Lay Hoon asume la presidencia y Salvo pasa a ser el gran ejecutivo

El Valencia acaba de entrar desde este lunes en una nueva era con un dueño de Singapur, Peter Lim; con una mujer por primera vez en la historia como presidenta del consejo de administración, Lay Hoon; con un presidente ejecutivo valenciano, Amadeo Salvo; y con unos accionistas totalmente convencidos -con varias pinceladas de recelo-, de que esto es hoy por hoy lo mejor para el Valencia Club de Fútbol. La Junta de Accionistas ovacionó largamente a los principales protagonistas de esta innovadora andadura. Peter Lim tiene al valencianismo totalmente entregado y así lo pudieron comprobar los siete asiáticos que, con pinganillo de traducción simultánea incluido, tuvieron que saludar de pie a una sala con casi medio millar de accionistas. Apenas hubo un par de voces críticas, salió relucir también tanto el sueldo de Salvo -señaló que cobraría menos de lo que gana en su empresa- como la falta de transparencia de los contratos, pero el discurso previo de Hoon de 32 minutos había apagado cualquier intento posible de rebelión.

La noche contó con discursos en valenciano (una de las cuestiones que más reivindicaron los accionistas y que se tendrá en cuenta), también en castellano, con accionistas haciendo verdaderos esfuerzos por hacerse entender en inglés y con la propia Hoon arrancando y cerrando sus palabras en valenciano. Del parlamento de la nueva presidenta de la entidad destacaron algunos asuntos de cierto calado. Por lo que dijo y por lo que se olvidó de decir. Pasó de puntillas, por ejemplo, por la situación en la que se encuentra el nuevo Mestalla. Si Salvo ya dijo que para el Centenario estaría finalizada la obra, en esta ocasión no quedó del todo claro. «Entendemos la importancia de completar la construcción del nuevo Mestalla tan pronto como sea posible, pero resistimos la tentación de ponernos presión sin hacer primero una valoración del proyecto. Necesitamos una revisión de los planos. Debemos hacer todo lo que sea posible para enderezar este proyecto».

Lay Hoon habló pausado y pese al parón por la traducción continuada que hacía falta se metió al público en el bolsillo. Recordó las naranjas valencianas que su madre le obligaba a tomar por las noches pero dejó plasmadas las intenciones de Lim, que son las que preocupan a los aficionados. «Peter siempre adopta una estrategia a medio y largo plazo. Desde hoy el Valencia será nuestra gran tesoro. Es más que una aventura empresarial para Peter. El fútbol está muy dentro de su corazón. Estaremos aquí por mucho, mucho tiempo, no tenemos ninguna duda. El Valencia es nuestra inversión más importante y seremos los más afectados si alguna acción va mal para los intereses del club a largo término».

Tampoco entró en detalles sobre cuánto está dispuesto a invertir el nuevo dueño. Ni deslizó lo de ganar títulos, algo que siempre desea escuchar la afición. Sí dejó claro que la idea es potenciar al equipo para que el Valencia vuelva a estar en el lugar que se merece sin olvidar que el mercado asiático se va a convertir en uno de los puntos de referencia. «Estamos impacientes por embarcarnos en el nuevo viaje en común que tenemos por delante. Queremos del que sus aficionados y los valencianos estén muy orgullosos. Hay que competir al más alto nivel Nuestra prioridad es construir un equipo competitivo que tenga el ADN valenciano y seguir invirtiendo en la Academia».

En dos aspectos centró también sus palabras. Por un lado en destacar el valor añadido que la ciudad puede ganar con esta nueva situación y por otro por la decisión de Lim de reforzar una de sus pasiones más altruistas: ayudar a los más desfavorecidos, y en este caso a través de la Fundación. «Con el éxito del Valencia, más gente podrá conocer esta maravillosa tierra. Esto ayudará al éxito económico de la ciudad. Cuando el Valencia prospere, la ciudad ganará mucho».

«Ahora que Valencia es nuestra segunda casa querríamos expandir nuestra actividad a través de la Fundación y utilizar el deporte para crear programas para el desarrollo de la juventud. Siempre hemos valorado el deporte que ayuda a formar la personalidad de los jóvenes», indicaba.

También dijo Lay Hoon cuáles van a ser las funciones de Salvo desde este momento. Teniendo en cuenta que el consejo es el encargado de planificar la estrategia a largo plazo, «estamos muy felices de que Amadeo haya aceptado la presidencia ejecutiva. Valoramos que haya hecho un sacrificio personal para unirse a la planificación del club, en un papel de mucha importancia para el club. Liderará la gestión diaria».

Salvo, por su parte, no dejó escapar la oportunidad de piropear nada más arrancó la Asamblea a Lim. Admitió que fueron a Lim a ofrecerle el proyecto y quiso dejar claro la insistencia del nuevo dueño de la entidad. «Ha sido persistente, ha creído lo que le dijo un grupo de valencianos hace un año cuando fuimos a Singapur a hablarle del estadio. Ha creído en nosotros a pesar de lo que ha tenido que leer y escuchar cada día. Es una persona, de verdad, sencilla, llana, que donde llega quiere lo mejor. Tiene uno de sus sueños de su vida y viene a que el Valencia sea más grande. Quiere recordar ese gran Valencia del inicio de los 2000».

Insistió en la valía de Peter Lim haciendo hincapié por ello en sus numerosas aportaciones a obras benéficas. «Hemos tenido suerte, porque se ha trabajado también. A mí lo que me gusta es que está en el puesto 48 del ranking de personas que ayudan a gente que lo necesitan y eso es un aval. Vino él personalmente a hacer la oferta y no hay mayor garantía que venga el propio dueño. Ahora tenemos que ayudarles porque vienen a ayudarnos». Pero antes, en el arranque, cubrió de gloria a quienes hasta este lunes le han acompañado durante los 17 meses que ha estado vigente este consejo de administración (el nuevo secretario será Germán Cabrera). «Es el mejor consejo de la historia del Valencia», dijo, para añadir a continuación: «Era muy fácil la desunión y arrojar la toalla y hoy sin embargo están todos aquí».