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Una de las torres del Hospital de La Fe, en la avenida Fernando Berlín Martorell.
La controvertida agenda de La Fe

La controvertida agenda de La Fe

La nueva dirección del centro tendrá que afrontar la saturación de Urgencias

Laura Garcés

Jueves, 24 de septiembre 2015, 15:46

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El Hospital La Fe, referente de la sanidad pública valenciana, pronto estrenará una etapa marcada por la presencia de un nuevo equipo directivo capitaneado por una gerente cuyo nombramiento no ha sido ajeno a la controversia. El hecho de que la Conselleria de Sanidad haya apostado por una profesional de fuera de la Comunitat para la gerencia de La Fe ha sido fuente de descontento entre los profesionales valencianos, como puso de manifiesto el Colegio de Médicos al mostrar su "extrañeza" al comprobar que no se había recurrido a profesionales valencianos.

La catalana Mónica Almiñana, senadora por lEntesa pel Progrés de Cataluña, ha sido la escogida por la Conselleria de Sanidad para afrontar la gestión del centro sanitario y no solo que haya sido elegida de fuera de la Comunitat ha despertado las críticas. Hay una segunda fuente que ha alimentado la polémica y que reside en el procedimiento seguido: la convocatoria de un concurso público para elegir al gerente una semana después de anunciar la apuesta por Almiñana. Está abierto el periodo para poder concurrir al proceso, señalaron fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS.

El tiempo dirá el estilo que adoptará el equipo directivo para su viaje. Pero lo que sí se conoce ya, además del controvertido nombramiento, es el escenario con el que se encontrará y que está presidido, entre otras cuestiones, por la losa que supone determinar el futuro de la antigua Fe, que entre otros asuntos, comporta completar el traslado de los trabajadores que todavía prestan allí sus servicios. A ello se suman los problemas que afronta el nuevo hospital en determinadas épocas del año por la saturación de los servicios y la falta de personal, cuestiones denunciadas en distintas ocasiones por los sindicatos.

Planta cerrada en Campanar: los trabajadores reclaman la reapertura

La Conselleria de Sanidad decidió el pasado día 1 de septiembre cerrar la quinta planta del antiguo centro sanitario, destinada a la hospitalización de enfermos crónicos. Los trabajadores llegaron a sus puestos tras las vacaciones y se encontraron, sin previo aviso, con la puerta cerrada. No tardaron en dar a conocer su indignación. El sindicato de enfermería Satse puso el acento en que a lo largo del año, desde que se adscribieron 82.000 pacientes del Hospital Doctor Peset a La Fe "se han producido saturaciones. En julio y agosto, en el hospital del Bulevar Sur, también ha habido picos de saturación", algo que puede seguir sucediendo si se mantiene cerrada la planta con capacidad para 25 camas. Intersindical calificó la situación de "esperpento de la improvisación" y consideró que debe eliminarse "la incertidumbre existente sobre la Fe de Campanar".

El malestar llevó a que representantes de la conselleria se reunieran con los trabajadores en un encuentro en el que el departamento autonómico reconoció haberse equivocado. Pero la asamblea de trabajadores, que había visto con buenos ojos la iniciativa del encuentro, trasladó a la Conselleria de Sanidad la solicitud de reapertura, según informó Intersindical. Así las cosas, "incertidumbre" es el término que utilizan fuentes sindicales consultadas por LAS PROVINCIAS para definir la situación ante la que se encuentran "entre 30 y 40 trabajadores" a la espera de conocer su futuro: "Todo está en fase de conversaciones".

¿Demolición del antiguo hospital?

El gran asunto por resolver, y del que dependen otros, es qué hacer con las instalaciones de La Fe de Campanar, cuestión que en pocos meses ha sido objeto de variados pronunciamientos, si bien aún no se ha dado a conocer una resolución definitiva.

El anterior Consell aprobó en abril el proyecto para demoler todo el complejo. Ese acuerdo se fundamentaba en «el avanzado grado de deterioro» y a la elevada presencia «de amianto», así como en la consideración de que la remodelación resultaba más costosa que el derribo. El proyecto comportaba la construcción de otro centro sanitario en el suelo que quedara libre que sustituiría al actual hospital Arnau de Vilanova.

Tras las elecciones y con el cambio de gobierno la iniciativa se paralizó. La consellera de Sanidad Universal, Carmen Montón, nada más tomar posesión de su cargo anunció que "de manera inmediata" se iba a realizar un informe para estudiar "la viabilidad de todos los pabellones del antiguo Hospital La Fe". Aclaró que realizarían un nuevo estudio para determinar el "uso sanitario" del edificio. Con anterioridad se habían redactado otros cinco informes.

El 10 de julio el DOCV publicó la resolución por la que la Conselleria de Sanidad Universal renunciaba a la demolición. Otra vez el futuro de La Fe quedaba en el aire y se dejó de hablar de la actuación hasta que esta misma semana la consellera Carmen Montón admitió que habrá que demoler parte de las instalaciones. Descartó, en una entrevista a la Cadena Ser, la demolición completa y lamentó que la falta de mantenimiento puede conducir a tener que afrontar "una inversión importante de construcción o reconstrucción".

Tras realizar estas afirmaciones puntualizó que no quería adelantarse "porque es algo que debe decir el Colegio de Arquitectos", al que se ha solicitado el informe. El asunto sigue en lista de espera.

Mapa sanitario: ¿será necesario redistribuir a los pacientes del área?

Cuando se dio a conocer la demolición de La Fe de Campanar el proyecto contemplaba la construcción de un nuevo hospital para sustituir al Arnau de Vilanova. Esta iniciativa habría comportado la redistribución de pacientes entre los distintos hospitales, pero ahora la situación es distinta. Carmen Montón ha aclarado en varias ocasiones que en Campanar habrá servicios sanitarios, pero no hay mayor concreción. Cuando nada más convertirse en consellera anunció la voluntad de paralizar la demolición también habló de que entre los asuntos a abordar se encontraba la evaluación del mapa sanitario.

Las fuentes sindicales consultadas inciden en este punto. Advierten de que mientras no se resuelva "el uso que se hará de las instalaciones" hay decisiones que no se pueden tomar y recuerdan que en función de ello "habrá que resolver la redistribución del mapa sanitario, de los pacientes".

La trascendencia del reparto geográfico de los pacientes ya se puso de manifiesto a principios de este año cuando la nueva Fe asumió 82.000 nuevos pacientes que estaban adscritos al área del Hospital Doctor Peset. Los sindicatos han alzado su voz en varias ocasiones para denunciar la saturación de las Urgencias por esa causa unida a la escasez de personal.

Finalizar el traslado: en Campanar quedan más de 300 trabajadores

En el recinto de Campanar permanecen en activo diversos servicios, unos que son propios del departamento de La Fe, otros dependientes de la Conselleria de Sanitat Universal y uno del Ministerio de Sanidad. "Aproximadamente, personal propio del departamento La Fe, unas 190 personas.

Además, hay personal de empresas que prestan servicios externos", apuntan desde la conselleria. A este dato añaden que hay otras 150 personas que se trasladarán entre finales de 2015 y principios de 2016 a la nueva Fe, cuando estén terminados los laboratorios. Una conjunción de factores que están anotados en la controvertida agenda sanitaria.

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