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Fomento adjudica las obras de ampliación de la V-21 que el Ayuntamiento quería paralizar

Fomento adjudica las obras de ampliación de la V-21 que el Ayuntamiento quería paralizar

La construcción del tercer carril entre Alboraya y Valencia se prolongará 30 meses y tendrá un coste de 19,5 millones

ISABEL DOMINGO

VALENCIA.

Viernes, 23 de marzo 2018

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La V-21 cierra capítulo; por lo menos, en el ámbito administrativo. El Ministerio de Fomento anunció ayer la adjudicación del contrato de las obras de ampliación del tercer carril de la V-21 entre Port Saplaya (Alboraya) y Valencia, un proyecto que, cuando se licitó, provocó el rechazo de los ayuntamientos de Valencia y de Alboraya. Eso a pesar de que la propuesta ministerial estaba sobre la mesa desde 2007 y no se recibieron alegaciones contrarias durante los procesos de información pública (2014) y de declaración ambiental (2015).

Las obras se licitaron el pasado agosto y fue a mediados de diciembre cuando se abrieron las ofertas económicas tras haber retrasado este paso un mes debido a la oposición mostrada por el Ayuntamiento de Valencia, que incluso aprobó una moción de rechazo en el pleno a instancias de València en Comú. En ese tiempo Fomento insistió en que la paralización podría suponer el retraso del proyecto otros diez años y que la inversión podría destinarse a otra comunidad autónoma.

Es ahora cuando Fomento ha anunciado que será la empresa OHL (Obrascón Huarte Lain S.A.) quien ejecute el proyecto del tercer carril con un coste de 19,5 millones. Una cifra que es un 34% inferior al presupuesto base de licitación, fijado en 28,9 millones.

Los trabajos, que afectarán a 4,8 kilómetros de la V-21, se prolongarán 30 meses, según recoge el anuncio de adjudicación publicado por la Plataforma de Contratación del Servicio Público. Una vez resuelto el concurso, el próximo paso será la formalización del contrato para, posteriormente, poder iniciar las obras, que podrían arrancar tras el verano.

Entre los objetivos que persigue el departamento de Íñigo de la Serna figura, además de aumentar la capacidad de una vía por la que pasaron 77.921 vehículos de media el pasado enero, incrementar la seguridad vial, ya que se mejorará la visibilidad de la curva sobre el ferrocarril al ampliar su radio. Además, el trazado tendrá una velocidad de 100 kilómetros por hora.

La ampliación del tercer carril por sentido se hará sobre la mediana central entre Alboraya y el Carraixet, por lo que se minimizará la ocupación de terrenos. De aquí a Valencia irá por el exterior al existir una mediana estricta, según consta en el proyecto aprobado.

Obras frente a obstáculos

Para el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, el anuncio supone «un paso más en la mejora de los accesos, la movilidad y la calidad de vida de los ciudadanos». «Es un paso muy importante para un proyecto que lleva esperando diez años», señaló tras la reapertura de un ramal de la V-30.

Según Moragues, tanto el proyecto de la V-21 como el de la V-30 son «ejemplos claros del compromiso del Gobierno» mientras, añadió, «otros ponen obstáculos y se dedican a generar molestias y dificultades en el tráfico.

Mientras, el alcalde, Joan Ribó, recordó que, aunque se haya adjudicado el contrato, Fomento está a tiempo de plantear un modificado de obras que permita mejorar las infraestructuras de Valencia y proteger la huerta por el acceso norte. «Ambos objetivos son compatibles y es lo que reclama la ciudad», dijo.

Por su parte, el portavoz del grupo municipal popular, Eusebio Monzó, calificó de «magnífica noticia» la adjudicación y recordó los avances en el Parque Central, como el compromiso de financiación del Gobierno para el túnel pasante, y en la Marina. «Esperemos que todo este impulso del Gobierno del presidente Rajoy no pueda verse frenado por las luchas internas del tripartito, un gobierno municipal que no está a la altura de las dimensiones y proyección internacional de Valencia».

Hacía referencia al enfrentamiento en el tripartito por la V-21, ya que Compromís y PSPV variaron su posición inicial y dieron el visto bueno al proyecto pero reclamando un menor impacto sobre la huerta. De hecho, el Consistorio remitió una propuesta a Fomento que éste calificó de ilegal por vulnerar la Ley de Carreteras.

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