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El Cabanyal, en la encrucijada

El Cabanyal, en la encrucijada

Ciudadanos y UPyD cuestionan la apertura de la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar. La asociación de vecinos ve claro el rechazo de ambos partidos a la prolongación y el derribo de viviendas que estudia el Ministerio de Cultura

Paco Moreno

Sábado, 11 de abril 2015, 20:26

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La aritmética electoral para alcanzar la alcaldía de Valencia durante los próximos cuatro años tiene un invitado inesperado que se llama plan del Cabanyal. Todas las encuestas indican que Rita Barberá necesitará de los apoyos al menos en el hemiciclo de Ciudadano y de UPyD, formaciones que no tienen representación en el Consistorio pero que sí se han pronunciado sobre la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, y no precisamente a favor de la propuesta del PP.

El candidato de UPyD, Eduardo Gómez, ha dicho de manera explícita que no le gusta la solución de una apertura de Blasco Ibáñez hasta el mar, mientras que su homólogo en Ciudadanos, Fernando Giner, subrayó hace justo una semana que sus premisas en este asunto son el respeto a la legalidad, el diálogo con los vecinos y la defensa del patrimonio arquitectónico del barrio.

Sin hacer mención expresa a un rechazo de la prolongación ahora en estudio, Giner se distanció claramente de la modificación que ya tramita el Ministerio de Cultura, consistente en estrechar la zona de afección en el cruce con la parte declarada Bien de Interés Cultural.

Estos trámites no llegarán a tiempo antes de que finalice el mandato y el gobierno municipal fía el desbloqueo de las obras a que se permita mientras tanto la concesión de licencias, algo que sigue sin respuesta por parte del Gobierno.

Así las cosas, el plan del Cabanyal tiene sólo posibilidades seguras de ser una realidad si la candidatura de Barberá consigue la mayoría absoluta. En la encuesta publicada por LAS PROVINCIAS sobre una muestra tomada entre el 13 y 16 de marzo perdía ocho concejales sobre el resultado de los últimos comicios. Con los 12 ediles que le daba la parte alta de la horquilla, debía echar mano de los cuatro de Ciudadanos y del acta conseguida por UPyD.

En esa situación, la segunda formación tendría claro su voto ante una posible moción del cuatripartito (València en Comú, PSPV, Compromís y Esquerra Unida). Quedaría la incógnita de Ciudadanos, despejada en parte por el propio Giner al decir que «no puede permitir ni estar de acuerdo con una política y estilo de gobierno que vaya en contra de la calidad de vida de los ciudadanos».

Esto es interpretado por el presidente de la asociación de vecinos, Vicente Gallart, como un claro ejemplo de que el plan urbanístico no prosperará con un gobierno del PP en minoría. El dirigente vecinal se ha reunido tres veces con Giner e indica que «si no ha mostrado un rechazo claro es porque no ha terminado de elaborar su propuesta».

Las obras están paralizadas desde abril de 2010 por la presentación de un recurso del Gobierno en el Tribunal Constitucional. Ese litigio ya está olvidado después del pacto entre el Ejecutivo del PP, la Generalitat y el Ayuntamiento, pero otra cuestión es la derogación de la orden ministerial, para el que se necesitan informes favorables de las instituciones que hace seis años opinaron en contra de la primera propuesta municipal.

Barberá ha ganado siempre en los colegios electorales del Cabanyal desde que es alcaldesa. En los últimos comicios, el PPlogró 5.003 votos, una cifra que supera la suma de todas las demás formaciones que se presentaron, incluidas las que carecen de representación municipal. Pero la decisión debe tomarse con el cómputo de toda la ciudad, donde el abanico de posibilidades es mucho más amplio a menos de dos meses de la próxima cita con las urnas.

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