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Los vecinos temen que la peatonalización de la plaza del Ayuntamiento, que ayer estuvo cerrada, afecte a la circulación. Jesús Signes
Los vecinos suspenden al Consistorio por los atascos, el servicio de la EMT y el botellón

Los vecinos suspenden al Consistorio por los atascos, el servicio de la EMT y el botellón

La Federación critica que las políticas de movilidad lastren el paso de autobuses y teme que los problemas de tráfico aumenten en 2018

Isabel Domingo

Valencia

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Martes, 26 de diciembre 2017, 00:00

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La Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia realizó ayer el balance anual sobre la gestión del equipo de gobierno en el Ayuntamiento y, a tenor de las reflexiones realizadas por sus dirigentes, los Reyes Magos traerán carbón al alcalde, Joan Ribó, y a los concejales del tripartito.

Porque las asociaciones vecinales sacaron tarjeta roja en numerosos temas como el botellón, los apartamentos turísticos, el formato de participación ciudadana, la degradación y abandono que sufren algunos barrios, la falta de limpieza y, encabezando el ranking, los problemas de tráfico que hay en el cap i casal, consecuencia de las «novedades en materia de movilidad» y que, además «lastran» el servicio de autobuses de la EMT.

Para la entidad que dirige María José Broseta las políticas de movilidad municipales, unidas a un aumento del tráfico, están provocando atascos «especialmente en hora punta en gran parte de la ciudad», desde la ronda interior hasta las avenidas principales pasando por el centro histórico. Así, enumera las decisiones adoptadas este año por el concejal Giuseppe Grezzi como la apertura de nuevos carriles bici, la puesta en marcha del anillo ciclista (que discurre por calles como Colón y Xàtiva), la prohibición de estacionar por las noches en el carril bus de la EMT (una medida adoptada en mayo y que inicialmente provocó el rechazo de uno de sus socios de gobierno, el PSPV) o las restricciones de tráfico en el centro histórico con la creación de bucles para evitar el paso de coches privados.

Broseta advierte de que beber en la calle es un «problema transversal» en todos los barrios

Riesgo de congestión

En este sentido, Broseta, que reconoce «los beneficios» del uso de la bicicleta y de ganar espacio para los peatones, insta a Grezzi a que tenga en cuenta los datos de tráfico de los últimos años y las previsiones futuras «antes de tomar medidas que dificulten aún más la circulación por la ciudad, ya que corre el riesgo de congestionarla».

La Federación, además, advierte de que todos estos problemas de tráfico repercuten negativamente en el servicio de la EMT y en la frecuencia de paso de los autobuses. Por ello, reclama dos cosas: por un lado, que los carriles bici se hagan con el acuerdo previo de las asociaciones vecinales; por otro, que dote a la EMT de autobuses y plantilla suficiente «para hacerla más competitiva», punto en el que critican las frecuencias de entre 15 y 20 minutos.

No es la única petición que realizan los vecinos sobre la EMT, pues también reclaman que de cara a 2018, y dada la prohibición de aparcamiento nocturno en el carril bus, las líneas nocturnas funciones toda la noche durante el fin de semana.

El colectivo vecinal reclama a Grezzi que presente ya el plan de reordenación de líneas

A juicio de Broseta, «todas estas complicaciones» en la circulación podrían agravarse «seriamente» con el inicio de las obras de reurbanización de la plaza de la Reina, previstas para abril del próximo año, y que, además, supondrán peatonalizar una parte de la plaza del Ayuntamiento. De ahí que pidan a Grezzi que aporte «cuanto antes» el plan de reordenación de las líneas.

Junto al tráfico, la Federación vecinal también apunta otros puntos negros en la ciudad: el botellón, del que advierten su extensión a todos los barrios y lo califican de «problema transversal»; o los apartamentos turísticos. «Pese a las declaraciones de intenciones que ha habido, en la práctica, no se han traducido en soluciones y medidas concretas», lamentaron.

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