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El tripartito niega el recurso de la familia y quitará la calle a un notario pese a no ser franquista

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El Ayuntamiento rechaza hoy las dos peticiones y valida los cambios de 51 rótulos en Valencia por la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica

P. M.

Viernes, 8 de septiembre 2017, 00:38

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valencia. La junta de gobierno del Ayuntamiento tiene previsto aprobar hoy dos expedientes que desestiman las peticiones de las familias para que se mantengan sendos nombres en el callejero afectados por la Ley de la Memoria Histórica, que en total provoca cambios en 51 nombres. Se trata del prestigioso profesor y psiquiatra López Ibor y de Mario Aristoy, este último notario y miembro de la Derecha Regional Valenciana, que tiene el rótulo en el barrio Antonio Rueda.

El recurso de reposición de una descendiente, María José Aristoy, se basa en que «fue un notario que no tuvo relación con el régimen franquista ni con la Falange, fue leal a la legalidad vigente y participó activamente en la política democrática durante la etapa republicana, militando en un partido legal como fue la CEDA y presentándose como candidato a las Cortes en las elecciones de 1936. La fecha de su muerte, 16 de septiembre de 1936, refleja su nula implicación con el franquismo, la dictadura y la represión», según se afirma en el expediente.

El 26 de mayo de este año se aprobó el cambio de denominación de las calles, que en este caso pasará a denominarse María de Maeztu (Pedagoga). El medio centenar de rótulos suprimidos, además de otras tres que se argumentan de nuevo, tuvo como base un informe del Departamento de Historia Contemporánea de la Universitat de València.

El Aula de Historia y Memoria Democrática indica en una resolución del pasado 27 de julio que la rotulación responde al hecho de «considerar su persona como un destacado miembro de la Derecha Regional Valenciana, que en fecha temprana se posicionó a favor y reclamó la suspensión de las libertades constitucionales y la ejecución de un golpe de fuerza que destruyó la democracia española», refiriéndose al partido en el que militaba Aristoy y no a su trayectoria personal.

Pero la clave de la desestimación es que la rotulación no «corresponde a ningún recuerdo privado, familiar o profesional», sino por ser un homenaje a los «Caídos por Dios y por España, unos hijos de Valencia y otros distinguidas personalidades que hallaron su muerte al defender sus ideales cuando se inicia el movimiento nacional en 1936». Para ello se llegan a utilizar argumentos del profesor Oliver Rathkolb, de la Facultad de Historia de Viena, en el sentido de que no es necesario demostrar la filiación franquista para quitar el nombre sino simplemente justificarlo por el motivo aducido en su momento para incorporarlo al callejero de la ciudad.

El otro recurso que se desestima es el presentado por Alfonso López-Ibor referido a la supresión de la plaza Profesor López Ibor, en Campanar, en favor del rótulo Grupo Parpalló. El descendiente del afectado indica que «se pone énfasis en la actividad política del profesor López Ibor, relegando su tarea como científico, médico e investigador, ignorando sus estudios internacionales con conocidos psiquiatras. Además, lejos de considerarse como legitimador del franquismo desde la Universitat, fue defensor de la restauración de la monarquía parlamentaria, motivo por el que fue desterrado en 1944 a Barbastro (Huesca)», según se lee en el expediente.

La respuesta de la Universitat de València, a través de la citada Aula de Historia y Memoria Democrática, es que la asignación del nombre de la plaza «responde al hecho de considerar su persona como un destacado miembro del partido fascista, donde ostentó destacados cargos en la administración de la dictadura, la defensa de la doctrina nacionalcatólica que ejercicio como publicista del Movimiento Nacional y por su acción política desarrollada tanto en el ámbito académico como en la práctica psiquiátrica.

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