta para interpretarlas y hacer daño: Gonçalo Guedes. El portugués reventó el partido con un golazo a la escuadra al filo del descanso que dejaba al Betis contra las cuerdas. Luego se dejó llevar el Valencia hasta permitir que se apretara el marcador (3-4), pero de nuevo Guedes, en una sensacional galopada cuando el resto de jugadores apenas aguantaban, para darle la asistencia a Andreas Pereira y echar el sello a la victoria por 3-6.
Fueron los días del renacer del Valencia y la explosión de Guedes. Todo en uno. Tan sólo una semana después, el jugador de Benavente daba un paso más en sus prestaciones para matar al Sevilla en Mestalla. Dos goles (uno aún mejor que el del Villamarín; otro picando el balón ante la salida de Neto) y la asistencia a Santi Mina en el 3-0 para desatar la 'guedesmanía' en el valencianismo. Todavía contaba el luso con 20 años (hizo 21 en noviembre), y el fútbol español descubría a ese talento criado en el Benfica, sin hueco en el Paris Saint Germain por los fichajes de Neymar y Mbappé, cedido en el Valencia por la buena relación entre Peter Lim y el Nasser Al-Khelaifi y cuya llegada a Mestalla contaba con el beneplácito de Unai Emery.
Guedes se había convertido en el gran atractivo del Valencia, un futbolista determinante y de impacto absoluto en el juego ofensivo del conjunto blanquinegro. El primer frenazo llegó a finales de noviembre, cuando el portugués pasó por el quirófano por una rotura en el quinto metatarsiano de su pie izquierdo. A Guedes le operó el doctor Maestro -recién fichado por el Valencia-, y la recuperación fue buena hasta volver antes de lo previsto. Cuando de nuevo engrasaba la maquinaria, una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha le complicó poco antes de disputar la semifinal de Copa del Rey ante el Barcelona.
Coincidiendo con la ausencia de Guedes y su progresivo regreso a la competición padeció el Valencia sus peores momentos. Necesita Marcelino la mejor versión del portugués en estas jornadas que restan de Liga. Ayer, el asturiano no quiso profundizar en las causas del bajón de rendimiento del internacional luso. «Es muy difícil pronosticar el porqué un jugador en un momento está muy dulce y en otro no tanto. En los jugadores ofensivos es muy común», reflexionó Marcelino sobre Guedes y Zaza, otro que no está como al principio: «Nuestra idea es aportar desde el cuerpo técnico la máxima ayuda para que en este tramo final adquieran el máximo nivel. El hecho de que estén a un nivel óptimo lleva a las victorias».
Guedes volverá mañana al once contra el Betis pendiente de recuperar la velocidad y el peligro bajo la atenta mirada de Peter Lim, que en principio estará en el palco de Mestalla. El dueño del Valencia se marchará luego a París para ver el duelo de Champions entre el PSG y el Real Madrid. Allí, Lim tendrá una nueva ocasión de tentar a Al-Khelaifi para intentar alargar la cesión de Guedes la próxima temporada.
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