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Juan Carlos Valldecabres
Lunes, 11 de enero 2016, 23:53
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A la espera del dictamen del juez. Pepe Barberá y el Valencia acudieron ayer a declarar al juzgado por la demanda que el primero presentó contra el club por lo que considera incumplimiento de contrato de publicidad. Barberá reclama 75.000 euros por cada uno de los cuatro años del contrato que firmó Manuel Llorente días después de haber dimitido (aún tenía poderes) de la presidencia de la entidad.
En dicho contrato se daba a Barberá la explotación de la publicidad local (la de los vomitorios de Mestalla). Pero Amadeo Salvo y su consejo decidieron resolverlo porque no se ajustaba a los parámetros que consideraban idóneos para la nueva política del Valencia. Asegura el club que Llorente no actuó con lógica porque sabiendo que entraban nuevos gestores dejó atado este tema a pesar de que entraría en vigor a partir de junio de 2014.
Por eso Salvo optó en octubre de 2013 por comunicar a Barberá que el contrato no se iba a poner en práctica. El Valencia, en su argumentación ante el juez, considera que Barberá no tiene derecho a ninguna indemnización porque no perdió nada. Barberá se aferra a las cláusulas estipuladas y para ello llevó al juez como testigo al propio Manuel Llorente.
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