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L. SORIANO/P. MORENO
Domingo, 19 de noviembre 2017, 03:03
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valencia. Los recortes de 20 a 15 vehículos por turno para toda Valencia en la contrata de la grúa han agravado un mal endémico en muchos barrios, sobre todo los de la periferia. Los vecinos se quejan del perjuicio cuando tardan hasta una hora en responder una llamada por un bloqueo en doble fila o un vado. La promesa del Ayuntamiento de que el próximo contrato tendrá un límite de 30 minutos para la recogida no les convence del todo hasta que la vean hecha una realidad, lo que ocurrirá dentro de un año.
Desde la Federación de Personas con discapacidad física y orgánica (Cocemfe) explican que muchas veces el problema se produce cuando algunos conductores no respetan los aparcamientos reservados. Uno de los miembros de este colectivo, Bruno Merlo, esta misma semana se ha quedado sin poder estacionar en un área reservada de la calle Pintor Monleón porque estaba ocupada y la grúa no acudió a retirar el vehículo. «Voy en silla de ruedas, tengo un niño de dos años y necesitamos estas plazas de aparcamiento. Intentado aparcar en Pintor Monleón y, como había un coche sin tarjeta, he llamado al 092 y han tardado once minutos en responder, pero luego en la media hora que he estado esperando que viniera la grúa no ha llegado».
La presidenta vecinal pone el foco en la necesidad de que se dispongan de aparcamientos adecuados los días de partido en Mestalla. El Ayuntamiento anunció hace tiempo la negociación con las universidades para que cedieran de manera provisional parcelas en la avenida Tarongers. Broseta incide en que los barrios del entorno del estadio han sufrido demasiados años por la doble fila, aparcamiento en vados y vehículos estacionados en las aceras. «Cualquier cosa que alivie esa situación es bienvenida», comenta para evitar así cualquier queja sobre la grúa.
Otra vecina que critica la inoperatividad del servicio de la grúa es Verónica Señoranes, miembro de la junta directiva del colectivo 'Por una vida digna'. Asegura que «en demasiadas ocasiones te encuentras coches aparcados en las plazas reservadas para nosotros. La mayoría de las veces nos acabamos yendo desesperados porque la grúa no acude a tiempo». De hecho, recuerda que «un día, en la zona de Campanar recayente al río, esperé hasta 45 minutos y en vista que no vino ninguna grúa a retirar el coche, me tuve que ir a buscar otra plaza».
Zonas de este barrio como la avenida Ecuador y la avenida Burjassot son peinadas continuamente por el vehículo de la Policía Local que fotografía los vehículos mal estacionados. El problema del servicio de la grúa, apunta el dirigente vecinal, llega por los coches abandonados que pasan meses en solares y calles del barrio. «Pensamos que también es cosa de algún mecánico que los tiene para coger piezas, pero en la puerta de mi casa he tenido uno seis meses con la pegatina puesta hasta que se lo llevaron».
El barrio próximo al estadio Ciutat de València es también una de las zonas conflictivas para el estacionamiento. «No es tanto los días de partido porque ocupan solares y los coches molestan poco, pero es que se junta con la reordenación de las calles», apunta la presidenta vecinal, quien dice que la grúa aparece rara vez por el barrio y cuando hace falta «tarda demasiado». Reinvidica también un mejor control de los estacionamientos porque quitan visibilidad a los peatones en muchos cruces de la zona.
La asociación de comerciantes de Benimaclet señala que es necesario que mejore el servicio. «Cuando llamas para que retiren un coche de un vado de un garaje, antes se va el conductor que ha aparcado donde no debe que viene la grúa; hay veces que han tardado más de una hora en acudir y dicen que estaban en otros servicios», indica José Andrés. El presidente de los comerciantes indica que «como los conductores ya saben que el servicio de la grúa está mal, aparcan el vehículo a lo mejor un cuarto de hora, porque saben que en ese tiempo seguro que no llegan».
En otro lugar de la ciudad como la Cruz Cubierta, Rodolfo Izquierdo, señala que en calles como Carteros, General Barroso o Primero de Mayo «son zonas con un sentido y cuando aparcan en doble fila o donde no toca se monta colapso en muy poco tiempo». Indica que hay poco servicio de grúa «y si acuden, tardan 30 ó 45 minutos». El representante vecinal explica que le gustaría que se hicieran los aparcamientos de la plaza Segovia y Escultor Frechina «porque al final las concesionarias no lo veían rentable y se quedaron sin hacer los proyectos. Pero estas instalaciones evitarían los problemas de estacionamiento».
Desde la asociación de vecinos y comerciantes Ciutat Vella, Rafael Mampel, describe que «hay muchos conductores que aparcan el coche en las zonas de carga y descarga y los repartidores de paquetes o de bebidas lo pasan fatal porque tienen que molestarse en llamar a la Policía de la zona. La Policía cuando se dan estos casos sí multa, pero la grúa puede tardar perfectamente 30 ó 45 minutos en llegar».
En la Amistad los vecinos lamentan que se abusa de la segunda fila, sobre todo porque muy cerca está Mestalla y los fines de semana se ven desbordados, pero también tienen problemas entre semana. «En calles peatonales como Joan Senent Anaya o Pedro Juan Núñez y en la calle la Amistad, la segunda fila se genera a diario y la gente se pasa todo el día haciendo sonar el claxon. Incluso hay veces que los camiones de la basura no pueden ni vaciar los contenedores y la grúa cuando la llama alguien, tarda un montón».
En San José, hace un tiempo ensancharon las aceras y pusieron bolardos en las zonas próximas a la plaza Xúquer para evitar precisamente que la gente aparcara en segunda fila. «Eso nos ha evitado mucha segunda fila, pero alguna vez ha ocurrido que han aparcado en un vado y los vecinos se desesperan porque la grúa ha tardado más de 30 minutos», indica Jordi Pérez.
El caso contrario es la zona de Nou Moles, donde está el complejo administrativo 9 d'Octubre. Como explica la presidenta vecinal, Casilda Osa, «los de la grúa tienen obsesión por el barrio. Vienen sin llamarles. Muchos vecinos no pueden ir a mediodía a comer a casa porque cuando se descuidan tienen multa». De hecho, detalla que «el otro día un señor paró dos minutos para acompañar a su madre al patio tras venir del médico y cuando regresó ya le había puesto la policía la multa y tuvo que pagar 39 euros de desenganchar el coche de la grúa».
El camino del Farinós es el lugar que el portavoz vecinal de Benimaclet cita como ejemplo de zona donde los coches abandonados pasan meses sin que la grúa los retire. Esa es la principal queja en este barrio con el servicio, que precisamente tiene el depósito de larga estancia en la pedanía de Poble Nou. «Avisamos al policía de barrio y el agente tambiéns se dedica a poner la pegatina y tramitar la retirada. Lo hacemos tanto para que no quiten sitio de aparcamiento como por seguridad porque en un acto de vandalismo los pueden incendiar y eso sería tremendo para los coches de los vecinos que carecen de garaje».
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