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Dos perros descansan en un colchón debajo de una mesa.

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Dos perros descansan en un colchón debajo de una mesa. LP

El refugio de animales de Valencia toca fondo

Cuatrocientos perros y gatos malviven en un recinto municipal apto para albergar sólo a cien mascotas en Benimàmet

Paco Moreno

Valencia

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Viernes, 8 de junio 2018, 14:01

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Cuatrocientos perros y gatos malviven en el refugio del Ayuntamiento en Benimàmet, preparado para una capacidad de apenas un centenar. Esa es la asfixiante situación que afrontan los animales en puertas del caluroso verano, que además se ha agravado en las últimas semanas con la llegada de más ejemplares abandonados.

La situación de las instalaciones ya fue motivo de debate en el último pleno, donde la concejala de Bienestar Social, Glòria Tello, defendió las reformas hechas con una inversión de 110.000 euros desde 2016, que han servido entre otras cosas para instalar un sistema de seguridad o toldos para algunas jaulas.

No obstante, la realidad es la entidad gestora del refugio debe echar mano de casas de acogida para paliar el colapso del recinto en la medida de lo posible. Unos 250 perros y gatos están repartidos de este modo, además de otras instalaciones que gestiona. Y de una docena de voluntarios que ayudan a diario junto a otra veintena que colabora en los paseos de los animales.

La saturación se ha agravado el último mes con la llegada de un centenar de animales

Para el portavoz municipal de Ciudadanos, Fernando Giner, el refugio «es la vergüenza de Compromís. En el programa con el que se presentaron a las elecciones de 2015 se contemplaban iniciativas para la mejora del bienestar animal y han hecho todo lo contrario. Prometieron que iban a facilitar espacios adecuados para los animales y la realidad es intolerable».

La previsión del Ayuntamiento era ampliar el refugio con un solar colindante, aunque la operación no cuajó y el asunto está prácticamente olvidado después de anunciarlo. Después llegó el turno en noviembre de 2017 de la firma de un protocolo con el Ayuntamiento de Torrent para buscar un lugar donde construir un recinto metropolitano, un documento al que podían adherirse otros municipios. Desde entonces no se ha avanzado ni en la ubicación ni en la llegada de más ayuntamientos.

Ante este panorama, la llegada del calor lo agrava todo. Un representante de la asociación de vecinos ya alertó del incremento de los ruidos nocturnos y las molestias que suponen para los residentes. La saturación ha motivado que las jaulas deban ser colocadas en la explanada del aparcamiento.

Los perros que tienen suerte salen un par de veces a la semana de paseo por la huerta del entorno. Así reducen algo el estrés de estar en algunos casos encadenados en los pasillos, sin poder más que pisar un metro cuadrado de suelo.

«Compromís prometió en su programa de 2015 que harían mejoras y no lo han cumplido», criticó Giner

Desde hace tiempo, la entidad gestora coloca ventiladores para mitigar el calor en verano, aunque el problema por la falta de espacio se agrava ante los requerimientos del Ayuntamiento para que se hagan cargo de colonias de gatos que quedan abandonadas por falta de cuidados. Los felinos en cuarentena permanecen en una habitación en jaulas apiladas, un agobio que sólo se alivia por el ritmo de adopciones.

No obstante, el asunto pinta peor cuando se trata de animales maltratados, enfermos, mayores o perros de presa. Todos estos grupos son los que presentan un peor panorama, por lo que la Protectora realiza continuas campañas de concienciación en redes sociales.

En el anterior mandato, el Consistorio decidió eliminar la eutanasia. La estrategia de sacrificio cero salvo para los terminales o atropellados sin cura posible, no tuvo en cuenta que el refugio de Benimàmet se iba a quedar pronto pequeño.

Quirófanos con una bombilla como lámpara, cables eléctricos pelados, extintores con la última revisión realizada a finales de 2016... El recinto necesita de una remodelación urgente para que los animales vivan en unas condiciones dignas. El presupuesto anual se eleva a 430.000 euros y prácticamente desde el inicio del mandato, el gobierno municipal intenta gestionar de otra manera el refugio, aunque el primer concurso quedó desierto al no cumplir la única ofertas las condiciones requeridas. Después de eso, la asociación Modepran sigue encargándose de la gestión y mantenimiento del recinto, aunque en precario hasta que el tripartito adopte alguna decisión, de momento desconocida. También se han producido robos de perros, sobre todo los de presa que eran decomisados por la Policía Local a sus dueños. El pasado año, el Consistorio aprobó una partida para colocar un sistema de videovigilancia y alarma.

El también concejal de Ciudadanos José María Bravo consideró que detectan una «fuerte incapacidad para entender las necesidades de los gestores del centro, parece que se pretenda justificar con ellos la ineficaz labor de la concejalía. La situación del centro de Benimàmet resulta insostenible y las campañas que se han desarrollado para fomentar la adopción son insuficientes si se pretende mantener el centro actual sin ampliarlo». El edil apeló al remanente del presupuesto municipal de 2017 para que se adopten medidas urgentes, lo que fue rechazado en el último pleno. «Además de buena voluntad, se requiere de planificación realista», señaló.

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