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Dani Parejo, en una acción del encuentro de ayer ante el Athletic.
Parejo pierde el plebiscito
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Parejo pierde el plebiscito

«Es ridículo culpar sólo a un jugador, es absurdo», afirma Gary Neville, molesto cuando se le pregunta por segunda vez sobre el madrileño

Juan Carlos Valldecabres

Lunes, 29 de febrero 2016, 00:21

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Decía esta misma semana un personaje que no hace demasiado tiempo tuvo un rol importante en el Valencia y que conoce muy bien tanto a Ernesto Valverde como a Parejo, que si el actual técnico del Athletic algún día dirigiera la selección española, a uno de los futbolistas que llamaría sería al centrocampista valencianista. Lo dijo casi como una verdad absoluta, vamos que si Parejo en lugar de nacer en Coslada lo hubiera hecho en Barakaldo, ahora mismo estaría vistiendo la camiseta rojiblanca.

Valverde lo encumbró hace tres años y ayer -deportivamente hablando y en un sentido limpio- le clavó un puñal por la espalda a su jugador predilecto. La telaraña bilbaína cegó por completo tanto a André como sobre todo a Parejo. Si a este aspecto se le une el hecho de que al madrileño este año no le están saliendo las cosas y que Mestalla ya no le pasa ni una cuando comete deslices innecesarios, pues se creó el cultivo necesario para que, una vez más, el público le acabara poco menos que responsabilizándole de hasta la subida del petróleo.

Es Parejo, por su forma de interpretar el fútbol, un jugador cabezón, de los que lo intentan una y otra vez y nunca intentan camuflarse para pasar desapercibidos. Pero no es la primera vez que esta temporada una de sus conducciones provoca un tembleque general en el equipo. Ayer, todo empezó con el taconazo que probó Parejo ante Mikel Rico. Si hace algunos días se quedó con las ganas de hacerle un caño al mismísimo Messi ¡dentro del área blanquinegra! en el partido de Copa (acabó en gol), en esta ocasión se repitió la historia y tampoco pudo con el vasco. Rico, además, ni tiene un pelo de tonto ni se anda con zarandajas. Fue cerca del área y cuando cogió el balón vio el descarado desmarque de Muniain. Llegó el 0-2 y con él no sólo la sentencia sino también la puntilla para Parejo. Lo que le faltaba a Mestalla, una buena excusa para que alguien pagara los platos rotos.

Desde ese momento, el excapitán fue blanco de su gente. Hasta se escuchó algún '¡Parejo vete ya!', pero fue más que evidente que cada vez que alguno de sus compañeros -inconscientes en ese sentido- le pasaba el balón, se le regalaba una sonora pitada. No fue una ni dos. Media docena de veces tocó el esférico desde aquella desgraciada acción y la matemática fue infalible: media docena de pitadas. Así es difícil arreglar las cosas.

Precisamente, ese exmiembro del Valencia que se apuntaba al principio, decía en la conversación sobre Parejo -días antes el encuentro-: «Lo mejor que tenía que haber hecho Parejo y el Valencia es haber negociado este verano un traspaso. Hubieran sacado bastante dinero». Ya se sabe cómo acabó aquella historia. Parejo renovó por la intervención importante de Nuno y acabó duplicando prácticamente su ficha.

Después del partido, lo sucedido con el futbolista era objeto de comentario por parte de los entrenadores. «Yo no es que transformara a Parejo. Él es un gran jugador. No tengo ninguna duda de que su rendimiento es extraordinario. Lo he visto domingo a domingo y es así. Todos sabemos de la exigencia de la Liga y la de Mestalla también. Si no quieren poner a Parejo en los octavos de final de la Europa League, nosotros encantadísimos», decía con su estilo habitual Valverde.

A Gary Neville el tema le supone un nuevo quebradero de cabeza, por si no tuviera ya bastantes cosas que arreglar. «Lo que creo es que es ridículo culpar solo a un jugador, es absurdo. Valoro el partido de otra manera y no pongo a excusas. Desde que yo llegué ha sido capaz de jugar todos los minutos de todos los encuentros. Salir de un partido así y señalar a un solo jugador, es ridículo, insisto», comentaba en un primer momento dando por zanjada la cuestión. De hecho, se le preguntó de nuevo sobre el jugador pero en esta ocasión en un sentido mucho más puntual. ¿Cómo puede solucionar las pérdidas de balón que tiene Parejo en los partidos? Su respuesta no dejó lugar a dudas: «Sobre Parejo ya he hablado». Mestalla también ha hablado.

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