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Un solar repleto de basura en la calle Balmes. LP
Vertederos y chabolas se adueñan de Velluters

Vertederos y chabolas se adueñan de Velluters

La prostitución a plena luz del día o la venta de drogas reaparecen con intensidad en las calles del centro histórico | Los vecinos piden la retirada de basura de los solares privados y el grupo popular reclama más patrullas policiales

Paco Moreno

Valencia

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Domingo, 12 de noviembre 2017, 15:02

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«La otra noche logré impedir que dos yonkis se colaran en mi patio. Iban buscando casa». La frase es de la secretaria de la asociación vecinal de Velluters, María José Volta, pero por desgracia podría ser de cualquiera de los residentes de un barrio céntrico, privilegiado por su historia y emplazamiento aunque donde abundan los solares, vertederos ilegales y chabolas improvisadas en los rincones.

Cualquiera que pase por la calle Maldonado puede ver un colchón colocado junto a la puerta de un garaje, en una finca que no ha sido estrenada. Tiene hasta dos cajas a modo de mesitas. «No lo quitan porque es un retranqueo de la calle y dicen que no es vía pública», señala.

El concejal del grupo popular Félix Crespo denuncia que a plena luz el día «se están viendo mujeres ejerciendo la prostitución en la vía pública en la calle Maestro Clavé, muy cerca de la calle San Vicente, por lo que reclama más patrullas policiales. «En la calle Escolano existe un bajo donde se ejerce la prostitución y en la calle Linterna otro», apunta.

Igual de preocupante es lo que pasa con los solares privados del barrio, sin limpiar y donde se acumulan residuos, colchones, restos de los contenedores y las inevitables jeringuillas por el aumento del tráfico de heroína. «Son propiedades privadas donde el Ayuntamiento no entra, pese a que tiene la obligación de notificar a los dueños y, en caso de no recibir respuesta, hacerlo de manera subsidiaria», afirma la dirigente vecinal, para quien estos solares se han convertido en núcleos de chabolas. «Se nota cuando aprietan en el Cabanyal porque llega más gente», argumenta.

Pero no hace falta recorrer el corazón de Velluters para encontrar esta situación. En las zonas más monumentales como las torres de Quart o el Jardín de la Ilustración ocurre lo mismo. «En Guillem de Castro, donde hay un pequeño jardín en un lateral de las torres, hace tiempo que permanece una chabola junto a una escalerilla», destaca Volta.

En el Jardín de la Ilustración el problema es si cabe mayor, dado que al chabolismo se suman los restos de botellón y el vandalismo. Junto a la ermita de Santa Lucía se alza un murete de ladrillo que recorre la huella de una construcción desaparecida hallada durante las obras. Los rincones son utilizados como letrinas.

Calle Maldonado, Viana y Carniceros. LP
Imagen principal - Calle Maldonado, Viana y Carniceros.
Imagen secundaria 1 - Calle Maldonado, Viana y Carniceros.
Imagen secundaria 2 - Calle Maldonado, Viana y Carniceros.

En cuanto a la venta de droga, un breve paseo sirve para detectar las inevitables zapatillas colgadas del cableado eléctrico, señal de trapicheo en las cercanías. «En la calle Maldonado con Pie de la Cruz hay dos pares», observa Volta. Para el concejal Crespo, la «degradación sigue yendo a más en todo el barrio, donde la insalubridad en solares no tiene precedente. La calle Balmes, Carniceros, Viana o Maldonado son ejemplos de la falta de limpieza».

De la venta de drogas critica que «se está agravando día a día, recordando las peores épocas del barrio hace ya más de 20 años. La Policía Local se ve impotente ante la falta de efectivos en la 1ª Unidad de Distrito. Gran parte acaban destinados a cubrir los accesos al Ayuntamiento, dejando de dar servicio de seguridad al resto de Ciutat Vella».

En los últimos meses, Volta desvela que han aparecido personas que «no se habían visto antes en Velluters». Los residentes acaban conociendo a las prostitutas, toxicómanos y camellos que frecuentan sus calles, aunque últimamente «esto se está llenando cada vez más», dice la secretaria vecinal, quien insiste en que la policía «debe estar atenta a lo que llega desde el Cabanyal. Siempre pasa lo mismo cuando presionan en una zona de Valencia, como sucedió cuando cerraron las Cañas», en referencia a la cabecera del viejo cauce en Campanar, que antaño era el mayor lugar de venta de droga de Valencia.

Crespo añade que han presentado «durante dos años una moción para el refuerzo policial en el centro histórico y en ambas ocasiones ha sido rechazada por el tripartito».

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