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Lim pone contra las cuerdas a García Pitarch

Lim pone contra las cuerdas a García Pitarch

El Barcelona sigue empeñado en airear su interés en llevarse a Paco Alcácer, cuestión que en el club de Mestalla han dado por zanjada

Juan Carlos Valldecabres

Martes, 23 de agosto 2016, 23:50

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Una semana justo tiene por delante García Pitarch para evitar que este tercer Valencia CF de Peter Lim acabe por irse a pique como el de la temporada pasada. El lunes ya hubo gente en tribuna que se giraba al palco cada vez que golpeaba la UD Las Palmas pidiendo reacciones ante el desbarajuste que había sobre el césped en defensa, y que hasta el optimista de Pako Ayestarán había llegado a temer a lo largo del verano. Que el Valencia haga agua atrás no tiene tampoco por qué sorprender a nadie. Sólo hay que mirar lo que pasó hace unos meses. El déficit se arrastra desde el mismo momento que Lim autorizó la venta de Otamendi (por menos de su cláusula). Un dato lo dice todo: 23 partidos estuvo de manera consecutiva el Valencia sin mantener su portería a cero (dos más que la peor racha de toda su historia). Así es imposible llegar a ningún sitio, pese a tener como todavía tiene hasta tres buenos guardametas.

El problema que ha estropeado el reestreno de Ayestarán no es por lo tanto nuevo. Lo que más molesta a la afición es que aún sabiéndolo, el Valencia no ha movido ficha en todo el verano, entregándose desde el primer momento a la incertidumbre que siempre tiene el mercado de la compra-venta, en lugar de tomar la iniciativa. A Peter Lim, la jugada ha terminado con un tiro en el pie, poniendo además entre la espada y la pared ahora a García Pitarch, al que teóricamente le había dado poder absoluto hace unos meses, y con tres puntos menos a Ayestarán.

El director deportivo pronosticó en su día que el verano iba a ser 'largo' y llega a este arreón final del mercado con dos urgencias impepinables: fichar a cualquier precio y quitarse lastre aunque sea pagando. El Valencia ha perdido en esta estrategia el factor sorpresa. Media Europa sabía ayer que el equipo tiene una defensa casi de 'chirigota' y que está condenado a fichar al precio que sea.

Ahora, si de verdad aún quedan opciones de traerse a Albiol, de intentarlo con Sidnei o de atreverse con Garay, por ejemplo, sus respectivos clubes de origen todavía van a mostrarse más inflexibles para sacar hasta el último euro. Saben de la necesidad blanquinegra y eso endurece la negociación. En el otro sentido, en el de las salidas, ocurre casi lo mismo pero desde el otro punto de vista: pagar lo mínimo (caso de Alves o Aderllan Santos), llevárselo gratis (véase Orban) y, ya puestos, hasta compartir los gastos de las fichas.

Preguntar a la afición tras el 2-4 sólo hace que confirmar las sospechas que durante las pasadas semanas se tenían. Más del 52% de los que participaron en una encuesta en la edición digital de LAS PROVINCIAS tenía claro que hay que reforzar la defensa, pero lo significativo es que el 25% opinaba que los refuerzos debían afectar a todas las líneas del equipo. Es lo que tiene cuando se protagoniza el peor arranque liguero como local desde el punto de vista defensivo en las 81 temporadas que ha militado el Valencia en Primera. Había recibido un 0-3 (2007-08) del Villarreal pero cuatro goles nunca.

Sacar a Aderllan Santos, por ejemplo se ha convertido en una tarea casi tan difícil como firmar un defensa de garantías que complemente a Mustafi. El anuncio de Ayestarán de que el alemán se queda entierra las intenciones del Arsenal de llevárselo. Ahora, lo fácil es imaginar la visita del agente de Mustafi solicitando una revisión contractual. Es el efecto más inmediato a este tipo de situaciones. Mustafi iba a aumentar de manera considerable en el Arsenal el poco más de millón de euros neto aproximadamente que percibe aquí.

Por si el Valencia no tuviera bastante con tapar todas las vías de agua de aquí, la que viene de Barcelona también empieza a hacer daño. Ayestarán dejó claro nada más terminar el partido de Liga que Alcácer, como Mustafi, no se marchaba. Pero en la Ciudad Condal cada día se escribe un nuevo culebrón sobre el intento final que va a hacer el Barça para llevarse al único delantero que parece agradar a Luis Enrique. Eso, bajo la supuesta protección que da el beneplácito del jugador al Barça. Supuesta porque Alcácer y sus agentes siguen fieles al silencio sobre todo este asunto. El Valencia se acoge al hecho de que Alcácer ha dejado claro a sus dirigentes que no tiene ningún tipo de acuerdo con el club azulgrana. Otra cosa es el 'jardín' en el que se haya podido meter Peter Lim -y arrepentir después- en su reunión con Bartomeu.

El delantero ya sabe que se queda en el Valencia salvo que el Barça, en lugar de los 30 que ofrece, pusiera encima de la mesa los 80 millones de euros de su cláusula. Como eso no va a ocurrir, el Valencia da por zanjado con cierta rotundidad el asunto.

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