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Paco Alcacer y Bernat felicitan a Piatti por su gol, el que puso por delante por primera vez al Valencia.
La primera piedra del fenómeno Alcácer

La primera piedra del fenómeno Alcácer

El gol del canterano en el Camp Nou dio un inesperado y vital triunfo al Valencia de Pizzi y catapultó la carrera del delantero, que pasó de ser suplente a convertirse en el '9' de la selección

Moisés Rodríguez Plaza

Jueves, 16 de abril 2015, 12:44

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Decir que aquella sobremesa marcó la carrera de Alcácer sería muy aventurado. Imposible en un chaval que, justo el día que cumple su sueño desde niño, cuando se dispone a celebrarlo con los suyos, se ve brutalmente sacudido por la tragedia. Eso fue justo lo que sintió en sus carnes el delantero aquella maldita noche de agosto. Marcó en su debut con la camiseta del Valencia, en un Trofeo Naranja. Poco después, un infarto fulminó a su padre en los aledaños de Mestalla.

Aquello sucedió en 2011, cuando a Paco Alcácer ya se le consideraba una de las perlas del Valencia. Emery le había hecho debutar junto a Isco en un partido de Copa en 2010. Su desembarco definitivo en el primer equipo parecía a punto de caramelo. Había ganado dos veces el Europeo sub-19 y en ambos campeonatos marcó goles decisivos. Pero tras la muerte de su padre, el ariete de Torrent aún tuvo que curtirse para que Mestalla se rindiese ante su innato instinto de killer.

La primera piedra de ese fenómeno Alcácer, la fama de delantero que siempre sabe dónde estar para hacer gol, la puso en una plaza grande. En el Camp Nou, ese estadio donde centenares de futbolistas se pasan toda su carrera deportiva saliendo trasquilados. Una temporada tras otra. Él salió por la puerta grande al primer intento.

Volvió loco a Piqué durante más de una hora, marcó el definitivo 2-3 por el que prácticamente nadie hubiera apostado y acabó sustituido por Vargas a poco más de 15 minutos para el final. El último Barça-Valencia supuso sin duda un punto de inflexión para la carrera de Alcácer. "Tengo un gran recuerdo de aquel partido. Veníamos de unas semanas convulsas y ganamos cuando nadie contaba con ello", señala.

Aquella victoria permitió al Valencia retomar el vuelo en un momento en el que incluso se hablaba del peligro de descender a Segunda. "Veníamos de una racha muy mala y el partido se nos complicó con el gol de Alexis. Fue una victoria que nos dio tres puntos importantísimos y además yo marqué el tercer gol", comenta Alcácer.

La jugada fue marca de la casa. Feghouli se aprovechó de la empanada de la zaga del Barcelona para profundizar por la derecha y hacer el pase de la muerte. Alcácer se aprovechó de despiste de Piqué para colocarse justo donde sabía que le iban a servir el balón. Ahí, en la frontal del área pequeña hizo lo que mejor sabe. Rematar de primeras, por bajo, para batir a Valdés. Minuto 59. Quedaba mucho tiempo por delante, pero el equipo de Pizzi supo sufrir para mantener su renta. Se sumó una victoria para remontar el vuelo -finalmente no dio para meterse en Europa pero sí para ahuyentar el peligro del descenso- y el killer convenció por fin al técnico argentino.

Hasta ese momento, tanto con Djukic como con Pizzi, Alcácer sólo había aparecido en cuentagotas. Pese a demostrar su olfato de gol en la Europa League, ninguno de ellos acababa por confiar en el canterano para los partidos grandes. El último empujón fue que el club encargase a Rufete reforzar la delantera en enero. Vino el chileno Vargas cedido y se fichó a otro delantero prometedor, Vinicius Araújo, que acabaría siendo un fiasco.

Con 21 años, Paco Alcácer llegó al Camp Nou con la moral amoratada de tantos golpes. Los que había sufrido ese temporada, pero también la anterior. Luis García apenas le dio oportunidades durante su cesión en el Getafe. El de Torrent sintió por primera vez lo que suponía estar en una plantilla de primer nivel, donde la exigencia es máxima.

Cuando le comunicaron que era titular en el Camp Nou, canalizó toda esa rabia acumulada en dar el máximo en el mejor escenario posible. Hizo lo que mejor sabe, marcar. Cuando en aquel minuto 73 dio la alternativa Vargas, ya había nacido el fenómeno Alcácer. Esa progresión imparable que le llevó este verano a convertirse en el 9 de España. Y este sábado, en otra sobremesa, quiere volver a poner en jaque a todo un Barcelona.

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